La existencia más allá de la muerte como pretexto para hablar de la vida, funcionan como aristas inequívocas de los cortometrajes Crematorio, en fin… el mal y Crematorio II Más allá del bien y del… mar, ambos de Juan Carlos Cremata Malberti.
Con gran afluencia de público en el Cine Chaplin, los filmes -que integran una serie- fueron estrenados durante la segunda jornada de la Muestra Joven del ICAIC. OnCuba conversó a la salida de la proyección con el director de Nada y El premio Flaco, quien estuvo casi tres años inmerso en esta realización, en la que ha trabajado paralelamente a su largometraje Contigo pan y cebolla y a sus puestas teatrales.
Todo comienza, como casi nunca, por el segundo porque se proyectan al revés, “de atrás para adelante”, expresó Cremata.
“En un inicio pensaba hacer un largometraje que incluyera los tres cortos pero luego decidí entregarlos de forma independiente. El primero dura 32 minutos y el segundo 26. El tercero lo filmé con Orlando Manrulfo(Mariconchi), pero no quedé satisfecho con su realización por lo que lo volveré a filmar más adelante con el mismo actor que interpreta dos roles. Es una deuda que tengo con él pero no obtuve el resultado esperado y como sabes soy muy exigente con mis películas.” Añadió el director de la multilaureada Viva Cuba.
¿Cómo surgen los Crematorios?
El primero que es un corto coral fue coescrito junto a Carlos Lechuga y el segundo con Eduardo Eimil. El primero, que en realidad es el segundo a manera de exhibición como te comenté, surge de un proyecto de cinco historias sobre distintas etapas de la Revolución cubana que íbamos a realizar cinco realizadores. Enrique Pineda Barnet filmaría los sesenta, Juan Carlos Tabío los setenta, Jorge Luis Sánchez los ochenta, Fernando Pérez los noventa y yo concluiría con los dos mil. El proyecto se malogró y yo me quedé con las ganas de realizar el mío porque creí siempre en el. Entonces lo presento al ICAIC e increíblemente lo aprueban junto al segundo.
¿Por qué increíblemente?
Durante el rodaje los técnicos y los actores me preguntaban constantemente ¿Estás seguro de que en el ICAIC aprobaron esto? Es verdad que el guión está bastante fuertecito. Discursa sobre la sociedad cubana contemporánea en especial de temas pocos tratados en los medios de comunicación. El primero se desarrolla en un velorio, el segundo en el cementerio y el tercero es en el cielo o el infierno.
Los titulé Crematorio a sugerencia de Lechuga que le pareció bien por mi apellido además de que es fácil traducir y comercialmente funciona, además que de inmediato contextualiza al espectador sobre la historia que verá, que tiene como pretexto a la muerte para hablar de la vida.
¿Qué cuentan los cortometrajes?
A partir de la muerte de un reacio y recalcitrante viejo militante que fallece con el brazo en alto frente a la retransmisión de una tribuna abierta, la familia comienza a recriminarle al difunto todo lo que dejó al partir. Su diversa familia, (Sheila Roche, Nancy Gonzalez, Waldo Franco, Miriam Socarrás entre otros,) un nieto santero, otro travesti, una hija que llega de Miami, y otros pintorescos personajes funciona como una retrato o representación de muchas de las personas que viven la Cuba de hoy. Es una historia de humor negro que le dedicamos a Daniel Díaz Torres. Nunca tuve la oportunidad de decírselo en vida, pero siempre dije que esta era mi película más al estilo de Díaz Torres, donde prevalecía el choteo y la ironía tan distintivos del estilo del desaparecido y entrañable cineasta. El humor del segundo es más reflexivo. Son dos señoras (Aurora Pita y Fátima Patterson) que conversan sobre el pasado, el presente y el futuro en el cementerio. En el transcurso del diálogo te vas dando cuenta de la particularidad del mismo, estás oyendo y viendo a un par de muertas hablando aun de la vida y de una única realidad.
¿Satisfecho?
Me he sentido muy complacido con este trabajo que me ha dado la oportunidad de explorar la comedia como género, pues el tipo de humor de cada uno de los cortos es diferente al otro. Uno es más reflexivo y el otro más hilarante. Gracias a la Muestra por rescatar ese espacio de sus presentaciones especiales y de darme la oportunidad de proyectar esta obra que iba a tener su estreno durante la pasada edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, pero la retiré por problemas que tuve con el evento. Como has podido ver, los espectadores salen complacidos y me han abordado para felicitarme por, al decir de ellos, ser valiente en tratar temas tan complejos que no todos abordarían. Estoy satisfecho porque creo que se ha logrado lo que pretendíamos con estos cortometrajes, más allá de criticar, divertirnos.
Foto tomada del Portal Cubacine
Para mi es de los mejores que ha dado el cine cubano, y me gustan su personalidad, su abanico y sombrero, Felicidades
Exelente el corto, Crematorio: en fin… el mal. Felicidades a Cremata, es el único que he podido ver hasta ahora, es un ejemplo para los cineastas cubanos, el sentirse comprometidos con la realidad de Cuba mediante el arte.