La flotilla de la Marina de Guerra de Rusia, que incluye una moderna fragata y un submarino de propulsión nuclear, llegó en la mañana de este miércoles a La Habana como parte de una visita programada que ha generado gran expectación por su significación geopolítica.
El buque petrolero de la flota Pashin, encabezando la flotilla, comenzó su entrada en la bahía de La Habana pasada las siete de la mañana, con apoyo técnico cubano.
Agrupación de buques de la Armada de la Federación de #Rusia comienza su entrada en la bahía de La Habana. El primero en hacerlo es el tanquero Académico Pashin.#Cuba @ArletyBarazal @CanalCaribeCuba pic.twitter.com/N1Fckfohzc
— Singh Castillo (@SinghCastillo) June 12, 2024
Según informó el Gobierno cubano, a este buque logístico le acompañaban la fragata Gorshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazan y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker. Permanecerán en puerto habanero hasta el 17 de junio.
El Departamento de Defensa de EE. UU., que aseguró estar siguiendo los movimientos de la flotilla desde hace días, aseguró no percibir este movimiento ruso como una amenaza. No obstante, varios buques de guerra estadounidense se movilizaron para seguir la trayectoria de la flotilla, al acercarse a la costa de Florida.
El Departamento de Defensa de EE. UU. agregó que prevén que el destacamento recalara también en puertos venezolanos y que realice maniobras marítimas y aéreas durante el verano septentrional en aguas internacionales del Mar Caribe.
Estas fuentes no mostraron preocupación por la presencia militar rusa cerca de Estados Unidos. “Los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval rutinaria y no nos preocupan, ya que no representan una amenaza directa”, afirmaron.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó este martes que la flotilla aprovechó su desplazamiento por aguas internacionales del Atlántico para realizar unos ejercicios que incluyeron el lanzamiento virtual de misiles “de alta precisión”.
La fragata Gorshkov, de la última generación de fragatas rusas, empezó a operar en 2018 y ha participado en maniobras multinacionales en los últimos años y en el ejercicio en que se entrenó el lanzamiento de misiles hipersónicos Tsirkon desde el mar en 2023.
El Kazan es un moderno submarino de propulsión nuclear con capacidad para disparar misiles de crucero que entró en funcionamiento en 2021.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba (Minfar) la definió como una visita protocolaria. Afirmó en un comunicado que se trata de una “práctica histórica” entre países con “relaciones de amistad y colaboración”. La embajada rusa en La Habana habló de “una muestra más de la amistad ruso-cubana”.
El Minfar afirmó anticipándose a las dudas que “ninguno de los navíos es portador de armas nucleares” y subrayó que la escala “no representa amenaza para la región”.
Según Efe, el movimiento se dio a conocer poco después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciase que estaba dispuesto a tomar “medidas asimétricas” tras conocer que varios países occidentales iban a permitir a Ucrania emplear el armamento que le entregan para atacar a Rusia en su territorio.
Antes de llegar a Cuba la escuadra naval rusa ejecuta maniobras en el Atlántico
En los últimos años, dos flotillas rusas visitaron la isla; pero, ninguna con un submarino nuclear. En junio de 2019 tuvo lugar la última, que estuvo también encabezada por la Gorshkov. La anterior visita fue en 2013.
Cuba y Rusia han profundizado sus históricas relaciones en los ámbitos político, militar y económico. Los cubanos, acuciados principalmente por la grave crisis que padecen; los rusos, por consolidar su magra red de aliados y el valor geoestratégico de la isla, precisa Efe.