Los caballos, y sus jinetes, surgen de entre las llamas y crean imágenes fantasmagóricas en un festival tradicional de San Bartolomé de Pinares, España.
Los jinetes enfilan a los animales hacia unas grandes fogatas encendidas en las calles de piedra y dicen que el humo que los envuelve purifica y protege a los caballos todo el año siguiente.
Las fogatas son llamadas Luminarias y se cree que la festividad se viene llevando a cabo desde hace siglos. Algunos dicen que está asociada con viejas tradiciones católicas o tal vez se procura combatir las enfermedades mediante humos purificadores.
Tiene lugar todos los 16 de enero en la víspera de un homenaje anual a San Antonio Abad, el santo patrono de los animales.
La celebración incluye abundante comida y torrentes de vino y atrae multitudes a este pueblo a unos 100 kilómetros al noroeste de Madrid. Aquí viven unas 600 personas, sobre todo ancianos. Muchos antiguos residentes que se fueron a trabajar a otros sitios regresan para la fiesta.
Los caballos son animales que alguna vez trabajaron en las granjas de la zona y que hoy son posesiones caras y muy preciadas. Recorren las oscuras calles adoquinadas y pasa junto a casas de piedra antes de atravesar las llamas ante una multitud que los alienta.
Defensores de los derechos de los animales se han quejado de esta costumbre, pero los lugareños aseguran que el animal no sufre.
AP / OnCuba