Artistas e instituciones de Cuba lamentaron el fallecimiento sucedido este domingo tres de julio, en California (Estados Unidos), del artista cubano Leandro Soto, quien padecía cáncer. El artista tenía 66 años.
Su muerte fue referida hoy por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas de Cuba (CNAP), que en sus redes sociales publicó: “Con profundo dolor hemos recibido la noticia de la muerte de Leandro Soto Ortíz, un extraordinario artista y ser humano”.
El artista visual cubano Leandro Soto Ortiz, falleció este 3 de julio en California, Estados Unidos, víctima de cáncer.
Nuestras condolencias a familiares, amigos, colegas y admiradores de su extraordinaria obra.#CubaEsCulturahttps://t.co/nfT4UpUvNN pic.twitter.com/KNQIRaxsP0— CNAP (@CNAPCuba) July 4, 2022
Nacido en Cienfuegos, en 1956, Leandro Soto fue “alumno de Antonia Eiriz y de Antonio Vidal”, según lo recordaba la curadora Corina Matamoros en la muestra que en 2018 organizó el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba bajo el título: “Crónicas visuales de Leandro Soto”.
Entonces, escribía Matamoros sobre el artista: se trata de “alguien que hizo en solitario el primer performance cubano en una calle cienfueguera”. Además, lo definía como “un hombre que puede caminar por la Tierra siempre ávido de observar y de aprender”, un “individuo presto a la escucha de otro individuo”, “un viajero”.
Graduado de la Escuela Nacional de Arte en 1976, recuerda el CNAP que Soto perteneció al mítico grupo “Volumen UNO”, hito del arte cubano en la década del 80 del siglo pasado. Además, incursionó en variadas manifestaciones de las artes visuales, desde la pintura, el diseño y la escultura hasta el performance, la instalación y el video arte.
Sus obras forman parte de importantes colecciones, y el propio Museo Nacional de Bellas Artes exhibe su pieza “Kiko constructor”, “inspirada en humildes obreros de la construcción, donde su tío Kiko aparece como un héroe de nuevo tipo, un sencillo héroe de pueblo y de trabajo, un héroe casi no-héroe, con su indumentaria de laboreo, sus instrumentos y su brigada de operarios”, recordaba Matamoros.
Medios independientes como 14 y Medio habían avisado de una campaña desplegada por la esposa del artista, ya que Soto se encontraba en México, donde residía, pero había sido diagnosticado de cáncer en estado terminal y necesitaba viajar a Estados Unidos para cubrir su tratamiento.
En su página en Facebook, el pintor Tomás Sánchez lamentó la muerte del artista.
“El arte cubano pierde una de sus voces más genuinas y un artista al que será imprescindible revisitar para entender la práctica artísticas de la isla en siglo XX. Su familia y sus amigos hemos perdido a un ser humano imprescindible. Descansa en paz mi querido amigo”.