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Más de 860 mil cubanos carecen de acceso limitado al agua producto de la sequía, la crisis energética y la escasez de combustible en el país.
Las provincias de Santiago de Cuba, Holguín y La Habana figuran entre las zonas más afectadas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, citado por el periódico Granma.
Antonio Rodríguez, presidente de esa institución, informó que Santiago de Cuba lidera las afectaciones con 400 mil personas sin suministro regular, seguido por Holguín (100 mil) y Ciego de Ávila (90 mil), mientras en La Habana 248 mil residentes de municipios como Cerro, Centro Habana y La Habana Vieja enfrentan interrupciones.
Estas, detalló, se deben a fallos eléctricos en la Cuenca Sur, la principal fuente de bombeo, causados por averías puntuales en los circuitos, no por apagones planificados.
La Empresa Eléctrica reactivó 16 equipos de bombeo desde el sábado, pero la inestabilidad eléctrica retrasa la normalización.
Para mitigar la crisis, el INRH invirtió 3 800 millones de pesos en 2024 y 3 200 millones en 2025 (71 % ejecutados hasta junio) en obras hidráulicas, incluyendo 337 estaciones de bombeo, 241 km de redes de abasto y 64 km de saneamiento, beneficiando a más de 2 millones de personas, precisa el artículo de Granma.
En zonas rurales, 792 estaciones de bombeo solar han garantizado agua potable a 445 mil habitantes, con 144 equipos adicionales en instalación hasta alcanzar 866 en septiembre.
Además, se han rehabilitado plantas desalinizadoras en Cayo Largo y Cayo Coco, y se producen accesorios de polietileno para sostener las obras.
Rodríguez destacó que la falta de combustible limita el uso de pipas, mientras las fábricas de tuberías enfrentan restricciones por el déficit energético y dificultades para importar materias primas.
El 10 % de los cubanos carece de un acceso adecuado al agua, según cifras oficiales
Proyectos como los trasvases Centro-Este y Norte-Sur avanzan para mejorar la seguridad hídrica, aunque no se precisan plazos para resolver las afectaciones.
Las autoridades cubanas han explicado en varias ocasiones que “la inestabilidad del sistema electroenergético nacional impide proteger los circuitos que albergan los equipos de abasto”. La crisis energética se refleja en apagones diarios que superan muchas veces las 20 horas.
Cuando regresa la corriente eléctrica tras un corte eléctrico, “el agua demora hasta tres o cuatro horas en retornar porque los sistemas necesitan presurizarse para llegar a su destino”.
La crisis con el agua ha motivado protestas de ciudadanos en La Habana y otras provincias del país que reclaman agua potable.