Cooperstown sin cubanos en 2015

A pesar de llegar con tres sólidos candidatos, el número de jugadores cubanos exaltados al Salón de la Fama de la MLB no crecerá en 2015, pues en una jugada poco esperada el Comité de la Era Dorada anunció este lunes 8 de diciembre que ninguno de los aspirantes habían conseguido el mínimo de votos necesarios para ingresar a la respetada institución.

Muchos apostamos por lo que parecía lógico: entre tres atletas excepcionales como Orestes “Minnie” Miñoso, Luis Tiant y Tony Oliva, alguno tenía que incluirse entre los inmortales de Cooperstown para engrosar la historia cubana en la más poderosa liga de béisbol del mundo. Pero lo increíble sucedió, y con los tres cubanos, junto al resto de los candidatos (Jim Kaat, Ken Boyer, Gil Hodges, Dick Allen, Billy Pierce, Bob Howsam y Maury Wills), no obtuvieron su boleto al cielo de la MLB.

El Comité de la Era Dorada está a cargo de seleccionar jugadores que vieron sus mejores años en la MLN entre 1947 y 1972, y consta de 16 miembros entre periodistas, exjugadores (ya exaltados) e historiadores. Los aspirantes a incluirse dentro de las filas de Cooperstown precisan 12 votos coincidentes, y este año nadie los consiguió.

Para esta ocasión el grupo de 16 decisores estuvo integrado por los ya exaltados al Salón de la Fama Pat Gillick, Ferguson Jenkins, Jim Bunning, Rod Carew, Al Kaline, Joe Morgan, Ozzie Smith y Don Sutton; los ejecutivos del pasado y del presente Jim Frey, David Glass, Roland Hemond y Bob Watson; y los periodistas Steve Hirdt, Phil Pepe, Tracy Ringolsby y Dick Kaegal.

Oliva, el espectacular bateador de los Mellizos de Minnesota (1962-1976), fue el cubano que más cerca estuvo de lograrlo para 2015, pero quedó a solo un voto de su inclusión en el Salón de la Fama; idéntico resultado que el obtenido por el jugador de cuadro estadounidense Dick Allen.

A Oliva le sobraban condiciones al igual que sus coterráneos, en 14 años de participación en la Gran Carpa ganó tres títulos de bateo (1964, 1965 y 1971), estuvo presente en ocho equipos de estrellas de la Liga Americana, dueño de un guante de oro en 1966, promedió 304 de average y su número ha sido retirado por los Mellizos en señal de profundo respeto.

Por su parte, a Miñoso y Tiant se les niega una vez más la entrada a Cooperstown a pesar de que muchos expertos consideran tal decisión como una injusticia, pues una institución creada para premiar la excelencia deportiva no debería obviar repetidamente a dos de los históricos jugadores de los años 50 y 60 del pasado siglo, dos hombres cuyas carreras estuvieron plagadas de éxitos y reconocimientos.

Miñoso (ocho votos de respaldo en la revisión para 2015) es una de las leyendas vivas de los Chicago White Sox, fue el primer jugador latino y negro en jugar —y brillar— en las Grandes Ligas a partir de 1949 (la era moderna). Jardinero estrella, durante su estancia en este equipo Miñoso estuvo incluido siete veces en el Juego de las Estrellas (en total participó en nueve oportunidades, las otras dos como integrante de los Indios de Cleveland), ganó tres guantes de oro y en tres ocasiones encabezó la Liga Americana en triples y bases robadas.

Tiant, nacido en el barrio habanero de Marianao, solo consiguió tres votos y está considerado como uno de los lanzadores icónicos de su época. Defendió en el box los uniformes de seis elencos de las MLB entre 1964 y 1982 (Indios, Mellizos, Medias Rojas, Yankees, Piratas y Ángeles de California). Tiant consiguió  balance de 229 victorias y 172 derrotas, con 2416 ponches y un promedio de carreras limpias de 3.30 en 3486.1 entradas. Además, estuvo incluido en tres Juegos de Estrellas (1968, 1974 y 1976).

Según refleja el sitio oficial de las Grandes Ligas, la directora del Salón de la Fama, Jane Forbes Clark, aseguró que “los resultados de hoy son un recordatorio de que la elección al Salón de la Fama es increíblemente difícil y que es el mayor honor que un individuo puede recibir en el béisbol”.

Sin embargo, muchas han sido desde ayer las muestras de inconformidad con esta situación. La lista de propuestas se antojaba sólida y los cubanos tenían la oportunidad de hacerse justicia ante la historia de la MLB. Mas, el Comité de 16 expertos no obtuvo consenso y las esperanzas de diez jugadores que marcaron una época fueron postergadas.