Eating the sun es el título de la más reciente película del cineasta Alfredo Ureta que pronto comenzará a rodar. No es un capricho que se titule anglófonamente, pues el filme es hablado mayoritariamente en inglés debido a cuestiones comerciales y al origen de uno de los personajes.
Se trata de un terror psicológico, género sin antecedentes en nuestra cinematografía y se inscribe junto a las obras que soslayan el español y otros signos evidentes de la cubanía.
La cinta contará con noventa y cinco minutos de metraje y se concentrará en la historia de Julia y David en compañía de su perro Flash. Ambos conforman una pareja a punto de tener un bebé que vivirá inquietantes experiencias durante un eclipse de Sol, luego de que su automóvil se descomponga en un solitario paraje. Precisamente la circunstancia apela, según Ureta, al valor mágico y agorero que se le otorga al eclipse en culturas precolombinas como la azteca.
El filme contará con la producción de Reymel Delgado, la fotografía de Alejandro Pérez, el sonido de Osmany Olivares, la música de Magda Rosa Galván y Juan Antonio Leyva, quienes han acompañado a Ureta en sus anteriores entregas.
Eating the Sun se filmará en suelo cubano con probables locaciones ubicadas en el Valle de Viñales (Pinar del Río), Topes de Collantes (Sancti Spíritus), y áreas del capitalino Parque Lenin.
Con Ureta, quien aún se encuentra inmerso en la etapa de prefilmación, OnCuba conversó para conocer detalles del proyecto.
El filme será un terror psicológico, rara avis en nuestra contemporaneidad audiovisual ¿Qué características principales del subgénero incluirá?
Es una película basada en la sugestión, donde muchos de los eventos están realmente ocurriendo en la mente de los personajes, aunque desde un punto de vista totalmente realista.
Pensaban comenzar a rodarlo en marzo del pasado año, ¿por qué se ha dilatado tanto la producción?
Creo que para bien, hemos tenido la suerte que al proyecto se integren algunas personas que nos sugirieron la búsqueda de un actor de cierta presencia en el mercado internacional, eso ha hecho que nos tengamos que ajustar a otras fechas y a otras necesidades de financiamiento.
¿Cómo surge la idea del argumento y luego del guión?
Mi esposa estaba embarazada, no nos encontrábamos en Cuba y tenía yo mucho tiempo de ocio, entonces se me ocurrió aprovechar las circunstancias y la experiencia que me estaba brindando la vida en un evento tan rico como es el embarazo y la llegada de un hijo. Después de tener la idea, todo el material estaba al alcance de mi mano, estaba atravesando por situaciones similares al de los protagonistas, con la gran diferencia que en nuestro caso, ambos deseábamos a nuestro hijo.
¿En qué se inspiró fundamentalmente?
Unos meses antes de escribir el guión había descubierto para mi asombro a una excelente escritora cubana, una señora de 83 años que me encantó con todo su trabajo, era literatura principalmente fantástica y de terror, una especie de Stephen King de Cuba, su nombre es Esther Días Llanillo. Aunque mi historia no está conectada a ninguna de las de ella, estoy convencido de que por esos días estaba influenciado por las atmósferas, penumbras y personajes que reinan en las historias de Llanillo.
Ha dicho que pretenden hacer una película con valores artísticos pero que funcione comercialmente. ¿Hasta qué punto considera que una película pueda ser comercial sin perjudicar su esencia como arte?
El cine surgió en la feria, como bien decía Tarkovski, uno de los grandes de este arte, entonces realmente ¿cuál es su esencia? Es mucho más difícil hacer cine o cualquier tipo de arte para la inmensa mayoría sin traicionarte, con buen gusto y sencillez, que hacerlo para críticos y festivales.
Además de las cuestiones de mercado, ¿por qué decidió que los diálogos fueran casi todos en inglés?
Los diálogos no son solo en inglés, cuando se requiere se habla en español, es una pareja mixta, un anglosajón y una cubana, que viven en un país de habla inglesa, lo lógico era que se comunicaran en ese idioma, pero desde un principio estos personajes y la historia se me revelaron en inglés. Por otra parte, era un punto a favor a la hora de negociar con productores y distribuidores, eso le agregaba un detalle interesante, una película cubana en inglés.
Regresa al minimalismo que antes exploró en La guarida del topo, ¿qué otros puntos en contacto establece entre ambos filmes?
Sí, me gusta explorar en el interior de los personajes y para hacerlo por lo general debo escoger algunos pocos, por lo que en esta futura entrega también hay pocos personajes. En La Guarida… si te fijas bien hay suspenso, e incluso un intento o roce con el terror: la secuencia en los túneles.
¿Cuáles son los principales temas que aborda el guión?
En sentido general la pérdida, la pérdida de la razón, de la confianza, de la inocencia, del ser amado, del hijo, de tu pareja, de tu idiosincrasia, de tu vida profesional y, por supuesto, del amor.
¿Por qué seleccionó ese título?
Eating the Sun o Comiéndose al Sol surge de una antigua creencia de las culturas prehispánicas que le otorgaban a los eclipses poderes sobrenaturales, para ellos el Dios Sol se enfrentaba durante un eclipse a una criatura malévola, una sombra que devoraría al mundo y lo convertiría en oscuridad. En esta batalla el Dios Sol o Tonatiu, así le llamaban, luchaba contra esta criatura a la que siempre vencía, solo que las víctimas de esas batallas eran las mujeres embarazadas y los niños que nacían durante el Eclipse, por eso a los Eclipses se le llamaban “Tonatiu Cualo” o “Sol Comido”. En nuestra historia la protagonista está embarazada, se les avería el auto a ella y a su esposo en una carretera poco transitada, en un día que se anuncia la ocurrencia de un Eclipse de Sol.
¿Qué destacaría fundamentalmente de la película?
Para mí lo más interesante de esta historia es como a partir de personajes y circunstancias muy terrenales y realistas desembocamos en un thriller psicológico, donde el terror está al acecho a la vuelta de cualquier esquina.
Esta será su tercera obra de ficción aunque el video clip ha ocupado gran parte de su producción audiovisual. ¿Tendrá la película alguna influencia de este modo de filmar?
No lo creo, tampoco se echa a ver mucho en mis dos anteriores películas. Del video clip agradezco la espontaneidad y el oficio que nos ha dado, de una manera u otra nos ha permitido enfrentarnos a muchas situaciones a la hora de filmar que ya no nos agarran por sorpresa y más en nuestras condiciones críticas de presupuesto, donde hemos tenido que ideárnosla para salir adelante.
¿Qué tiene el cine de género que tanto le interesa a Alfredo Ureta?
Si me preguntaran si soy un artista, les respondería que no, que solo soy un cineasta. El cine para mí se resume en contar historias que le lleguen a la gente, y los géneros son como ríos, algunos más caudalosos que otros, pero si sabes navegar en ellos son una excelente vía para llegar a donde quieres.
¿Serán solo dos actores?
El peso fundamental del filme lo llevan los dos actores protagonistas, pero habrá algunos otros que nos ayuden a contar la historia.
Tengo entendido que la protagonista femenina es Yoandra Suárez ¿Ya eligió al protagonista masculino?
Aun no, hay una corta lista pero está en dependencia de las fechas y las negociaciones entre los productores, ellos y sus agentes.
¿Es cierto que el filme será una especie de mezcla de The Shining, de Kubrick con el Stalker de Tarkovski?
Ojalá, pero dudo que tan siquiera pueda acercarme a esos dos monstruos del género. A esa mezcla le agregaría Rosemary’s baby de Polanski y el Vértigo de Hitchooch, aunque este último solo por la exquisitez de su puesta en escena y su manera tan precisa de filmar.