No se apellida Windsor, Habsburgo o Borbón, ni desciende de ninguna casa real, pero Big Freedia es reina y también diva. En lo suyo y a su manera.
Freedia es la reina del bounce, un subgénero del hip hop originario de New Orleans, su ciudad natal y desde donde la artista —y también influencer, empresaria y activista LGTBIQ+— ha expandido su reino y se ha codeado con estrellas como Beyoncé, Lady Gaga y Drake.
Ahora la “Queen Diva”, que este año ha estado promocionando su disco Central City, está de visita en La Habana. En la capital de la isla aterrizó esta semana con su música, su séquito y su desbordante autenticidad.
“Es fundamental conocerse muy bien a uno mismo y tratar de ser siempre uno mismo”, dijo este jueves a un grupo de emprendedores y artistas cubanos en uno de los intercambios que ha sostenido por estos días en Cuba.
Más que una receta comercial o una frase complaciente con el auditorio, esas palabras parecen ser su estandarte dorado, el lema grabado en su glamoroso escudo real.
En La Habana, Big Freedia ha tenido un intenso programa. Visitas a emprendimientos culturales y negocios privados, sesiones musicales e intercambios con otros artistas, clases de twerking, fiestas de moda, degustaciones y charlas.
En particular, la también protagonista de shows televisivos ha dialogado en La Habana con miembros de tres comunidades primordiales en su vida, en su proyección personal y también profesional: la música, el emprendimiento y la comunidad LGTBIQ+.
Con ellos ha compartido experiencias, les ha brindado consejos, ha conocido sus realidades, dificultades e intereses. No ha estado en La Habana simplemente para cumplir con una agenda y posar en fotos, sino para sumergirse lo más posible en esas realidades, aun con la celeridad de la visita, aunque quizá una audiencia más amplia le hubiese permitido un retrato más preciso y abarcador del país del que asegura haber quedado prendada.
“Estoy enamorada de Cuba. Estar acá ha sido una maravillosa experiencia. Poder conocer la cultura, la música, el sentimiento, la forma de la gente en la calle; ha sido increíble”, dijo a OnCuba este jueves tras su encuentro con emprendedores.
En ese diálogo, celebrado en el bar Tempo, en el Vedado, Big Freedia habló sobre sus vivencias como empresaria, de sus proyectos en marcha y también futuros —como la apertura de un hotel en New Orleans—, escuchó a su vez los criterios y experiencias de emprendedores cubanos, respondió preguntas y aconsejó a quienes comienzan.
No rehuir nunca del aprendizaje, mantener siempre la humildad, salir de la zona de confort, potenciar el trabajo en equipo, retribuir a la comunidad y ver el fracaso como una oportunidad de crecimiento, fueron algunas de las claves dadas a su auditorio por la artista, nacida en 1978.
“Me he sentido como en casa”
La reina del bounce concluye su programa en La Habana este sábado, con un concierto a las 11:00 de la noche en Fábrica de Arte, pero antes de partir ya está pensando en regresar. Su vuelta, adelantó a OnCuba, pudiera ser incluso en una fecha tan cercana como el próximo enero.
Acerca de su visita a la urbe habanera y sus impresiones de los intercambios aquí sostenidos, aseguró a nuestro medio haberse sentido “como en casa”.
“Yo he estado en muchos lugares, he actuado y visitado muchos lugares, pero la sensación que se tiene acá es única. El carácter de las personas, la forma en que se relacionan y conectan con los demás es especial. La forma del cubano me ha hecho sentir como en ningún otro lugar del mundo, como en casa”, aseguró la “Queen Diva”.
Sobre los encuentros con músicos, emprendedores y miembros de la comunidad LGTBIQ+, aseveró que han sido “muy interesantes y reveladores”, y celebró la oportunidad de poder “conectar” con ellos gracias a esta visita.
“He visto mucha conexión entre las personas de esas comunidades aquí en La Habana, en Cuba, y lo que pasa en Nueva Orleans. A pesar de las diferencias que existen, también hay muchas similitudes. En sus intereses, en su proyección. Ha sido una experiencia que me ha ayudado a conocer esa realidad, a conectar con ellos, y a comprobar cómo dos pueblos que son diferentes pueden ser tan similares también desde el punto de vista humano”, comentó.
Big Freedia agradeció “la amabilidad y el cariño” de quienes le abrieron sus puertas y compartieron con ella sus experiencias y su arte en La Habana. No quiso marcharse sin dejar un mensaje a los cubanos y, en particular, las comunidades con las que intercambió.
“Mi mensaje es que sigan adelante, que no dejen de luchar por sus derechos, y que no dejen de trabajar ni de hacer por ellos, y por el bienestar del país. Que los emprendedores sigan creando emprendimientos, que la comunidad LGTBIQ+ siga luchando por tener un mayor espacio en la sociedad, que los artistas sigan desarrollando la cultura; eso es importante. Aun cuando el gobierno tenga el control, el poder siempre está en la gente y en su voluntad de hacer y seguir adelante”, consideró.
¿Regresa entonces la “Queen Diva” a Cuba?
Definitivamente.
Me he sentido muy feliz de estar acá, de poder conocer a gente maravillosa, de probar la comida cubana, que es deliciosa, de escuchar y ver en vivo la música cubana, de compartir con artistas cubanos, que son increíbles. Ha sido genial y tenemos grandes planes en el futuro relacionados con Cuba.