El polémico performance Un minuto de libertad de expresión, de la artista Tania Bruguera llega a uno de los más prestigiosos museos de arte contemporáneo del mundo, el Guggenheim de Nueva York.
La obra que se exhibe por estos días consta de una videoinstalación que recoge lo sucedido en un performance durante la X Bienal del Habana en 2009 donde la artista colocó un podio en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam para que los asistentes durante un minuto discursaran sobre lo que pensaban y deseaban expresar. Quienes subian al pedestal en aquella ocasión, eran escoltados por dos uniformados que colocaban en el hombro del orador una paloma blanca.
Esta artista interdisciplinaria que aborda temas políticos y sociales, resultó seleccionada becaria del Guggenheim en 1998 y hoy regresa al museo como parte de la muestra colectiva Bajo un mismo sol, curada por el notorio especialista mexicano Pablo León de la Barra.
Junto a la videoinstalación se puede apreciar The Francis Effect, otra pieza de la artista de las cincuenta seleccionadas de diversos creadores latinoamericanos.
En la muestra confluyen las obras de treinta y siete artistas del continente que exponen la diversidad y el hilo conductual del momento histórico en que les ha tocado desarrollar sus respectivas creaciones.
El comisario mexicano, quien desde hace dos años forma parte del comité de selección del prestigioso recinto expositivo, declaró que es de primordial importancia propiciar un diálogo entre Latinoamérica y el resto del mundo para que se reconozcan los cambios económicos,
sociales y artísticos más allá de las fronteras geográficas.
Definida por su organizador como una microrrevolución artística, la muestra podrá apreciarse hasta finales del mes próximo. Las obras que ha seleccionado no solo conforman esta exposición que ocupa el edificio diseñado por Frank Lloyd Wright en Nueva York, sino que
pasarán a su colección permanente.
Icono del arte de conducta y de los performances arriesgados, Tania Bruguera, transgresora y experimental, fue la misma que comió tierra hace unos años, dialogó con las obras de Ana Mendieta y se vistió con trozos de carne. También se salvó del autosabotaje de una ruleta rusa en la Bienal de Venecia de 2009 y pasó una bandeja de cocaína en la Universidad de Bogotá durante una conferencia.
Nacida en 1968, esta artista crea contextos fuertes de desplazamiento, usa su cuerpo y actitud en sus presentaciones, lo que parece ser una de sus más poderosas armas de expresión.
Su obra forma parte esencial de esta exposición colectiva que surgió con el objetivo de que el arte latinoamericano sea apreciado por sus valores más allá de la mirada exótica. Bajo el mismo sol forma parte de un ciclo del Guggenheim titulado UBS Map Global Art, que también viajará al sur y al sudeste de Asia, a Oriente Medio y a África antes de finalizar el año.
bravo por la bruguera, felicidades, una alegria para la plastica cubana
Nunca habia oido hablar de Tania Bruguera, pero me resulta algo fuera de serie, para no llamarla extravagante.
Querida Tania…a nombre de mis compañeros y hermanos en la creación OMNI Zona Franca te deseamos toda la luz del mundo. La catedral del mercado del arte mundial puede ser muy oscura. Con nuestros ojos que también son los tuyos te enviamos el latido del arte cubano alternativo. La luz de Cuba y su futuro.