En La Habana hay, desde hace poco tiempo, un zoológico de mariposas. En la Quinta de los Molinos fue creado un vistoso ecosistema –el primero de su tipo en la Isla– con mariposas de todas las formas, tamaños y colores. Allí se les ve en huevecillos sobre plantas hospederas y también copulando.
Aunque el cortejo de los machos es muy variable en las diferentes familias de lepidópteros, se basa genralmente en exhibiciones y la producción de feromonas sexuales. Durante las maniobras de vuelo los machos cubren a las hembras con el olor de las sustancias secretadas.
El promedio de vida de una mariposa es de un mes aproximadamente; las más pequeñas viven alrededor de una semana, mientras que algunas como las Capas de luto y las Reyes pueden vivir hasta nueve meses.
Las mariposas son insectos de metamorfosis. Su ciclo de vida consiste en cuatro fases distintas: huevos, larva u oruga, pupa o crisálida y adulta. Cada etapa tiene un objetivo diferente. Las orugas, por ejemplo, requieren comer mucho y los adultos necesitan reproducirse.
En Cuba existen más de 200 tipos de estos polinizadores. Actualmente existen 18 especies que se consideran exclusivas del país. En la Quinta de los Molinos están protegidas por una malla antiáfida que impide la entrada de sus enemigos naturales –arañas, lagartijas y hormigas– y hay también un cuarto de cría para elevar su nivel reproductivo y poder lanzarlas, después de determinado tiempo, a su medio natural.