El arte perdió a una de sus más fecundas creadoras. María Elena Molinet, diseñadora escénica, profesora y ensayista falleció en La Habana a los 94 años de edad. Nacida en Holguín el 30 de septiembre de 1919, María Elena se graduó de la Academia Interamericana de Dibujo Comercial en 1949, y de pintura y grabado en la Academia San Alejandro en 1952.
Ostentando el Premio Nacional de Diseño, de Enseñanza Artística y de Teatro, María Elena Molinet, se vinculó al cine durante los años 70 e intervino en diversas producciones cinematográficas de la mano de Humberto Solás, Tomás Gutiérrez Alea y Manuel Octavio Gómez. Podemos encontrar su impronta dentro del cine nacional en filmes como Lucía (1968), La primera carga al machete (1969), El siglo de las luces (1976), y Baraguá(1986) donde creó una visualidad estética que desde entonces define al cine cubano.
Acreedora de la Medalla Alejo Carpentier y la Distinción por la Cultura Nacional, Molinet fue fundadora de la Escuela Nacional de Arte y ejerció la docencia en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, en el Instituto Superior de Diseño Industrial y en otras instituciones vinculadas con las artes escénicas y visuales en Cuba, Venezuela, México y España.
Molinet, la gran dama del diseño escénico en Cuba, se dedicó durante más de medio siglo al diseño de vestuario de diversos géneros escénicos como el ballet, la danza contemporánea y folclórica y, especialmente, el teatro, donde colaboró en unas 150 obras de distintos países. En este ámbito creó el vestuario en más de 150 obras de directores como Andrés Castro, Vicente Revuelta, Roberto Blanco, Rolando Ferrer y Abelardo Estorino.
La obra de María Elena constituye sin dudas un aporte esencial a la historia y la investigación sobre la vestimenta y los modos del vestir cubano desde los orígenes de la nación. Así lo dejó plasmado en sus libros La piel prohibida, Teoría de la Imagen del hombre en Cuba, Historia de la Imagen del Hombre Universal y Vestimenta tradicional de la santería cubana.
En sus últimos años dirigió el Centro de Investigación, Información y Diseño, sobre la Imagen del Hombre. Así, incansable, laboriosa y amiga de los jóvenes, María Elena Molinet se despide de la Isla, segura de que su impronta quedará siempre en el quehacer cubanísimo, en la entrega y en el diseño escénico del mundo.
Cumpliendo la última voluntad de Molinet, su cadáver será cremado. Las honras fúnebres se realizarán el 10 de octubre.
Foto: Cubacine