El maestro de la colagrafía Eduardo Roca (Choco) como parte del programa del VI Festival Leo Brouwer de Música de Cámara propone una selección de su reciente trabajo, esta vez en la tridimensionalidad.
Cinco esculturas de gran formato, cuatro de ellas en bronce: Bailarina, El Abrazo, Adán y Eva, Escritura Mecánica y Colibrí, una instalación que pone a dialogar la madera con la colagrafía, conforman la muestra en que dejará atrás sus conocidos grabados y pinturas que lo convirtieron desde la década del setenta en uno de los más significativos artistas cubanos contemporáneos.
La exhibición podrá apreciarse a partir de la 6:00 de la tarde del viernes 26 de septiembre en la Fábrica de Arte Cubano.
En la selección también están incluidas las conocidas cajas de madera que pertenecen a la exhibición permanente de la Fábrica. Estos cajones serán intervenidos con diversos materiales por el artista próximamente para exhibirlos junto a los bronces.
Para festejar su sesenta y cinco cumpleaños, que será el próximo 13 de octubre, el creador experimenta con procedimientos de las artes plásticas que anteriormente le resultaban ajenos. Esta selección resume su trabajo escultórico, desplegado durante los últimos cinco años en que ha dotado a su arte de nuevas insinuaciones estéticas e innovadoras técnicas.
Choco fue un pionero en esta técnica en Latinoamérica, todo un precursor, pues algunos piensan que él fue quien inventó esta difícil forma de grabar, debido a los disímiles aportes que le hizo.
“La colagrafía es una técnica de grabado, muy contemporánea, surge por la década del cincuenta, la crea un norteamericano de origen francés, de apellido Goethe. En los años ochenta, nosotros empezamos a incursionar en ella y yo fui uno de los primeros. Ahí estaba Alfaro, Oscar Carballo. Después ya empiezo a trabajar inventando, porque viene el período especial, y esa técnica entonces vino como anillo al dedo, porque no hay que usar grandes recursos”, declaró el artista a OnCuba.
Aunque siempre ha realizado cerámicas, la escultura en bronce es una nueva etapa de su obra. ¿Qué importancia le concede a estas nuevas obras en su trayectoria?
“Considero que es de gran importancia expresarme en la tercera dimensión en esta etapa de mi creación. Como sabes he incursionado en la cerámica policromada en diversas ocasiones con mis temáticas recurrentes. Pienso que la escultura en bronce dota de una mayor connotación a mi obra. Es interesante poder trasladar mis grabados y pinturas, sus personajes y motivos a la tercera dimensión. Esto le da mayor impacto y puede ser percibida e interpretada de una forma más abarcadora y general.”
¿Qué significa para usted formar parte con su obra del venidero Festival Leo Brouwer?
“Llevo tres años exponiendo colateralmente a este festival. Para mí es un gran honor y un privilegio ser convocado por este gran artista y amigo a quien admiro y aprecio. Es muy importante formar parte de este festival con mis obras desde las artes plásticas reverenciando a la música y a la figura y obra de Leo.”
Acreedor de las órdenes Alejo Carpentier y la distinción por la Cultura Nacional, entre otros significativos reconocimientos tanto dentro y fuera de Cuba, Choco es muy apreciado por coleccionistas, subastas y conocedores de las artes visuales en el planeta.
Más de doscientas exposiciones colectivas y gran número de personales avalan su quehacer. Ha empleado en su obra temas como la racialidad y la religiosidad afrocubana, “la religión cubana”, como el mismo la califica. Ha plasmado como pocos los ricos rasgos de su gente y de su tierra, sus tradiciones y mitos, utilizando colores y tonos cálidos y fríos, tenues y vivos, enmarcados siempre por la búsqueda y la experimentación.
La verdad, es que … a mi Choco no me gusta. Pero, eso no quita que sea bueno en lo que hace… para gusto se hicieron los colores…
Gran artista y querido amigo siempre, no importa la distancia ni las diferencias