LongHouse Reserve, en los Hamptons de New York, acogió el 2 de agosto la exposición Rerum Alter Natura del artista cubano Yoan Capote y como parte de las festividades por la acogida, el cuarteto de cuerdas Voxare Quartet (ganador de un premio Pulitzer) se presentó también en la gran reserva natural.
Esta propiedad en los Hamptons ocupa cerca de 16 hectáreas y cada año se hacen exposiciones en el pabellón y en los jardines, donde confluyen la estética elaborada por el hombre y la que posee la naturaleza en sí misma. Hecho que puede apreciarse en el diseño de impresionantes parques de esculturas.
El diseño de LongHouse Reserve fue inspirado en el Santuario de Ise en Japón. Existen más de 60 obras escultóricas allí (se incluyen obras de vidrio y cerámica) de diversos artistas internacionales como: Dale Chihuly, Toshiko Takaezu, Buckminster Fuller, Sol Lewitt, Yoko Ono , Willem de Kooning, Alfonso Ossorio…
Paralelamente con Rerum Alter Natura se inauguró la muestra Circle of Animals/Zodiac Heads (Círculo de Animales / Cabezas del zodíaco) del controvertido artista y activista político Ai Weiwei (asesor artístico del estadio Nido de Pájaro donde se celebraron los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008). La exposición está integrada por 12 piezas inspiradas en las cabezas que rodeaban la fuente de Yuanming Yuan -retiro imperial en Beijing-. Esta muestra de Ai Weiwei en un ambiente natural, constituye una reinterpretación de los signos zodiacales, representados por animales, símbolos de poder, de conflicto entre paradigmas culturales de oriente y occidente.
Rerum Alter Natura– La otra naturaleza de las cosas- nombra la exposición de Yoan Capote. Si nos remitimos al latín (latinum) como lengua indoeuropea que dio origen a las lenguas romances y destacamos también, su carácter expansionista entre las grandes culturas del Viejo Mundo, estamos ante un hecho histórico que al relacionarlo con este título y con las obras, se establece un nexo que va desde el surgimiento del lenguaje, su carga simbólica, hasta su condición de portador de elementos culturales. En este caso el empleo de la frase viene a ser también un gesto de revalorización de una lengua clásica, que fue testigo de procesos culturales determinantes para la Humanidad. Por otro lado, cuando el receptor intenta traducir esta locución en latín a varios idiomas, se produce un viaje, un cambio y supone además, nuevas transformaciones morfológicas en cada idioma. Preámbulo que inicia y complementa la decodificación de estas obras escultóricas. Maletas de viaje y un par de “piernas” hacen referencia a la locomoción, al discurso de identidad, a la naturaleza de las cosas…
Yoan insertó en un medio natural árboles antropomorfos, específicamente troncos de árboles con raíces y cada uno con una prolongación, hasta cada extremo que termina en forma de calzado y/o pie humano. La disposición horizontal de las obras tumbadas en el césped o jardín, el color del material empleado y la ausencia de ramas y hojas, nos hablan de árboles secos, cortados, sacados de su/s medio/s natural/es. Estos elementos descriptivos conducen también al proceso de desarraigo, al tiempo, a la migración del hombre, al tránsito, al movimiento, a la incapacidad de adaptación – ya sea del hombre o de las plantas –.
El modo representacional que normalmente emplea el artista permite además de hacer múltiples lecturas, extender el concepto hacia cualquier contexto cultural sin caer en fenómenos locales y en ocasiones como estas, hacia cualquier ambiente natural. Es por eso que también pudiéramos hablar no sólo de procesos que afectan la naturaleza del hombre sino también de la relación, del intercambio entre las personas y el espacio físico, ya sea natural o artificial. También en otro plano de lecturas se hace referencia a los diversos fenómenos ambientales como: el calentamiento global, la deforestación y la sequía; consecuencias provocadas por la acción del hombre.
La condición descompuesta y antropomorfa de estos troncos en medio de un entorno natural, pudieran relacionarse con la etapa final y pesimista del intento o amago, de un proceso de transculturación o aculturación donde los nuevos elementos culturales o naturales de un espacio, no llegan a constituir una nueva identidad, ni sustituyen elementos anteriores; sino que eliminan por completo al sujeto.
Por medio de estas esculturas Yoan construyó objetualmente una metáfora que alude a un estado mental, psicológico – típico de su discurso conceptual, simbólico -relacionado con sensaciones y reacciones que experimenta el hombre durante un viaje temporal o definitivo.
Yoan además de artista es sin dudas, un lingüista, pues muchas de sus obras las conforman textos que complementan el concepto con el que trabaja, a partir de la gramática y la propia naturaleza o significado/s del vocablo. En este caso el título que ha seleccionado guarda relación con De Rerum Natura, que es una de las obras más importantes escritas en latín en el siglo I a. C por el poeta romano Tito Lucrecio Caro. El contenido de este poema tiene una gran influencia de la filosofía epicúrea y la atomista de Demócrito. La tesis que defiende esta obra literaria está relacionada con el antropocentrismo, idea que también defiende Yoan Capote en esta muestra de arte contemporáneo.
Terminar diciendo que Yoan Capote ha tenido una amplia trayectoria en el mundo de las artes visuales a nivel nacional e internacional y que ha sido multipremiado es algo ya sabido. Lo que sí habría que destacar es que la tridimensionalidad de su obra alcanza una aparente, cuarta dimensión, pues hace visible, traduce morfológicamente, la psiquis humana – una abstracción de las acciones del hombre-.
Por Maylín Alonso