Está sentado en un rincón, severo, ocioso, con la vista petrificada. Uno imagina que antes tuvo brillo, que no sufría la suciedad y el abandono que deja ver la foto. La imagen transmite desconsuelo.
Así lo vi. Fortuitamente. Un buen amigo puso sus fotografías en mis manos, en una memoria flash junto a otras imágenes históricas digitalizadas.
De él se dice mucho, no siempre bueno. El puertorriqueño Ramón Emeterio Betances lo describió como un hombrecillo nervioso, que escupía cuando le faltaban las palabras y que sentado en un sillón apenas alcanzaba el suelo con los pies.
Con un rábano lo comparó el incendiario Fray Candil y de “cacógrafo ruin, envidioso atormentado y enemigo encubierto de José Martí”, lo tildó el colombiano Vargas Vila. Muchos vieron en él un ser ruin e infame. Otros tantos –Martí entre ellos– vieron en él un patriota.
Don Tomás le llamaron en su época como político, como presidente. El tiempo ha preferido guardar sus apellidos: Estrada Palma
Aunque llegó a la más alta magistratura cubana, el suyo es hoy un nombre condenado.
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Tomás Estrada Palma (1835-1908) fue dos veces presidente. Primero del gobierno de la República en Armas en 1877 y luego, tras la lucha contra España y la intervención de los Estados Unidos, fue el primer mandatario electo de la nueva República.
Nacido en Bayamo, se incorporó a la lucha iniciada por Carlos Manuel de Céspedes y no tardó en ganar relevancia dentro de las filas independentistas. En la Asamblea de Guáimaro, en abril de 1869 fue elegido miembro de la Cámara de Representantes, y en octubre de 1873 pasó a presidir ese órgano legislativo.
Siendo presidente de la República en Armas fue capturado por las fuerzas españolas y enviado a la cárcel y, luego, al exilio. Durante la tregua se radicó en Honduras, donde fue el primer Director del Servicio Postal y se casó con “Veva” Guardiola, hija del ex mandatario hondureño Santos Guardiola. Luego pasó a los Estados Unidos, a Nueva York, donde estableció una escuela bilingüe con su nombre y conoció a José Martí.
Al estallar la Guerra del 95 era ya un icono de la continuidad de luchas por la independencia. Y aunque procedía de la clase terrateniente, ganó el respeto de la emigración cubana, que lo consideraba ciudadano honesto y consagrado al trabajo en su colegio neoyorkino de Central Valley. Participó al lado de Martí en las sesiones del Partido Revolucionario Cubano y a la muerte del Apóstol fue elegido como Delegado aunque en este cargo no estuvo a la altura de su predecesor.
Ganó la presidencia de la nueva República con el apoyo de patriotas y veteranos y el respaldo de los Estados Unidos. El anecdotario de su presidencia recoge que tenía pocos trajes los cuales remendaba la primera dama. También que dejó millones en las arcas públicas y la recomendación de usarlos con mesura. Pero la austeridad y honestidad devinieron “terquedad y cicatería”, como dijo de él el periodista Manuel Cuéllar Vizcaíno.
Estrada Palma forzó su reelección y puso nuevamente al país en pie de guerra. Para colmo, abrió la puerta a la segunda intervención de los Estados Unidos.
Cuando el martes 2 de octubre de 1906 dejó atrás el colonial Palacio de los Capitanes Generales, a la sazón sede de la presidencia, ya era un hombre en desgracia. Primero se refugió en Matanzas con los suyos. Meses después se fue a La Punta, la finca de su familia en las cercanías de Bayamo. Allí apostó por la ganadería para levantar una propiedad en ruinas tras cuarenta años de abandono. Fracasó.
A finales de 1908, enfermo y débil, lo trasladaron a Santiago de Cuba. Los médicos pudieron sacarlo de su gravedad en ese momento, pero no existe medicina para sanar el ánimo marchito. Murió el 4 de noviembre. Lo sepultaron en Santa Ifigenia, donde sus restos permanecen todavía.
Quizás el mayor error de Estrada Palma fue no tener fe en los cubanos. Prefirió la intervención estadounidense como solución a la crisis que supuso su intento de reelección. Aun así, muchos de sus compatriotas no le pagaron entonces con la misma moneda y, fuera por piedad o respeto sincero, le dedicaron actos y estatuas durante la República.
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El 10 de octubre de 1918 fue develado en Santiago de Cuba un vistoso monumento en memoria de Estrada Palma. El eminente jurista Antonio Bravo Correoso había encabezado el proyecto cinco años antes, que incluyó la creación de un comité organizador del homenaje. Por recaudación popular y una ley presidencial se adquirieron los fondos. Contribuyeron ciudadanos de todas las clases sociales.
La obra, realizada por el escultor italiano Ugo Luisi, quedó emplazada en la intersección de las calles Trocha Sur (24 de febrero) y Estrada Palma (Santo Tomás). En tres grandes cuerpos la concibió el artista. La base desarrollaba un zócalo octogonal, decorado, que estaba antecedido por dos gradas de planta y una sucesión de pilares enlazados por cadenas de bronce, con igual forma geométrica.
Un segundo cuerpo rectangular se proyectaba encima de la base. Sobre un pedestal escalonado una figura femenina cubierta por túnica, portaba en la mano derecha una antorcha y en la izquierda un escudo con la palabra LIBERTAD. Era la personificación de la Patria. En dos bajorrelieves laterales se representaban momentos de la vida del homenajeado. En uno se recreaba su encarcelamiento en Holguín y en el otro su etapa de maestro en Central Valley, Nueva York.
El monumento, con una altura total de cuatro metros y cincuenta centímetros, era rematado por la escultura de Estrada Palma. Aparecía sentado en el sillón presidencial, en actitud severa. En la figuración humana se evidenciaba un fino trabajo en la compostura de los rasgos fisonómicos y la vestimenta. También el mueble revelaba un trabajo exhaustivo en los detalles sobre el mármol blanco de Carrara.
Para colocar la estatua se construyó un parque contiguo. Escultura y arquitectura se fusionaron armónicamente para componer un espacio urbano de Santiago de Cuba.
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La cambiante interpretación de la figura de Estrada Palma condenaría su monumento. Llegó el día en que el antes visto como patriota fue calificado de capitalista, farsante y vendepatria. Si tuvo alguna mínima virtud en su época, ya no importaba.
La estatua permaneció vertical durante cuatro décadas. Pero dejaría de estarlo. Al menos, no en el sitio que le destinara la voluntad del pueblo santiaguero a inicios del siglo XX. Por consideraciones políticas, fundadas en la polémica personalidad representada, se retiró el monumento en los primeros meses de 1959.
Su desmontaje privó a Santiago de Cuba de un importante conjunto escultórico, con la única muestra de estatua sedente sobre pedestal, diferente en su concepción formal al resto de los edificados en el período. También dejó vacío un espacio urbano que a pesar de los cambios experimentados, no volvió a contar con otra obra de similares cualidades artísticas.
El espacio dejado por el monumento retirado fue cubierto a inicios de la década de 1960 con una escultura de línea racionalista del político santiaguero Eduardo Chibás. Además, este pasó a ser el nombre oficial de la arteria popularmente conocida como Carretera del Morro.
En la posición y actitud de la estatua sobre pedestal, con el brazo acusador extendido y en diagonal, el escultor Mario Santí logró inmortalizar en bronce la fibra del líder del Partido Ortodoxo. No fue una obra mediocre. Tuvo el mérito de ser la única de cuerpo entero de la etapa. Sin embargo, la débil correspondencia de su tamaño en medio de la avenida empequeñece su integración con la amplia perspectiva urbana y la hace una efigie poco atendida.
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Accidentalmente tropecé con Estrada Palma en las fotos que me diera mi amigo en una memoria falsh. O en verdad no con él, sino con su estatua sedente, centenaria. Tampoco era la misma piedra reluciente que, con sus dos metros tallados a mano, coronaba el monumento descartado hace casi seis décadas.
Desde cuatro ángulos distintos fueron tomadas las imágenes siete años atrás. Al presidente se le ve rígidamente sentado en un rincón, frente a una pared como en callejón sin salida. La mirada de mármol, incisiva; no tiene ya el brillo original. La escultura está vandalizada. Las imágenes no identifican el lugar exacto en que se encontraba ni quién fue el retratista providencial.
Lamentablemente, no he logrado confirmar la ubicación del sitio; tampoco si aún hoy la estatua permanece allí o ha sido traslada. O algo peor. El destino de la pieza fotografiada en 2010 pudiera ser incierto.
Quien alguna vez tuvo un rol decisivo en la historia nacional y mereció el tributo tangible de sus contemporáneos, está condenado, si acaso, a trascender como un tenue “flashazo” de la memoria. En una imagen donde se le halle de imprevisto, eclipsado, ajeno al hombre que fue, con sus virtudes y defectos, sus aciertos y contradicciones.
quitando la primera parte, que parece la autobiografía de un presidente de cdr, el artículo está bien. no me genera ninguna simpatía estrada palma, pero las imágenes del 2010 ya son demasiado. la escultura podría estar en un museo sin hacerle daño a nadie
Alguien escribió que la historia la escriben los vencedores. Ha ocurrido desde siempre. Cuba no ha sido la excepción. La historia, por más que nos duelan o nos alegren algunos acontecimientos, no podemos desconocer unos y sobre dimensionar otros. Pero así ha ocurrido en Cuba en la era post 1959. Lamentablemente.
Quisiera saber de al menos una sola persona en Cuba (y el mundo) que no haya cometido errores, e incluso errores importantes de consecuencia para la vida del pueble cubano. En varios países de América Latina existen héroes patrios muy venerados y a la vez, repletos de problemas en su “trayectoria política” La intransigencia e intolerancia “revolucionaria” nos mata como país.
También removieron la de calle G av de los presidentes en el vedado . Solo los pies dejaron. Los aires anexionostas y la forma de tomar el poder cuando ampliamente el pueblo respaldaba a Masso o Gomez los condenaron en la historia . Pero al final es parte de la misma y no se debería borrar .
Desafortunadamente ese es el destino que corre lo que no se quiere o combiene divulgar de nuestra historia sea “mala o buena”, y que todos debemos conocer. Todo está en manos de la clase dominante. Cuántas estatuas no se bajaron de su pedestal por solo considerarse que no cumplía con los criterios de sus verdugos. Habrá que preguntar a las generaciones más jóvenes cuanto conocen de historia a través de los monumentos que se han erigidos y se perdieron para siempre en diferentes ciudades del país. Triste fue el destino de la estatua que estaba en el lugar que actualmente ocupa Memorial al Granma en la Habana Vieja, triste fue el destino de otras muchas que se encontraban dispersas en el Vedado y otros puntos de la ciudad. Solo se salvó la de José Miguel Gómez, porque alguien un poco más patriota y revolucionario fue visionario y justo con la Historia Toda de nuestra patria, no solo de la clase dominante.
Es algo que sucede a menudo: a figuras históricas que caen en desgracia, se les condena al olvido. Estrada Palma fue un hombre honesto y frugal, pero también fue un presidente mediocre, entreguista y cobarde. Solicitar una segunda intervención de los Estados Unidos fue el telón definitivo para su vida y obra. Traicionó el ideario político de Martí y se convirtió en símbolo de la neocolonia, y de los gobiernos títeres que le sucedieron. Podemos estar de acuerdo o no con la decisión de retirar sus estatuas, pero lo cierto es que no podemos, bajo ningún concepto, revindicar o tratar de apologizar una figura histórica que no solo se equivocó, sino que conspiró contra la independencia, y fue cómplice del tutelaje estadounidense y de la instauración de la seudorrepública. Adjunto links sobre Robert Lee, general de la guerra de secesión en EEUU: son dos artículos con diferente enfoque sobre un tema análogo al tratado en este escrito, la retirada (o su petición) de estatuas erigidas en honor a figuras históricas “controversiales”.
https://www.actuall.com/democracia/el-ultimo-disparate-de-la-correccion-politica-el-alcalde-de-charlottesville-quiere-retirar-la-estatua-del-general-lee/
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-40924577
Pues los “movimientos de tierra” en el Cementerio de Santa Ifigenia para la construcción del Mausoleo de Fidel Castro Ruz implicaron en su momento no solo la exhumación de los primeros cuerpos enterrados en la necrópolis, justo a la izquierda del pórtico de acceso y detrás de lo que era el Panteón de los Mártires del 26 de Julio, sino que incluso se manejó muy discretamente la posibilidad de “trasladar” la tumba de Tomás Estrada Palma a otro lugar. El argumento era que había “traicionado” el ideario martiano y que resultaba inconcecible que estuviesen uno tan cerca del otro. Estoy hablando de menos de diez metros para los que no conocen la disposición de ambas tumbas. Menos mal que primó la cordura o simplemente consideraron los tanques pensantes que resultaría muy costoso o francamente innecesario.
aconsejo a los lectores: http://www.vitral.org/vitral44/centen.htm; http://www.vitral.org/vitral50/cent.htm que me parece es algo que se le debe al pueblo de Cuba… análisis con apego a la verdad… y no con el enfoque sesgado… conveniente… divisionista… reduccionista… que le dan en los libros de Historia de Cuba por los que estudié cuando pasé la secundaria… y que son una afrenta a la verdad histórica… y a la memoria de Tomas Estrada Palma… gracias al autor de estos escritos en la Revista Vitral…
Otra de las tantas maneras de borrar la historia.
Qué pena de artículo, como si fuera imprescindible escribir, de esto. Genera confusión, malos entendidos.
Estrada Palma, no cometió errores humanos. Fue un traidor, un apóstata. Renegó al más grande de todos los cubanos, a nuestro apóstol y se puso al miserable servicio de otra nación, el imperio. ¿Qué pretende el autor¿ Rescatar a esta figura, o cobrar?
hace algunos años, mas de diez, visité el cementerio de Santa Efigenia como parte de un grupo de turistas, tuvimos algunas demoras para comenzar el recorridoo pues el guia no aparecia, y decidí por mi cuenta ir hasta la tumba de Martí, regresé y pude ver solo separada por unos pocos metros, un panteón que resaltaba sobre los demás por su tamaño y belleza, brillantes sus marmoles y solo en la parte inferior el nombre que lo identificaba, FAMILIA ESTRADA PALMA, el guía mas o menos nos dijo que ibamos a recorrer el cementerio Monumento Nacional donde descansan los restos de si mal no recuerdo mencionó unos 40 oficiales superiores del Ejercito Mambí, todas sus tumbas, explicó, tienen una bandera cubana y se le cambian las flores todos los días, excepto una, la de Tomas Estrada Palma que fue un traidor vendido al imperialismo.
Cuanta desinformacion, y no critico el articulo que de por si plantea un argumento valido. Pero creo que si bien se debe de hablar de estatuas y sus finales opacados por la suciedad, mucho peor es no contar la verdadera historia. Leyendo los comentarios me doy cuenta que gran parte de los foristas no sienten empatia por Estrada Palma, que cometio errores, que si anexionista, que entregista. Solo piensen un momento, respiren profundo y olviden las clases de sus maestros en Cuba, los libros de texto, las consignas. Cierren los ojos y haganse la idea de que estan viviendo en un pais destruido, sin recursos, siglo XIX finales, escacea la comida, la educacion, las obras publicas, espana retira toda la maquinaria de produccion, toda produccion que existe se va. Solo queda tierra para cultivar y una poblacion esclava sin educacion, no todos tenian la dicha de ser Maceo. De pronto una potencia extranjera, simbolo de libertad y progreso te tiende la mano, Guam y Puerto Rico se interviene, pero a Cuba no, a Cuba se le prioriza. Cuba nace como Republica con un hombre honesto el cual realizo por esa tierra muchisimo mas de lo que pocos imaginan y la historia solo le rinde ingratitud. Quien construyo los hospitales, las escuelas, quien guio las pautas para crear un gobierno eficaz, y aun asi saben que paso, el caudillismo. Luego de que Don Tomas saliera del poder Cuba pidio dos intervenciones a US, dos veces lo hicieron, eso da pena. Y EU lejos de robarle a esta tierra sento las bases para que naciera en la isla una recuperacion economica, para que miles de espanoles y europeos y personas de todo el continente emigrara a un pais con futuro propio. Y saben que las cosas no fueron mal mientras EU guio a Cuba, las cosas malas pasaron precisamente cuando sus hijos, los caudillos esos que que la historia menciona como caudillos hicieron lo que entendian. Se imaginan Cuba liederada permanente mente por estos hombres como Machado o Jose Miguel, sin la guia de EU, sin el apoyo financiero de los banqueros norteamericanos, yo me imagino Haiti, pero no quiero ser radical, tal vez algo cercano. Tomas fue valiente, honradisimo, mucho mas que todos los que vinieron despues del 59, murio pobre y con una mision imposible. Hacer de Cuba una nacion primer mundista y casi lo logra, sin embargo batista lo frustro cuando impidio a chivaz vencer en las elecciones. Y luego el desastre claro. Pues tal vez la historia de cuba, su pais no es como se la cuentan, no es de titeres y anexionistas, tal vez es de hombres que sonaron con una gran nacion y fueron desechados x un monton de oportunistas. Viva Cuba Libre
La historia es lo que pasó, los hechos tal y como sucedieron, gusten o no. Con sus personajes buenos o malos según la consciencia de quien los juzgue. La historia toda no tiene que estar contada en las estatuas y monumentos de un país. En estos, cada pueblo, según su gobierno, refleja a los personajes que considera dignos de honrar.
A la caída de la Unión Soviética vimos grupos de personas que con sogas tiraban de las estatuas de Lenin hasta derrumbarlas, para luego en su lugar levantar un templos para rendirle culto a McDonald, o Pepsi cola, o su prima Coca-Cola. A los que allende los mares nos aferrábamos con los dientes apretados, (y el estómago vacío), a los principios que promulgo Lenin nos parecía ultraje a tamaña figura, mas no dejábamos de reconocer que solo ese pueblo que promovía aquellos cambios sabia sus propias razones, erradas o no, (luego también se vieron imágenes de niños y ancianos en las calles pidiendo dinero bajo el frio europeo), luego también llegaron los días en que a “personajes históricos” como Gorbachov se le situó en el justo lugar.
Estrada Palma es un personaje en la historia de cuba, no por el fortuito hecho de haber nacido en Cuba, sino por las consecuencias marcadas que tuvieron para nuestro pueblo sus actos. Martínez Campos también es un personaje en la historia de Cuba, Maximiliano Weiler también lo es. Para ser un “personaje histórico” basta con haber realizado acciones que marquen nuestra historia. Ahora bien, a los monumentos y mausoleos solo van aquellos personajes que por derecho propio se han ganado ese reconocimiento.
No faltan quienes a falta de razones para convencer, usan mentiras para confundir. Para los niños cubanos Estrada Palma, (sin el “Don”), es un personaje de nuestra historia, un personaje que representa el entreguismo y la sumisión a un bisoño imperio yanqui. Representa la personificación de la traición al ideario de José Martí, quien en vida alertó sobre los peligros que implicaban para Cuba contraer deudas de “gratitud” con tan peligroso vecino.
Soy ateo, o sea, no tengo creencia religiosa alguna. No creo en la vida después de la muerte, (como no sea que se considere vivir servir de alimento a otro ser vivo). Estradapalma murió como el ser entreguista y servil que fue en vida. En las clases de historias se mienta su nombre, sus actos, y por el impacto negativo que tuvo en el desarrollo de nuestra nación y en la consolidación de nuestro sentido de independencia. Pero si bien en nuestra historia no faltan los personajes entreguistas, anexionistas, ya a la metrópolis española, ya al poderoso vecino del norte, los personajes que se reconocen y homenajean en bustos, estatuas y mausoleos, son aquellos que el pueblo reconoce como potenciadores de nuestro sentido de Patria. Por fortuna para nuestro orgullo, son muchos más, y mejores seres, aquellos que tuvieron un actuar que merece reconocimiento eterno, no solo en mármol o granito, sino en lo más profundo de nuestro agradecimiento. Sitio este donde jamás estarán “personajes históricos” como Estradapalma, New Yorkeres y fauna acompañante.
Como dice TM 61, solo el pueblo decidirá quien se queda y quien no en la historia y los monumentos. Yo espero que en un futuro los cubanos hagamos como los rusos, que siguieron respetando a Lenin y al Tzar, a Ekaterina la Grande y Mikhail Kalinin. La historia es plana y uni direccional, no se puede cambiar aunque muchos quieran. Precisamente Cuba acaba de recibir documentos españoles sobre acciones militares de los colonizadores contra nuestros mambises y se le ha dado bombo y platillo. Quiza entre los documentos se explique como se fusilaba a los mambises o como Valeriano Weiler organizaba los campos de concentración. Claro, esto tiene valor porque le conviene al gobierno de hoy politicamente, aunque no deja de ser hipocresía. En el plano de la cultura parece que se estan haciendo correciones y personas borradas de la historia del pais vuelven a aparecer: Lezama Lima, Celia Cruz, …Que opinarias si en 50 años alguien decide desmontar el monumento al Che luego de una revision historica?, y la piedra de Santa Efigenia?
Pienso ke debió ser una época bien difícil, mi bisabuelo dio lo mejor de sí en ese momento histórico, quizás otro lo hubiera hecho mejor, o peor, gracias a todos los que opinaron, se les agradece de corazón