Puede que usted se haya preguntado, como yo, quién es el autor de los Colosos, esas pinturas realistas de niños diseminadas por los muros del municipio habanero de Playa. Durante años he ido siguiendo sus apariciones, admirado por la perfección técnica de los retratos, la expresividad de los modelos escogidos y el contraste que se logra entre estos y los estados no siempre cuidados —estoy siendo generoso— de las edificaciones en que son emplazados.
Busqué y encontré a Máisel López (La Habana, 1985), graduado de la Academia de San Alejandro en 2007, justo ocho años antes de que se enrolara en el que viene siendo, hasta el momento, el trabajo de su vida. Supe de fuente directa que combina el muralismo con la pintura de caballete, la que ha exhibido en más de una docena de salas de exposiciones y galerías. Algunas de sus muestras más recientes son: Códigos (2022), Galería Wifredo Lam Marianao, La Habana; Colosos en el lienzo 2 (2019), Galería Domingo Ravenet, La Lisa, La Habana; Entre manos y rostros (2018), galería del Cine Acapulco, La Habana; Rostros (2014-2017), Galería Túnel, Pabellón Cuba, La Habana; Colosos en el Lienzo (2017), Galería Wifredo Lam, Marianao; y Kinésica (2016), Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño, Luz y Oficios, La Habana.
¿Cómo surge la idea de los colosos?
Surgió de una reflexión sobre la infancia y la inocencia. Quería rendir homenaje a esos momentos puramente humanos que a menudo se pierden en la vida adulta. Al representar a los niños en tamaños gigantes, busco darles un espacio en el que sean vistos y valorados, resaltando su importancia en nuestra sociedad. El pensamiento martiano de que los niños son la esperanza del mundo fue la inspiración básica en la serie. El primer coloso es de 2015.
Durante tus estudios en San Alejandro, ¿recibiste formación como muralista? ¿Consideras a los colosos murales o pinturas monumentales?
Durante mi formación en San Alejandro aprendí diversas técnicas y enfoques artísticos, pero no me especialicé en muralismo, pues la técnica mural es todo un universo que requiere un profundo estudio; no bastan los años en la academia para dominarla. Considero que los colosos son murales en esencia, ya que están creados para interactuar con el espacio urbano y la comunidad. La monumentalidad de estos retratos también les da un carácter especial, que va más allá de una simple pintura.
¿Qué técnica usas para la realización de estas obras? ¿Las primeras de la serie aún están visibles hoy?
Utilizo una combinación de acrílicos y pinturas de aceite que permiten una buena durabilidad.
¿Resisten el paso del tiempo?
Algunas de las primeras obras todavía son visibles, aunque con el paso del tiempo requieren ciertos retoques.
¿Retocas las piezas que el tiempo daña?
He hecho reparaciones en piezas dañadas por la intemperie, ya que creo firmemente en la importancia de mantener viva esta serie.
¿Han sido vandalizadas tus obras?
Irónicamente, han sido vandalizadas por niños y adolescentes, pero no les han causado males mayores…
¿Los colosos tienen base fotográfica?
Suelen tenerla; me inspiro en fotografías que capturan momentos espontáneos de niños. Sin embargo, incorporo elementos imaginativos en las representaciones.
¿Te consideras un fotorrealista?
No. Mi enfoque es más interpretativo, y busca transmitir emociones más que replicar fielmente la fotografía.
¿Cómo y dónde obtienes los recursos para la realización de los colosos? ¿Es una actividad que te sostiene económicamente?
Generalmente obtengo recursos a través de mi labor en el lienzo. Pinto retratos por encargo y vendo mi arte de vez en cuando, no mucho. No percibo compensación alguna por Los Colosos. Es una serie que ofrezco de manera gratuita para la comunidad.
¿Cuáles son los de mayor tamaño?
Los más grandes que he creado están en espacios públicos donde realmente pueden ser admirados por todos. Uno de mis murales más grandes se encuentra en Qatar, donde la escala realmente resalta la presencia de los niños retratados.
Según recuerdo, fuera de Orlando Suárez, no ha habido otro muralista notable en Cuba. ¿Por qué el muralismo no ha prendido entre nosotros, siendo una expresión de alto impacto social?
Es cierto que el muralismo no ha tenido tanto auge como en otros lugares, aunque puedo destacar que hay artistas cubanos relevantes que han hecho obras de impacto auspiciados principalmente por instituciones culturales, como encargo social. Pero muralistas, en todo el rigor de la expresión, no hay muchos; de hecho, ni yo me considero un muralista, a pesar de haber pintado más de 50 murales.
Los artistas tienen mayor interés en otras expresiones que reportan más económicamente. También pienso que existe una percepción errónea sobre el impacto real de una obra mural. Sin embargo, estoy convencido de que el muralismo tiene un potencial enorme para transmitir mensajes poderosos. Sueño que el legado que puedan dejar Los Colosos en futuras generaciones de artistas los inspire a crear más murales en Cuba.
¿Te molesta que te llamen el pintor de Los Colosos?
No. Me gusta.
no soy habanero, he visto los colosos y me gustan mucho… sorprenden enormemente… ojalá perduren y gracias a su autor por hacer algo tan bello: lo bello es imprescindible…