ES / EN
- mayo 15, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Cuba Sociedad Tradiciones

Leonardo Valdés, un buscador de tesoros

por
  • Maykel González Vivero
    Maykel González Vivero
mayo 22, 2016
en Tradiciones
5
Foto: Maykel González Vivero

Foto: Maykel González Vivero

Encontrar un tesoro ha sido uno de los sueños más apetecidos de la gente en todas las épocas. Por eso la creencia en los derroteros –el mapa que conduce a una botija, la indicación feliz de un fantasma que quiere ceder su botín– quizás sea el mito más perdurable de la imaginación insular. No hay otro que exprese con más belleza el optimismo perseverante del guajiro. El drama del pobre que no se conforma con su suerte. Es cierto que también remite, con cierta amargura, a la irresponsabilidad tan cubana de esperarlo todo de la Providencia. El drama del pobre que se conforma con la magia.

Conocí a Leonardo Valdés en el pueblo de Amaro, cerca de Santo Domingo, en el centro de Cuba. Yo quería hablar de otra cosa, pero Leonardo se entusiasmó ante la mención de los derroteros. Oyó “oro” y se le encendieron los ojos. Tiene ochenta años, y ha pasado la mayor parte hurgando en los montes.

–¿Cómo te iniciaste en el oficio de buscador de tesoros?

–En un lugar que le dicen Yabusito. Había un señor ahí que tenía mucho dinero en oro, José Ramón Artiles. Mi papá le compraba bueyes a él. Papá tenía negocio de bueyes y carretas. Cuando iba a comprarle con billetes, ese hombre le decía: “Valdés, si usté no tiene oro, después me lo paga, más alante me lo paga…”. No aceptaba otra cosa. Todo el dinero lo tenía guardado.

Un buen día mandó a hacer un tubo de bronce de seis pulgadas y un metro de largo. Ahí echó el dinero y lo guardó. Cuando se estaba muriendo, el hermano vino a donde estaba él y le dijo: “Mira, tú estás muy enfermo, el fin es morirnos tú y yo, que ya estamos viejos, di dónde tienes el dinero”. Y él contestó: “Mi dinero no me lo chulea nadie”. Se murió y el dinero quedó enterrado. Yo fui a esa finca a buscar el dinero. Anduve y anduve, me pasé una semana abriendo huecos en distintos lugares y no encontré nada. Todo eso lo he llenado de huecos buscando dinero.

–¿Conoces muchos derroteros como ese?

–Hay una versión de otro derrotero mental, que yo conocí por los cuentos de los viejos.

En El Indio había un conde que le decían “el conde del Indio” [José Eugenio Moré, conde de Casa Moré]. Al conde ese le avisaron que había una banda, unos bandoleros. Les decían “los guerrilleros”. Eso fue cuando las guerras anteriores. Donde quiera que había un terrateniente con mucho dinero, iban, lo asaltaban y lo mataban. Le quitaban el dinero. Otros nada más se llevaban un poco y decían que era para la guerra.

–¿Cómo supiste de esa historia, que parece tan antigua?

–Conocí a un muchacho que su bisabuelo había trabajado con el conde. Y entonces por la familia se fue corriendo la versión: cuando le avisaron al conde que venían los guerrilleros, cargó un mulo de dinero y salió huyendo. Él tenía un amigo, otro adinerado dueño de la finca La Esperanza, y vino para allí. Enterró el oro y siguió huyendo. Lo cogieron en el río, brincando por donde está el puente. Lo cogieron los guerrilleros y lo mataron. Pero el dinero se quedó en la finca esa. Yo fui y abrí mucho hueco también, pero hay una piedra mineral ahí que los detectores marcan igual que el oro. Abrí varios huecos, y siempre encontraba la misma piedra, una piedra con unas vetas marrón. Quitaba la piedra y el equipo dejaba de funcionar. Y desistí. Dije: “No, no, así en esta forma no puedo encontrar na’, me voy a morir de hambre dando pico y pala aquí”.

Ruinas en el Escambray. Foto: Maykel González Vivero
Ruinas de la casa del conde de El Indio. Foto: Maykel González Vivero

–Parece un poco fantástica la anécdota del conde…

–Lo del conde sí era verdadero. La casa de él estaba ahí a la orilla de la carretera de Mata. El muchacho que trabajaba conmigo, el que me hizo la historia, Caraballo, me acompañó a otra laguna a lo mismo. El bisabuelo de él no sé si fue esclavo, o qué cosa fue en esa época.

Aquí en la finca Flor de Cuba dicen que también hay un dinero. Mucha gente lo lucha y han hecho mil huecos. Yo también fui. A explorar, a buscar, a abrir huecos. A ver. Y no encontré nada. En dos ocasiones fui. Porque una vez vino una gente con un derrotero de La Habana. Se aparecieron aquí a verme a mí, a ver si yo lo conocía. Digo: “Sí, cómo no lo voy a conocer si ya he ido dos veces”. Y fui con ellos. Nada. No encontré nada tampoco.

–En este mundo de los tesoros ocultos hay mucho de sobrenatural, ¿no?

–Oye esto: yo tenía una tía que era solterona, y ella a cada rato hacía la historia de un sueño donde le daban un dinero. Siempre estaba con esa lucha. Un día le dice mi hermano: “¿Tú te acuerdas bien cómo era el lugar en que te daban el dinero?” Y ella sin haber ido nunca le dijo: “Hay una laguna así, así, así… Hay una guásima, y entonces al lado de la guásima hay una piedra, abajo de la piedra es donde está el dinero.”

Mi hermano convidó a uno y fueron allá, a ese lugar que ella más o menos le describió. Y efectivamente encontraron la guásima, encontraron la piedra, y empezaron a escarbar. Bajo la piedra había un vacío. Metieron la mano y sacaron el hueso de una persona, la tibia. La llevaron a analizar a un veterinario. Pero cuando sacaron el hueso parece que cogieron miedo, y el hueco se les llenó de agua. Tenían que sacarla al borde de la laguna, para poder seguir trabajando allí. Parece que se acobardaron, porque no siguieron la búsqueda. Le cogieron miedo al esqueleto. Yo era muchacho cuando oía esa historia.

–¿Y no se te ocurrió probar con ese derrotero?

–Hablando del problema del conde del Indio con Caraballo, le hago el cuento de mi tía y me dice: “Vamo’ allá, ¿tú no sabes dónde es?”

Buscamos un pico y una pala y una mandarria. Arrancamos en bicicleta y llegamos al lugar, pero la guásima ya no existía, y había varias piedras a la orilla de la laguna. Encontramos el lugar por lo que le oí a mi hermano en sus conversaciones. Allí hicimos varios huecos y qué va, no encontramos nada. Nos cansamos, se hacía de noche, y le dije a Caraballo: “Hemos perdío el viaje”.

–He oído que debes cumplir con ciertos requisitos para quedarte con el tesoro…

–Cuando un muerto te da un dinero tienes que dejar un objeto tuyo. No puedes irte y virar la espalda. Porque si no después no encuentras el lugar. Si llevas espejuelos, dejar los espejuelos, o quitarte la camisa y dejarla ahí para poder regresar a ese lugar. Si no, no lo encuentras. Yo siempre lo tengo en mente. Si veo algo me quito los pantalones, los dejo si tengo que dejarlos.

–La gente también habla de dinero de esclavos…

–Frente a casa de Amado Sánchez, en Las Nieves, hay unas matas grandes, unos árboles, no sé de qué son, si son de guásima. Eso era un cementerio de esclavos. Y yo quería ir, pero nunca tuve un acompañante. Porque dicen que los esclavos tenían sus ahorritos para comprar la libertad y cuando se morían los enterraban con ese dinero si no lograban el objetivo de ser libres.

–¿Nunca has tenido miedo en esas andanzas por ahí, con fantasmas involucrados?

–“Es posible que el oro expulse algún gas que refleje en la noche, pero eso de que salen luces, esas son historias… Yo estuve en todos los lugares donde decían que había luces, y nunca vi ninguna luz. Yo no tenía miedo. A mí me decían “en tal lugar sale una visión” y yo iba de noche a explorar allí. Ni tenía ni tengo miedo. Donde me digan a mí que sale una visión y yo crea que pueda haber dinero, voy allí de noche, a la hora que sea.”

Es vivaz la charla de Leonardo. Casi se palpa el oro. A la salida, sin embargo, me advierte su mujer: “Muchacho, no le hagas caso. Una vez, una sola, se encontró una monedita… y se le perdió.”

Foto: Maykel González Vivero
Nivia, la esposa de Leonardo. Foto: Maykel González Vivero
Noticia anterior

Abrazos

Siguiente noticia

El Sol en el Caribe: Amigo-Enemigo

Maykel Gonzalez Vivero

Maykel Gonzalez Vivero

Artículos Relacionados

El maestro del ron cubano Asbel Morales sirviendo ron Havana Club, en el almacén de maduración de la destilería de San José, provincia de Mayabeque.Foto: Ernesto Mastrascusa/ EFE.
Tradiciones

En busca del cambio generacional en el saber hacer de los maestros del ron cubano

por EFE
febrero 9, 2025
0

...

Cuba celebra el advenimiento del Ano Nuevo para China en el Paseo del Prado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez
Tradiciones

¡Un dragón en el Prado! China celebra feria de Año Nuevo Lunar

por Redacción OnCuba
enero 26, 2025
0

...

Desde la Casa del Cimarrón, los miembros de la expedición. Foto: Julio Larramendi.
Tradiciones

El Camino del Cimarrón: listo para el horario de máxima audiencia

por Guillermo J. Grenier
agosto 19, 2024
0

...

Lorena Faccio. Foto: My Reguera. Cortesía de la entrevistada.
Cocina

Lorena Faccio desde su cocina: “Uso lo que hay y transformo lo que veo”

por Deborah Rodríguez Santos
junio 21, 2024
0

...

Manuel Ángel, mi padre; Elvira Serrano, mi madre, cargando a mi hermano Rodolfo, y
mi hermana Marta el día que cumplía 5 años. Yo soy el “angelito” que sonríe. En
nuestro apartamento de La Habana Vieja, 1968. Foto: Cortesía del autor.
Tradiciones

Papá en los años duros

por Ernesto Daranas
junio 16, 2024
1

...

Ver Más
Siguiente noticia
Foto: José Rubiera

El Sol en el Caribe: Amigo-Enemigo

Las lunas de San Juan

Comentarios 5

  1. CHINO says:
    Hace 9 años

    Una historia amena ,ojala el señor encuentre algún tesoro, antes de dejar este mundo.

    Responder
  2. William says:
    Hace 9 años

    Siempre me encantó escuchar las historias de tesoros y botijas de los abuelos en el campo, precisamente mi abuela vivía cerca de Amaro, cuatro kilómetros monte adentro, allí esas historias abundan como las hormigas, y la que más me fascinó desde chiquito fue el dinero enterrado por un terrateniente durante la guerra del ’95 en las lomas del Mariscal, cerquita del central Carlos Baliño. Una vez me animé a intentar encontrarlo con un detector de metales, pero después de batallar solo, a puro machete 5 horas con el marabú, para llegar a la cima de la loma y solamente avanzar 20 metros, desistí y hasta hoy vive la leyenda. En fin, historias y folklore propio de nuestros campos que enriquecen nuestra cultura, gracias al autor por compartirla, tal como lo hiciera en su tiempo el gran Samuel Feijoo.

    Responder
  3. Amy V says:
    Hace 9 años

    Qué linda historia, siempre me han fascinado! Creo que si debe existir algun que otro tesoro o botija enterado por los campos de Cuba.

    Responder
  4. Carlos Ruben Armas says:
    Hace 9 años

    Mi amigo, Leonardo, el guapo, Valdes, mi barbero en la adolecencia, compañero inseparable de mi papá en cuanta fiesta, guateque o cumpleaños hubiera, siempre tocando el tres, pidiendo que los repentistas recitaran sus versos. Esa es solo una de sus historias, los que lo conocemos sabemos que se puede estar escuchandolo horas hablar sobre cualquier tema.

    Responder
  5. Alain flores says:
    Hace 5 años

    Buenas y muí bonitas historias puedo decir que es una lástima que Leonardo no halla podido tener equipos como lo hay hoy en la actualidad yo tengo varios y por cierto sofisticados Leonardo pudo haver realizado el sueňo de su vida, haver sacado algo aunque sea una sola vez y no irse de la vida frustrado o quizás con la ilusión de haver sacado un día algo tan solo una ves con eso hubiera bastado aunque quiero decirle que Leonardo vivió la aventura la difruto la gozo y eso es lo que cuenta y eso en el buscador forma parte de la vida leonardo mi respeto para usted, Leonardo si usted está vivo contáctenme este es mi número alain ciego de ávila majagua 54 515927 saludos

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • Foto: Kaloian.

    Turismo cubano: más que el honor en juego

    93 compartido
    Comparte 37 Tweet 23
  • Tribuna Antimperialista de La Habana se alquila para eventos, ¿o no?

    184 compartido
    Comparte 74 Tweet 46
  • El sector privado cubano no se ha debilitado, al contrario

    419 compartido
    Comparte 168 Tweet 105
  • ¿Quién podría ser el próximo presidente de Cuba?

    494 compartido
    Comparte 198 Tweet 124
  • Gobierno sube los precios mayoristas del cemento para “eliminar el subsidio del Estado”

    32 compartido
    Comparte 13 Tweet 8

Más comentado

  • ¿Quién podría ser el próximo presidente de Cuba?

    494 compartido
    Comparte 198 Tweet 124
  • 8 preguntas a Rodrigo García

    17 compartido
    Comparte 7 Tweet 4
  • El sector privado cubano no se ha debilitado, al contrario

    419 compartido
    Comparte 168 Tweet 105
  • Otro comercio en dólares: inauguran tienda mayorista para el sector empresarial en Cuba

    735 compartido
    Comparte 294 Tweet 184
  • El Palacio de los comerciantes 

    60 compartido
    Comparte 24 Tweet 15

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}