El Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente del Caribe Isla Verde concluyó su tercera edición la noche de este sábado en la Isla de la Juventud.
Su cierre tuvo como centro la entrega de los premios de su certamen, que esta vez incluyó tres categorías. Es el segundo año que Isla Verde tiene carácter competitivo, y ahora estuvieron en competencia 38 obras, de las más de 100 presentadas.
En el apartado de largometraje el premio fue para el documental brasileño La caída del cielo (A Queda do Céu), mientras le fue otorgado un galardón especial a la película española Mariposas Negras, filme ganador del Premio Goya 2025 a Mejor Película de Animación y cuya exhibición abrió el festival.
La categoría cortometraje entregó su premio a la obra cubana Finca Costera y un premio especial, a también cubana, Metalmorfosis.
Este año Isla Verde estrenó la categoría Cine en Construcción, pensada para apoyar a proyectos en desarrollo. En esta primera ocasión su galardón fue para el documental argentino La tierra explota, el tiempo se acaba, en tanto el proyecto The taste of honey, de Bangladesh, recibió una mención.
“Celebramos las historias que nos conmovieron, los talentos que nos inspiran y la conexión profunda entre el cine, el arte y el medio ambiente”, aseguraron los organizadores del Festival en Facebook, en una publicación en la que compartieron imágenes de la gala de premiaciones.
En el jurado de las distintas categorías estuvieron importantes figuras del cine y el arte cubano como Leonardo Padura, Arturo Soto, Kiki Álvarez, Laura de la Uz y Vladimir Cruz.
También los integraron artistas internacionales como el fotógrafo español Hector Garrido y el italiano Antonio Urrata; así como biólogos y científicos ambientales, cuyo papel es fundamental en un evento que apuesta por el arte cinematográfico con mirada al bienestar del planeta.
La jornada de cierre del festival este sábado incluyó la siembra de mil pinos y 500 robles, una iniciativa que el evento desarrolla desde su primera edición. Llamada el Pinar del Cine, se trata de un simbólico momento en el participan artistas, invitados y el propio equipo del festival.

Para su clausura Isla Verde volvió a tomar el histórico Presidio Modelo de la Isla de la Juventud.
Ese fue el escenario de la más importante acción de artes visuales del evento, la muestra colectiva De la Isla a la Luna 2.0, en la que participaron más de 30 artistas de Cuba, el Caribe, Brasil y Europa.
La expo “exploró temas fundamentales como el cambio climático, el desarrollo sostenible, el reciclaje, la inclusión social y la relación ética y estética entre el ser humano y la naturaleza”, según una nota del evento en sus redes.

En el propio Presidio Modelo cerró el festival con un concierto del cantaor andaluz Desmelenao y el cubano Kelvis Ochoa, uno de los más reconocidos artistas salidos de la Isla de la Juventud, y que de la mano de Isla Verde regresó a casa.
En su cierre, Jorge Perugorría, creador y presidente de Isla Verde, consideró que esta tercera edición había sido de consolidación para el aún joven evento.
