De forma casi inmediata, los retratos comenzaron a aparecer en las redes sociales. La anunciada pista de hielo que los medios anunciaron durante las semanas previas, finalmente aparecía en la esquina de Belascoaín y Malecón. Duke Riley, el artista norteamericano que llevó adelante la absurda idea, nunca esperó tanta expectativa. Ya en la inauguración, a pocos les importó que el anunciado hielo más bien se tratara de un material plástico. Familias enteras llegaron desde los barrios cercanos durante toda la noche.
“Y muchos se miraron en ese arte contemporáneo. Quizás entendieron poco. O les salvó la vida” | Leer más
Es buena la iniciativa de querer imitar una pista de hielo pero de seguro estoy que un 99 % de todos los cubanos que están allí quisieran en un futuro una de verdad. Que hay que hacer para que eso suceda?