Giselle Lominchar: “Hay que lanzarse y experimentar”

La joven actriz y realizadora prepara #Habanalike, una de las propuestas ganadoras de la segunda edición del Fondo de Fomento del cine cubano.

¿Cómo nos movemos en dos mundos paralelos: el virtual, donde exponemos el Yo virtual, nuestro avatar, quien queremos ser; y el mundo cotidiano, donde nos enfrentamos al Yo interior y a las circunstancias reales?

Esta es una de las premisas de #Habanalike, uno de los cortometrajes de ficción ganadores de la segunda convocatoria del Fondo de Fomento del Cine Cubano, producido por Vivian Sera Ochoa y dirigido por Giselle Lominchar, quien también estuvo a cargo del guión.

El proyecto se presentó en el 2019 durante la 18va. Muestra Joven ICAIC, ganó el apoyo de algunas entidades y productoras independientes en el pitching “Haciendo cine”, de donde también salió Sangre, primer trabajo como directora de Lominchar, más conocida por su trabajo como actriz.

La joven artista nos cuenta que la temática central del cortometraje son las redes sociales y las relaciones interpersonales: “Este guión presenta nuevos personajes en la sociedad y en el audiovisual cubanos. Creo que los jóvenes, y todos en general, nos sentiremos identificados con este corto”, explicó a OnCuba

Este material presenta diferencias respecto a su primer trabajo, más enfocado en el cine de género, con una estética sui géneris. Al respecto, comenta: “Sangre surgió de una forma muy espontánea. Escribí un par de escenas cumpliendo las pautas que nos había puesto nuestro profe Yerandy Fleites en la clase de Dramaturgia en la Universidad de las Artes (ISA)”.

Rodaje de Sangre, ópera prima de Lominchar. Foto: cortesía de la entrevistada

“Imagínate, era el último turno de la tarde y yo tenía que organizar mi fiesta de Halloween en casa, así que escribí el ejercicio de una vez y rápido, pero inspirada por esos aires macabros. Lo leí en clase y luego en la fiesta, a mis amigos, y a todos les encantó. Me dijeron: tienes que terminarlo, y de ahí salió el guion”, añade.

“Yerandy siempre me dijo que yo tenía una visión muy cinematográfica, y le agradezco mucho a él y al ISA por respetármelo, a pesar de que la carrera va encaminada a la escritura teatral”, comenta la realizadora.

Respecto a la estética del filme, precisa: “Creo que sí debemos apostar por otras estéticas, por otros géneros, además del realismo, el costumbrismo o la comedia, que sabemos caracterizan a la filmografía cubana. Tanto el cine como la vida son mucho más que eso. Los artistas debemos ver un poco más allá; creo que en Cuba aún se subvalora mucho el cine de género, pienso que se le debería dar más espacio, hay muchas cosas que se pueden decir de una forma menos explícita”.

“Esos géneros tuvieron su boom en un momento. No digo que ahora se renieguen, pero no debemos abandonar la búsqueda de nuevas formas y maneras de contar. Hay que lanzarse y experimentar. Ya no se habla de un género puro. Cuando ves las fichas técnicas de películas en plataformas de cine, casi siempre son varios géneros o uno con apellidos”.

SANGRE, un cortometraje de Giselle Lominchar

Con una carrera como actriz, ¿por qué apostar ahora por la dirección?

Bueno, me gustaría aclarar que mi carrera sigue enfocada en la actuación. Lo que intento seleccionar los proyectos que me interesan hacer y es complicado porque tampoco hay muchas opciones ahora.

La dirección me ha dado la posibilidad de ser más independiente en ese sentido: empezar un proyecto, reunir a mi equipo y buscar los medios para realizarlo. Aunque no dependa todo de mí, en gran parte sí, y está en mis manos lograrlo. A veces demoras años para finalizar un proyecto o para ejecutarlo, como en el caso de #Habanalike, para el que estábamos buscando financiamiento desde hace dos años, o como Sangre, que desde que la escribí a su estreno pasaron seis años. Pero, en mi caso, prefiero controlar y seguir el proceso. No tengo paciencia para sentarme a esperar a ver qué pasa.

Giselle Lominchar junto a Carlos Urdanivia, director de arte. Foto: cortesía de la entrevistada.

Como actriz, es diferente, eres vulnerable a todo. Muchos actores y actrices enfrentamos el estado de ansiedad que causa esa incertidumbre siguiendo adelante con otros trabajos e intentando olvidar. Hasta que un día te llega el mensaje de una asistente de dirección para la premier de una película, años después de filmarla, o, de lo contrario, también puede pasar que no sepas más nada de ese proyecto en el que participaste y al que tanto te entregaste.

Y en el caso de #Habanalike…

Me he enfocado en mí y en la comunidad virtual de hoy, sus gustos, su necesidad de llamar la atención, de ilusionarse con un mundo irreal, el de las redes sociales, de construir una imagen de sí mismos para ser aceptados por los demás al punto de vender un estilo de vida que no es el suyo, en la pseudopsicología positivista llena de faltas ortográficas que muchas veces les genera ansiedad y frustración.

Sin juzgar a estos personajes con nombres @, me cuestiono si las redes sociales logran unir o no al ser humano, si son un paso de avance en las relaciones sociales. Si de verdad podemos hablar de sororidad y empatía sin criticarnos. Si de verdad nos aceptamos como somos, sin maquillarnos tanto o usar filtros que nos hacen parecer barbies. Si de veras nos respetamos a nosotras mismas cuando llenamos el feed con imágenes sexistas usando un caption de violencia de género. Si de verdad estamos mostrando una imagen poderosa de las mujeres tras los hashtags de empoderamiento femenino de esa manera. Si de veras nos preocupa tener una buena reputación digital cuando hacemos un uso nocivo de internet.

Foto: cortesía de la entrevistada

Ubico esta problemática en el contexto cubano. La visualidad de este corto es fresca, juvenil, moderna, pintoresca, tal y como es el mundo virtual. A su vez, esto contrasta con la realidad cubana.

Pretendo acercarme al cine de Tabío, que de una forma tan perspicaz refleja la idiosincrasia del cubano. Asumir lo absurdo de nuestra sociedad y las situaciones graciosas.

¿Qué llama tu atención de ese ecosistema virtual?

Precisamente eso es lo que me aterra y me llama tanto la atención. #Habanalike surge de mi conflicto con las redes sociales, de intentar entender su influencia en las personas y descubrir que todo depende del uso que hagamos de ellas, del auge que han tomado en estos tiempos y de cómo las redes nos manipulan y nosotros, a su vez, las usamos para manipular.

Escribí el guion en un momento de rabia, cerré mi perfil personal de Facebook, y estaba en plena crisis existencial, no entendía nada acerca del tema y lo rechazaba. Muchas veces mis gustos e ideología se contraponen con las tendencias que simplemente no entiendo o no me motivan, como verme a mí misma como una marca personal.

La verdad tengo que agradecer al aislamiento, a las chicas de LyM Social y a mis seguidores que me han acercado a este tema, me han asesorado y me han ayudado a descubrir el lado positivo de las redes y aprender a gestionarlas, porque temo convertirme en una víctima más de las redes sociales, del ciberacoso, de los stalkers, hackers. Temo perder mi esencia, mi privacidad, todo eso está reflejado de cierta manera en el guion”.

El proyecto resultó ganador en la segunda convocatoria del Fondo. Foto: cubacine.cu

Aprender a usar las redes sociales en buena medida es aprender a comunicarnos, entender la comunicación humana y la complejidad de nuestra naturaleza. La virtualidad solo proyecta cómo nos estamos deshumanizando siendo humanos.

Además, pretendo aprovechar estas plataformas como nuevos medios de exhibición que se imponen en el cine cubano. Y a su vez, devolver a estos personajes @ a su mundo fantasioso a través del lente crudo y mágico del cine, convirtiendo a los seguidores en espectadores reflexivos. Como realizadora, esto me permitirá lograr mayor alcance e interacción con el público.

Respecto al resultado del Fondo de Fomento…

Realmente estamos muy felices con esta iniciativa. Es una puerta abierta para el cine independiente cubano y para los jóvenes realizadores. En mi caso, me sorprendió muchísimo ser beneficiaria de este fondo junto a tantos colegas que admiro y que tienen mucha experiencia cinematográfica.

Tras una Ley de Cine aprobada gracias a la persistencia de muchos cineastas, el fondo venía siendo el próximo paso a ejecutar. La ´Muestra Joven del ICAIC´ siempre ha sido el espacio para los jóvenes realizadores. De ahí salieron Sangre y #Habanalike, por lo que siempre le estaré más que agradecida. Pero a pesar de los esfuerzos de sus organizadores los recursos y los medios con los que cuentan son escasos para los proyectos más ambiciosos, por lo que el Fondo era más que necesario.

“Villa Rosa”: un enclave político

Es una vía accesible para la realización de nuestros proyectos, con la cual antes no contábamos en Cuba, y un deber con la cinematografía cubana independiente que tanto se ha destacado en el panorama internacional. Estoy segura de que, gracias al apoyo del Fondo, disfrutaremos de películas de gran calidad, variedad estética, cine de autor, voces femeninas, visiones nuevas que están por despuntar.

Sin dudas, es una gran oportunidad y debemos aprovecharla al máximo. Apoyar al cine cubano en estos tiempos de crisis, en los que estamos ansiosos por contar nuestras historias y escuchar las de otros, algo así es imprescindible para darle al público cubano algo que realmente necesita: verse reflejado en la gran pantalla. Y eso se demostró, en el pasado Festival de Cine.

¿Cómo crees que pudiera mejorar esta iniciativa?

Realmente el Fondo es muy reciente, y como todo lo nuevo, todavía hay cosas que se están probando y quizás haya que reajustar. Sinceramente, por parte de los organizadores siento la mejor disposición de apoyarnos y facilitarnos el proceso. Incluso hay reuniones programadas para intercambiar ideas, y ese ha sido otro de los beneficios del Fondo: como es bastante nuevo para todos, nos ha acercado más como creadores, debatiendo dudas y experiencias para buscar soluciones”.

El ICAIC, el Fondo de Fomento y la restauración del cine cubano

Creo que en lo que todos coincidimos que habría que mejorar es en la implementación de mecanismos de ejecución entre las instituciones que tienen que ver con el Fondo y que dificultan las gestiones de trámites.

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