El 16 de enero de 2012, Daisy Rubiera Castillo me entregó la copia de Afrocubanas: Historia, pensamiento y prácticas culturales, publicada por Editorial Ciencias Sociales que me había guardado del lanzamiento del libro en 2011 en La Habana. En la inscripción en el interior nos identificó como colegas y hermanas en los “sueños y batallas por la igualdad racial.” Inmediatamente volví a mi casa en La Habana y comencé a devorar los ensayos del volumen sobre la historia y las experiencias vividas de las mujeres negras en Cuba. Tan pronto como leí la introducción, supe que este era un libro que se necesitaba desesperadamente en inglés. Mis colegas, estudiantes y familia en los Estados Unidos necesitaban la oportunidad de aprender sobre los feminismos negros en Cuba de las mismas mujeres Negras cubanas. Casi una década después, el sueño de una traducción al inglés de esta innovadora colección se ha hecho realidad.
Tuve la suerte de establecer relaciones con las editores y muchas de las contribuyentes de Afrocubanas a fines de la década de 2000 durante mi residencia en La Habana para el trabajo de campo de mi primer libro Antiracism in Cuba: The Unfinished Revolution (University of North Carolina Pres, 2016). Estoy en deuda con Daisy Rubiera, Inés María Martiatu Terry (Lalita), Georgina Herrera, Sandra Álvarez, e Irene Ester Ruiz Narváez por su brillantez intelectual, compromiso persistente con el feminismo negro y disposición para compartir su trabajo conmigo cuando era joven estudiante graduada de los Estados Unidos. Desde esos primeros años, hemos colaborado en una variedad de proyectos, y me siento honrada de poder llamar a estas increíbles mujeres negras mis mentoras y amigas.
Este libro no hubiera sido posible sin el apoyo organizativo de los editores de la serie “Creolizing the Canon”, Jane Anna Gordan y Neil Roberts. Neil Roberts inició este proyecto con un simple correo electrónico preguntando si sabía algún buen libro en español que debería traducirse al inglés. También estoy agradecida con los revisores y porristas del volumen que apoyaron esta traducción desde sus primeras etapas, Odette Casamayor-Cisneros, Alejandro de la Fuente, Tanya Saunders y Agustín Lao-Montes. Traducir casi cuatrocientas páginas no es tarea fácil. Sin embargo, la profesora de la UCLA, Karina Alma, no solo estuvo a la altura del desafío, sino que aportó gracia y elocuencia a este proyecto. Trabajamos estrechamente con académicos de la historia y la sociedad cubanas para ayudar a traducir los cubanismos que no se movieron fácilmente al inglés, ya sea por el período de tiempo, la especificidad geográfica o temática.
Afrocubanas coloca las experiencias de las mujeres negras y mulatas en el centro de la sociedad cubana. Con ensayos de autores cubanos conocidos y recientemente publicados, este volumen histórico examina la vida de las mujeres afrocubanas desde finales del siglo XIX hasta el presente. Dividido en tres partes: “Historia”, “Pensamiento” y “Prácticas culturales”, el libro es revolucionario tanto en su ámbito geográfico como en el hecho de que las mujeres negras son dignas de estudio en Cuba.
Significativamente, este es el primer libro publicado en Cuba que usa el término “Afrocubanas” en su título. Un término un tanto controvertido en la isla, afrocubano se ha asociado durante mucho tiempo con el folklore o la tradición cultural en lugar de una identidad racial. Muchos cubanos de ascendencia africana no se identificarían como “afrocubanos” y en cambio lo verían como una palabra racialmente divisiva derivado del término con guión “afro-americano”, un marcador de identidad que entra en conflicto implícita y explícitamente con el eslogan unificador de Cuba de “no blanco, no negro, solo cubano” promovido por los revolucionarios desde finales del siglo XIX. Sin embargo, para los autores de la colección, “Afrocubana” significa mucho más que sus designaciones anteriores. Es un término que resalta la naturaleza interseccional de las experiencias de las mujeres negras y mulatas, es decir, cómo examinar estas experiencias utilizando un enfoque que analiza la raza, el género, la clase, la orientación sexual, la capacidad, la religión y la ubicación geográfica todas juntas. Como Martiatu explica en el prólogo, uno de los objetivos de su trabajo es “feminizar la negritud y ennegrecer el feminismo”. Rubiera argumenta que el término “afrocubana” también conecta su proyecto con otros movimientos afrodescendientes que luchan contra el racismo y la discriminación en las Américas. Al hacerlo, esta colección provocativamente titulada introduce y normaliza un nuevo lenguaje racializado y de género en la Cuba contemporánea.
Una de las cualidades únicas de Afrocubanas es que el volumen es producto de un grupo de trabajo comunitario de base en La Habana llamado El Proyecto Afrocubanas. En las últimas tres décadas, han surgido varias organizaciones antirracistas cubanas para luchar contra la desigualdad racial resultante de los nuevos desafíos económicos. El grupo Afrocubanas, fundado por los editores del libro Rubiera y Martiatu junto con la psicóloga y bloguera Sandra Álvarez Ramírez, la poeta Carmen González y la pintora Paulina Márquez, es uno de los grupos activistas más destacados en La Habana. También es uno de los pocos grupos antirracistas en Cuba que explícitamente desafían el racismo y el sexismo juntos.
Las miembros del Proyecto Afrocubanas provienen de una variedad de profesiones, edades y orientaciones sexuales y se reúnen regularmente en las casas de los demás o en los espacios culturales disponibles en La Habana. Este grupo de mujeres negras comparte un interés colectivo en desafiar los estereotipos negativos sobre las personas y mujeres negras en Cuba. Los Estatutos del Proyecto Afrocubanas establecen que los objetivos del grupo son “1) Reconocer la contribución y el trabajo de las mujeres negras cubanas y 2) estimular la existencia de un contra discurso para desmantelar los estereotipos negativos, racistas y sexistas [que existen en Cuba] sobre las mujeres negras”. Los Estatutos establecen que las personas de cualquier raza, género, orientación sexual o inclinación política pueden unirse al grupo, pero también enfatizan que el proyecto ha sido “creado para mujeres afrodescendientes”. Rubiera describe cómo El grupo de Afrocubanas tiene objetivos tanto externos como internos: “Queremos hacer visibles [a las mujeres negras] en los trabajos centrales de la historia y la literatura… pero también queremos mostrarles quiénes son y que no son solo los simples estereotipos que han existido sobre ellas desde el período colonial “.
Este libro, Afrocubanas, es la colección inaugural del Proyecto Afrocubana, y rompe el silencio sobre el papel de las mujeres negras en la historia cubana. Si bien muchos de los colaboradores del volumen habían estado escribiendo, publicando y defendiendo a las mujeres negras y mulatas durante la mayor parte de sus vidas, este libro se convierte en uno de los primeros momentos en los que se han unido para intervenir en la historia, la política y el arte cubanos de manera interdisciplinaria. Pocos libros en inglés o español han centrado las experiencias de las mujeres negras en Cuba.
Las dos obras más cercanas en inglés son las de Cherríe Moraga y Gloria Anzaldúa, This Bridge Called My Back: Writings by Radical Women of Color (1981) y las de Marta Morena Vega, Marinieves Alba e Yvette Modestin: Women Warriors of the Afro-Latina Diaspora (2012 ). Similar a la tradición radical de This Bridge Called My Back, la colección Afrocubanas incluye ensayos de académicos y activistas, artículos académicos y reflexiones personales. Si bien las dos colecciones existentes cubren voces femeninas de toda América Latina y los Estados Unidos, este libro se centra en Cuba, uno de los lugares más importantes del pensamiento afrolatinoamericano.
La precaria situación económica de Cuba significa que los afrocubanos se ven obligados a tratar de cumplir con su objetivo principal de ofrecer un contra discurso a la gran narrativa cubana sobre las mujeres negras en medio de las limitaciones financieras. Debido a la escasez de papel y tinta, la mayoría de las imprentas cubanas publican solo un número limitado de libros al año, y cuando se publica un libro, a menudo se hace en pequeñas cantidades y rara vez se reproduce. Esta situación significa que muchos libros se agotan pocas semanas después de su publicación. Tal fue el caso de la colección Afrocubanas. Dos meses después de que Rubiera y Martiatu presentaran Afrocubanas en el Centro Cultural Dulce María Loynaz durante la feria internacional del libro de Cuba, los cinco mil libros publicados por la Editorial de Ciencias Sociales se agotaron. Una de las razones por las que esta edición en inglés es tan significativa es porque ahora es casi imposible obtener una copia de Afrocubanas en español en la Isla o en los Estados Unidos.
Hoy más que nunca, a medida que los movimientos antirracistas globales exigen un cambio y un reconocimiento de que las vidas de los negros importan, es necesario que sigamos destacando la lucha entrecruzada contra el racismo, el sexismo, el clasismo y otras formas de opresión que enfrentan y resisten muchas mujeres negras cubanas. Las voces de las mujeres negras son importantes y esta traducción es un pequeño paso para ampliar el alcance de los feminismos negros a través del idioma y las fronteras nacionales.