A Llinersy que la hayan invitado al Encuentro Mundial de Premios Nobel, en la ciudad alemana de Lindau, la tomó por sorpresa. Cuando le confirmaron que su presencia sería posible casi no se lo cree. Llinersy Uranga, estudiosa de la física cuántica y docente en la Facultad de Física de Universidad de La Habana, es una joven modesta, que evita todo cuanto puede hablar de sus logros personales aunque, por cierto, no son pocos.
Tiene el Premio por la excelencia de la investigación a un Científico Joven otorgado por la Academia de Ciencias del Caribe y la Academia de Ciencias del Tercer Mundo (CAS-TWAS por sus siglas en inglés), distinción gracias a la cual se convirtió automáticamente en nominada para asistir a la prestigiosa cita de la ciudad bávara.
A diferencia de otros países, Cuba sólo ha figurado en tres ocasiones dentro de la lista de participantes en los 66 encuentros que hasta ahora han tenido lugar en Lindau, cifra que según Uranga responde a la falta de divulgación del evento dentro de la comunidad científica cubana.
“Mentiría si te dijera que conocía de este encuentro“, confiesa a OnCuba, al comenzar la entrevista que tuvo lugar en uno de los salones de conferencias del StadtTheater o Teatro de la Ciudad, edificio de origen medieval y sede por estos días de buena parte de las conferencias, mesas redondas, lecturas y conversatorios.
“La Academia de Ciencias de Cuba, como la de todos los países, cuenta con la posibilidad de nominar a jóvenes destacados en la investigación científica. Pero es una información poco conocida”, insiste la joven.
La institución cubana se encuentra registrada dentro de los socios acádemicos del evento y gracias a ese estatus puede, efectivamente, nominar a cualquier joven cubano menor de 35 años, con fluidez en el dominio del inglés, que curse sus estudios universitarios, de doctorado o postdoctorales y que sea poseedor de una excelente trayectoria académica en el ámbito de la física, la química y la medicina.
“Es impresionante estar aquí- comenta Llinersy- porque uno puede intercambiar con muchísimos jóvenes científicos que tienen otra visión de las investigaciones que se realizan en el mundo, y así uno se actualiza de lo que se hace y te ofrece nuevas maneras de ver la investigación que estás realizando. Abre, además, posibilidades de colaboración y muy importante, adquieres la experiencia de los Premios Nobel que más que todo te inspiran a continuar con tu trabajo y a hacer cosas que realmente ayuden a nivel de tu país o tu región.“
Parte de sus búsquedas en la física teórica la han llevado a profundizar entre otros temas, en la dinámica cuántica en sistemas moleculares de muchos cuerpos y a soñar con la aplicación de estás y otras investigaciones para obtener, por ejemplo, una forma eficaz de almancenar el hidrógeno contenido en el agua y usarlo para la generación de energía eléctrica.
Durante la reciente edición Llinersy encontró discusiones que tratan sus temas de estudio. A Lindau asistieron los científicos que desarrollaron los modelos en los cuáles ella incursiona.
“Este encuentro tiene la posibilidad que tienes diversas ramas de la Física, en este caso, que pueden aportar igualmente a tu propia investigación porque hay métodos que se pueden aplicar y te abren la vision del tema en el que trabajas y de otros en los que eventualmente te gustaría trabajar“.
La presencia de más de veinte premios Nobel, entre ellos, los profesores Takaaki Kajita (Japón) y Arthur McDonald (Canadá), galardonados en el 2015 con el Nobel en Física por su pionero estudio de los neutrinos, o el físico estadounidense William D. Phillips, merecedor del máximo galardón en 1997 debido al desarrollo de métodos para enfriar y atrapar átomos con rayos láser, constituyó para los más de 300 jóvenes presentes una oportunidad única y como apunta la doctora Uranga, un reto.
“Este año por ejemplo está también el profesor japonés Hiroshi Amano, al que le fue otorgado el Premio Nobel en el 2014 por el descubrimiento del funcionamiento de los LEDS, una invención que va a revolucionar el consumo de energía a nivel mundial. Esto es un ejemplo de un resultado de las investigaciones físicas y que tiene un impacto en la vida cotidiana”, dice Uranga.
Desde el primer encuentro en 1951 la idea de construir y fortalecer los lazos entre los científicos de todo el orbe estuvo siempre clara. De hecho en aquel entonces, en época de post-guerra, la cita iniciada por los físicos Franz Karl Hein y Gustav Wihelm Parade junto al conde de Wisborg, Lennart Bernadotte (dueño de la isla Mainau sede del Consejo y de la Fundación que organizan los encuentros) devino acto de reconciliciación entre los prestigiosos investigadores europeos que luego extenderían el alcance de la reunión a todo el mundo.
El éxito de la idea llevó a su establecimiento periódico, dedicado alternativamente a los premiados con el Nobel en disciplinas como medicina, física y química. Hacia el 2004 se celebró el primer Encuentro adicional de Lindau en Ciencias Económicas, que contó con la concurrencia de prominentes figuras como Reinhard Selten, premiado en 1994 por su teoría de juegos no comparativos.
De esta forma la pequeña y añeja ciudad alemana, a orillas del Lago Constanza, se convertiría, cada año en el mes de junio, en el epicentro del diálogo científico intergeneracional. Esta vez, además, tuvo un dato peculiar: la cubana Linersy Uranga vivió la experiencia y se lleva consigo la inquietud por conectar a su Isla con este nivel de la ciencia internacional. No es tan imposible.
Estoy seguro de que talento local tenemos. Lo que falta es la información y sobran las trabas mentales que se convieten en grandes rocas en el camino de los jovenes científicos.
Casi no reconocí a Llinersy en la foto pero sabía que “en alguna parte la había visto”. Yo no estoy entre sus amigos o compañeros de trabajo de todos los días, ocasionalmente participamos en alguna reunión. Me ha dado doble satisfacción conocer que es una cubana y una profesora de la Facultad de Física de la UH quien regresa a Cuba a estas citas. Yo también creo que es una persona modesta y directa, y que son de las cualidades que la verdadera inteligencia da a la persona. Es una enseñanza martiana el considerar que un carácter sencillo puede ser el anuncio de una mentalidad de genio. !Felicidades LlU!
Inolvidable será esa experiencia para la joven científica cubana y excelente profesora de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana
Dianela:
Soy Saturnino Rodríguez, seleccioné una Antología de la minificción cubana, que saldrá por Letras Cubanas, donde incluí tu trabajo Apuntes literarios sonre Alonso Quijano, y necesito contactar contigo para algunos datos que exige el editor. Favor de comunicarte por el correo saturno49@gmail.com