Las calles de East Harlem, en Nueva York, una de las zonas donde se concentra la mayor población latina de Manhattan, contarán a fines de abril con un enorme mural de Carmen Herrera, la artista cubana de 104 años cuya obra comenzó a gozar del reconocimiento apenas hace unos quince años.
La pieza se titula Un Dos Tres y tiene más de 16 metros de largo y 5 de alto y será ubicada en la fachada del Colegio Artístico y Académico de Manhattan Oriental.
A partir del 18 de abril, los estudiantes del programa Publiclor, un proyecto ideado para jóvenes que pertenecen a comunidades en riesgo de exclusión, serán los encargados de materializarla.
“Estoy muy orgullosa de ofrecer esta imagen al Harlem Español (como se conoce la zona)”, dijo Herrera en un comunicado, y agregó: “En particular, estoy orgullosa de que los estudiantes de Publicolor, muchos de los cuales hablan español, como yo, sean quienes lo crean”.
Un Dos Tres es una “adaptación libre” que ha llevado a cabo la artista de una pintura ejecutada en 1987 nombrada Diagonal, cuenta con líneas en blanco y negro para formar varias figuras cuadradas y romboidales.
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“Seleccioné varias imágenes y reduje mis opciones a la que mejor se adaptaba al lugar específico y, sobre todo, a la que supusiera un reto que motivara a los estudiantes que lo están haciendo”, explicó Herrera.
“Mi principal objetivo es de alguna manera comunicar a los estudiantes lo que la imaginación y el trabajo en grupo pueden conseguir”, añadió.
Se espera que la obra esté completada antes del 105 cumpleaños de Herrera, el próximo 30 de mayo.
El nuevo proyecto, dice Publicolor en el texto, no sólo lleva el trabajo de Herrera a las calles, sino que da mucha vida a una zona falta de belleza visual.
No es la primera vez que el trabajo de la artista centenaria puede verse en espacios abiertos neoyorkinos. En julio de 2019, el Fondo de Artes Públicas de la ciudad mostró en la exhibición “Estructuras Monumentales” cinco grandes esculturas coloridas en los jardines del Ayuntamiento.
Nacida en La Habana, en 1915, Carmen Herrera se trasladó a París después de la Segunda Guerra Mundial, donde perfeccionó su minimalismo y su abstracción geométrica. En los años 50 se trasladó definitivamente a Nueva York.
Aunque formaba parte de la sociedad artística neoyorquina, su trabajo fue en buena parte ignorado hasta que cerca sus 90 años comercializó por primera vez una obra suya. Desde entonces ha pasado a ser considerada como una de las figuras más importantes del movimiento abstracto y del minimalismo.
El ascenso de Herrera ha llevado a que algunas de sus obras se hayan vendido por cifras millonarias. En marzo de 2019 su cuadro Blanco y Verde alcanzó los 3,9 millones de dólares en una subasta que Sotheby’s celebró en Nueva York.
El óleo, pintado entre 1966 y 1967, superó con creces las expectativas más elevadas que situaban su precio máximo en 2,8 millones de dólares.
Muchas felicidades!