Totó La Momposina está de vuelta en Cuba, ahora como invitada a la 33 edición de la Fiesta del Fuego en Santiago de Cuba.
“Habitamos el universo como cualquier otro elemento, no somos ni más ni menos”, dijo la Momposina antes de desenfundar de su pecho otra exclamación impetuosa, que sirvió de bautizo para la 33 edición de la Fiesta del Caribe: ¡“Que Viva Cuba y su música”!
Esta “cantadora” de la música de la identidad, como gusta llamarse, nació el primero de agosto de 1940 en Talaigua, municipio de la isla de Mompós, perteneciente al Caribe colombiano, región a la que se le dedica la también esta edición de la Fiesta del Fuego. Su origen, y el haber utilizado la palabra “totó” para nombrar todas las cosas que la rodeaban cuando era pequeña, se convirtieron para siempre en su firma y credencial.
Antropóloga empírica y estudiosa profunda de la música, ha llevado su voz y los ritmos autóctonos del Caribe a importantes plazas culturales de Europa, y los extremos Norte y Sur de América, entre otras regiones.
En su currículo profesional resalta, como presentación paradigmática, la que realizara en Estocolmo durante la entrega del Premio Nobel de Literatura a Gabriel García Márquez, en 1983. La elección no fue azarosa: el Gabo comprendía perfectamente que quien mejor podía acompañar sus letras en el empeño de salvar generaciones de siglos de soledad eran los ritmos musicales y danzarios rescatados por Totó del Macondo de la marginación cultural.
La Momposina cree que a quien le regalan un don debe cuidarlo tratándolo con mesura, sin excesos; con disciplina sacerdotal. Por eso se limita de tantos placeres terrenales y luego alcanza la mayor entrega espiritual en el escenario.
Aprecia el contacto cercano que ha podido tener con el público en Cuba. Muchos de sus coterráneos vinieron a deleitarse con su voz aquí, porque en Colombia, así tan diáfana, no la pueden disfrutar.
Esta mujer de mil vueltas de cadera, para quien la danza es un lenguaje de transmisión de valores, de comunicación familiar, valora ante todo la verdad, la honradez y el compromiso, por eso motiva a su hijo para que apoye al máximo la escuela cubana que le enseñó de arte y literatura: “reúne a tus compañeros, haz lo que tengas que hacer, pero ayuda”.
Tú no puedes comprar el viento, tú no puedes comprar el Sol, tú no puedes comprar la lluvia, tú no puedes comprar el calor…niega rotunda Totó La Momposina en la canción Latinoamérica que le dejó 2 Grammy Latino y todavía arrebata vítores, aplausos y lágrimas.