Más de 150 años después de la novela clásica de Víctor Hugo, una película francesa titulada Les Miserables ofrece una cruda mirada moderna a los suburbios de París donde Jean Valjean conoció a Cosette.
Les Miserables de Ladj Ly, que se estrenó el miércoles en el Festival de Cine de Cannes, no presenta canciones ni romances sino un duro retrato callejero del banlieue de Montfermeil. Es el mismo barrio donde Ly creció y todavía vive.
El cineasta de 37 años dijo que hizo su película como “una alarma” ante los apuros que viven los niños en barrios como el suyo.
“Los últimos 20 años hemos dicho que las cosas no andan bien. Tenemos la impresión de que nadie está escuchando”, dijo Ly. “Quise dirigir un mensaje a Emmanuel Macron, el presidente de la república. Es importante que él vea este filme”.
“Por 20 años hemos sido chalecos amarillos”, agregó en alusión a las manifestaciones en curso de franceses de clase trabajadora. “Hemos estado exigiendo nuestros derechos los últimos 20 años. Hemos tenido que lidiar con la violencia policial por más de 20 años”.
Les Miserables, que compite por la Palma de Oro, el máximo premio del festival, muestra los suburbios de París como polvorín inflamable donde líderes de pandillas y policías inquietos ejecutan una danza constante. Gran parte de la cinta gira en torno a los chicos que crecen en los proyectos habitacionales.
En el 2015, el suburbio de Clichy-sous-Bois explotó en revueltas que colocaron el foco internacional en las vidas de inmigrantes y franco-africanos en las áreas que circundan París.
“No debemos olvidar que tres cuartos de la gente que vive en estos urbanizaciones son franceses”, dijo Ly. “Ahora tenemos la impresión de que existen distintas clasificaciones de ciudadanía, pero somos sólo franceses y punto, así que acéptennos como franceses y punto”.
Otras películas recientes han buscado capturar la realidad de los banlieues, incluyendo La Haine y Dheepan, que ganó la Palma de Oro en el 2015. Les Miserables, que marca el debut de Ly como director, recibió reseñas mayormente positivas en Cannes por su apasionado comentario social.
“Un siglo después, la miseria y la pobreza vil siguen presentes en estas urbanizaciones”, dijo Ly.