El concierto fue en Avellaneda, un municipio en el sur de la provincia de Buenos Aires. Allí Silvio Rodríguez repitió el formato y el gesto de sus conciertos por los barrios, parte de su “gira interminable” en Cuba, que esta vez se extendió hacia esta ciudad austral para hacer el cierre multitudinario de una serie de diez conciertos en Chile y Argentina.
“Buenas tardes a todos, todas y toditos”, así inició Silvio esta presentación. “Asumo este concierto como uno de aquellos que hacemos en los barrios de La Habana”, dijo.
Se esperaba la asistencia de 60 mil personas, pero las autoridades del municipio confirmaron unas 100 mil que abarrotaron la avenida Belgrano. En su blog Segunda Cita, el trovador dejó su testimonio:
“Acabamos de terminar el concierto en Avellaneda. Mucha gente y todos exquisitos. Parecía un teatro lleno de cultísimos. Un silencio tremendo, total atención a lo que sucedía en el escenario. Abrió Cecilia Todd, intérprete exquisita de los entresijos más complejos del folklore venezolano. A mitad de nuestra presentación invité al poeta Jorge Boccanera que dijo cuatro poemas que fueron atendidos como si estuviéramos en un paraninfo universitario. Decenas de miles de personas vibrando al unísono… Vaya Avellaneda.”
Silvio cantó por casi tres horas y casi una treintena de temas. Fueron ovacionado, él y sus músicos, en varios momentos de la noche. Comenzó con “Yo te quiero libre” y terminó con “La era está pariendo un corazón” y “Ángel para un final”.
Un primer bloque de canciones estuvo dedicado a las mujeres, desde el amor y sus luchas, cerrando con “Eva”, convertido en un nuevo hit durante esta gira por Argentina. La canción protagonizó quizás el punto más alto del recital, cuando miles de los asistentes acompañaron al trovador y levantaron los pañuelos verdes, símbolo de la campaña por el derecho al aborto legal y asistido en Argentina. “Eva”, compuesta en 1987, se vuelve casi un himno:
Eva no quiere ser, para Adán,
la paridora pagada con pan.
Sobre este momento del concierto, la joven Carolina Rosales, dijo a OnCuba:
“Fue muy emocionante porque hace un año el pañuelo verde (creado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito) era desconocido para la mayoría de la gente y hoy es símbolo y bandera no solo en Argentina sino en todo el continente. Y eso tiene que ver con el proceso que se dio durante 2018 en el país en torno al tratamiento de Ley y la visibilidad que generó el movimiento de mujeres, el único movimiento que actualmente encarna una oposición unificada no sólo al sistema patriarcal sino al neoliberalismo de toda la región y al gobierno de Mauricio Macri. Desde el feminismo decimos que una vez que te ponés las gafas violetas (color que representa al movimiento) ya no podés ver con otro cristal. Y si bien la lucha por el aborto legal en Argentina lleva toda la vida, y la Campaña en sí unos 13 años, la irrupción que se logró en la agenda pública en los últimos meses generó que ya no podamos ver casi nada desde otra perspectiva. Eso hace que, en escenarios tan hostiles, cada guiño que aparezca será profunda y amorosamente abrazado. Creo que el público argentino tiene algo muy particular: le gusta tararear los acordes y cantar a los gritos pero cuando le piden palmas no hace. Es como un “hago lo que quiero” constante frente a los lugares comunes de los artistas en escena. Pero Silvio no es un lugar común –nunca lo fue– y en este caso redobló la apuesta sin hacer flamear el pañuelo ni decir “aborto legal”. Tan sólo trajo esa obra, “Eva”, que quizá la mayoría del público apenas conocía hace algunas semanas, e iluminó el escenario de verde. Y entonces no hizo falta decir más. Esa entrega y compromiso sin subestimación es la que, entre tantas otras cosas, hace que el vínculo de amor del público argentino con Silvio sea tan fuerte desde hace tanto tiempo.”
No faltaron “Pequeña serenata diurna”, “La maza”, “El necio” y “Ojalá”, “De la ausencia y de ti” , “Óleo de una mujer con sombrero”, “Tonada del albedrío”… Cantó también “América”, una canción inédita que ha sido muy bien recibido durante la gira. La misma suerte ha corrido el tema “Viene la cosa“, compuesto recientemente y dedicada al presente de Cuba.
Fútbol y Silvio
Entre la multitud hubo personas que llegaron de Chile y Uruguay. Algunos durmieron en la plaza desde la noche anterior para asegurar unos puestos en primera fila, lo más cerca posible del escenario.
Silvio Rodríguez, que dentro de un mes cumplirá 72 años, ofreció este concierto totalmente gratuito y sobrepasó o igualó la convocatoria de estrellas de rock internacional y músicos de moda. Mayor mérito tiene si se suma el hecho de que la mayor y casi única vía de promoción fueron las redes sociales y el boca a boca.
En Argentina, donde el fútbol es la más seria de todas las pasiones, se adelantó el horario de un partido entre Racing Club y San Lorenzo (dos de los más grande equipos del país), porque coincidía en tiempo y muy próximo en espacio, con esta presentación de Silvio.
De hecho, el diario Clarín, que es dueño monopólico de la transmisión del fútbol, público el día antes un artículo criticando el concierto y al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, del Frente para la Victoria, liderado por la ex presidenta y ahora senadora Cristina Fernández.
“Ganó la politiquería. Y el súper profesionalizado fútbol que pretendía previsibilidad, tuvo que ceder. Perdieron los hinchas, que deberán madrugar a regañadientes”, criticó Clarín, considerado el mayor operador político de la Argentina.
El periodista de la revista Crítica Agustín Colombo, gracias al cambio de horario, pudo disfrutar de ambos eventos, y lo cuenta a OnCuba así:
“Fue un domingo de felicidad. Muchos hinchas de Racing decidimos ir a pasar todo el día a Avellaneda. Primero nos alegramos porque nuestro equipo le ganó a San Lorenzo y sigue líder del torneo, y después disfrutamos la magia y la calidez que siempre ofrece Silvio. A la noche, por más de que el cuerpo dolía, había una sensación de día inolvidable. Y así lo será”.
“Cuando digo que eramos muchos hinchas de Racing, lo digo con autoridad: yo fui uno de ellos, pero en la enorme multitud que disfrutaba del trovador cubano también había muchas camisetas celestes y blancas que estaban en la misma. La Academia y Silvio se tocan en algún punto: son parte de un sentido de pertenencia, reflejan una parte de nosotros y de nuestras vidas”.
El concierto reeditó el que realizara el trovador hace tres años en Lugano, también en la capital argentina, y que a pesar de las bajas temperaturas también convocó a miles de personas.
En Avellaneda al presentar a la banda que lo acompañaba –Rachid López (guitarra y coros), Maykel Elizarde (tres), Niurka González (flauta, clarinete y coros), Oliver Valdés Rey (batería y percusión), Jorge Reyes (contrabajo), Jorge Aragón (piano y coros) y Emilio Vega (vibráfono y percusión)– agradeció también a “los invisibles imprescindibles” que han hecho posible ese concierto y la gira. Con ello provocó uno de los aplausos más cerrados y gritos de gracias.
Hola Kaloian, mi nombre es Cecilia Calderón, en FB estoy como Ceci Fer ( de Roma, pero soy de Bs As, engaño para el panóptico). Te escribí por allí pero lo hago por aqui también. Es para contarte que con un grupo de gente pintamos un mural gigante para Silvio, el mismo sale en una de las fotos que publicaste con una pareja besándose. Todo surgió por la emoción de saber sobre la presentacion de Silvio en la calle y de la necesidad de homenajearlo a él y al pueblo Cubano al que tanto amamos.
Tengo fotos y una linda historia de “Redes Sociales”
Te paso un link que publiqué contando algo:
https://www.facebook.com/fercecil/posts/10218062106171332