EFE
Con un festejo popular en La Capilla del Hombre, un majestuoso museo construido en un cerro de Quito, Ecuador celebró este sábado los cien años del nacimiento de Oswaldo Guayasamín, el pintor más trascendente del país, fallecido en 1999.
El ballet folclórico Jacchigua, uno de los más representativos de Ecuador, dio inicio a la celebración con una romería que llegó hasta la Capilla, donde tiene también su sede la Fundación Guayasamín, creada por el pintor y que guarda mucha de su obra.
Ese grupo artístico también ejecutó danzas andinas e indígenas como homenaje al también llamado “Pintor de Iberoamérica”.
Guayasamín hijo de Pichincha, hoy te recordamos maestro por toda tu lucha y genialidad. Queremos que tu legado logre arañar el corazón de los jóvenes, reivindicando tu denuncia permanente contra las injusticias sociales. Tu lucha es nuestra lucha!. #100AñosGuayasamín pic.twitter.com/yeubOPoFUB
— Paola Pabón (@PaolaPabonC) July 6, 2019
“La ciudad se ha volcado a participar en este evento, ya que Guayasamín es símbolo de libertad y de independencia”, comentó a Efe su hijo, Pablo Guayasamín, que dirige al fundación.
Tras destacar el legado de su padre, Pablo aseguró que el masivo homenaje a su padre da cuenta de que también es “un símbolo de la voz de los pueblos”.
Y es que el pintor se identificaba “con los indios, los mestizos y los negros, no solo del Ecuador, sino con los pueblos que luchan en todo el mundo”, remarcó Pablo.
Indicó que, en el marco de las celebraciones por el centenario de su nacimiento, se han organizado exposiciones en distintos países del mundo, así como en el país.
Incluso la Unesco ha convocado a evocar la memoria de Guayasamín y su mensaje “contra la violencia del hombre contra el hombre. Lamentablemente esta realidad no ha cambiado y sigue la injusticia y al explotación”, añadió su hijo.
Oswaldo Guayasamín nació en Quito el 6 de julio de 1919 en el seno de una familia humilde, en la que su padre era carpintero y su madre ama de casa.
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Primogénito de una familia de diez hermanos, su pasión por la pintura la adquirió desde los ocho años, cuando ya reproducía cuadros y dibujos de estrellas de cine y paisajes en la quiteña Plaza de la Independencia.
El artista murió en la ciudad estadounidense de Baltimore el 10 de marzo de 1999, tras haber realizado más de 200 exposiciones individuales por América y Europa y haber retratado a grandes personalidades del siglo XX entre los que se encuentran el poeta español Juan Ramón Jiménez, la princesa Carolina de Mónaco, el poeta chileno Pablo Neruda y el presidente cubano Fidel Castro, entre muchos otros.
