La artista cubana Rachel Valdés Camejo, famosa por sus grandes instalaciones en las que busca la ilusión óptica a través de los espejos, presenta en Madrid “Piscinas”, una muestra en la que prima la acuarela, “una técnica que tiene mucha sensualidad y erotismo”.
Rachel Valdés (La Habana, 1990) es una reconocida artista plástica y sus obras han revolucionado varios rincones del mundo como Times Square en Nueva York, los lagos de Utah (EE.UU.) o las plazas de La Habana.
Ahora, con la muestra que se inaugura este jueves en la galería La Cometa de Madrid, propone un viaje a su ciudad natal, a un espacio deportivo en la década de los noventa. “Piscinas vacías, sin agua, que habitaban el paisaje de La Habana y en las que antes acudía a practicar natación”, cuenta en una entrevista con EFE.
Toda su obra está impregnada de Cuba: “Forma parte de mí, de mi cultura, de mi idiosincrasia e intento llevarla a todas partes; a veces extraño esa Habana que un día fue y que hoy no es. Mis raíces me dan mucha fuerza”, dice.
La artista exhibe por primera vez en la capital española una muestra individual, que incluye una veintena de piezas: desde acuarelas a fotografías, pasando por dibujos digitales acompañados de una instalación sonora “que reproduce el sonido del último aguacero que escuché en La Habana”.
“Son piezas que invitan a la retrospección, al silencio, a la contemplación, al diálogo del paso del tiempo”, dice Valdés, cuya obra captó la atención del director de la Rockefeller Brothers Fund.
“Suelo trabajar con cubos y con rectángulos y, en este caso, muchas de estas piezas las represento como pirámides invertidas, como elementos geométricos; las veo como una especie de monumento al olvido, como templos, son paisajes arqueológicos”, explica.
Se considera muy perfeccionista cuando trabaja escultura, con la pintura es “más visceral”, intenta dejarse llevar “y que la pieza en sí tome su camino”.
En esta muestra de Madrid prima el color azul, “un tono místico que está en todas partes”, dice Valdés, quien cuenta que en la mesita de noche tiene un libreta: “Antes de dormir me vienen ideas, a veces las anoto, en lugar de hacer un boceto y a la mañana siguiente las materializó en el estudio”.
Trabaja con diferentes manifestaciones.”Escojo la que estimo más sugerente en función de la idea que voy a desarrollar. La acuarela me resulta la técnica más difícil, pero la disfruto mucho, me encanta la sutileza que ofrece, tiene mucha sensualidad y erotismo”, explica.
“Me atrae la idea de que el espectador entre en mi mundo, me gusta compartir experiencias con él”, añade la artista, a quien le gusta dejar un camino abierto para la “percepción e interpretación”.
Rachel Valdés, que tiene entre sus referentes artísticos “el minimalismo de Malévich”, ha expuesto varias veces en ARCO, feria del arte contemporáneo de Madrid, además de crear proyectos de arte público y participar en la Bienal de La Habana durante los años 2012, 2015 y 2019.
La última obra creada para esta Bienal, “Inmersión”, fue adquirida e instalada de manera permanente como patrimonio cultural de la ciudad.
Valdés también es conocida por ser pareja del cantante y compositor español Alejandro Sanz. “Cada uno tenemos un proceso creativo y es importante respetar ese espacio. La música y la pintura son dos mundos diferentes, lo llevo de manera individual intento no mezclar nada”, explica.
Su pasión por la pintura empezó de niña. “Me entretenía más viendo con mi abuelo pintura renacentista o la obra de Picasso que los dibujos animados”, desvela esta cubana que recuerda que su abuelo fue el primero que le dio lápices de colores y hojas para pintar.
Ganó su primer concurso de pintura con solo siete años, “un retrato de Fidel Castro en la Plaza de la Revolución”.
Graduada en Pintura por la Academia Nacional de Bellas Artes de La Habana, recaló en la ciudad española de Barcelona a los 20 años, tras recibir una beca para seguir estudiando.
“España es mi segundo hogar, amo este país, me encanta su cultura, su música, la historia, la arquitectura, el flamenco, su gente, sus sabores; es una mezcla fantástica”, dice la artista.
Tras esta muestra, que estará abierta hasta mediados de junio, expondrá su obra en Art Basel Miami, en Estados Unidos.
Carmen Martín / EFE