Si mencionamos en Cuba el nombre “Morgan Creek” probablemente nadie sepa de qué se trata, pero una vez que se observa el logo de esta productora de cine norteamericana rápidamente muchos la asociarán con las transmisiones en la tv de célebres películas como El último de los Mohicanos, Ace Ventura (detective de animales) y Ligas Mayores.
Su presidente, David Robinson, y un amigo cercano en la industria del cine, Kim Hammond (“el veterinario de las estrellas”) caminan por La Habana en estos días, eufóricos por el ambiente de estos tiempos de cambio y sobre todo por las potencialidades que ven a cada paso.
“Esta es la tercera vez que vengo a Cuba”, anuncia Robinson prácticamente en el mismo inicio del diálogo exclusivo con OnCuba. “A ambos nos gustó la película de zombies, Juan de los Muertos, y yo he dado clases en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, sobre cine y producción”, apunta.
Pasajeros del vuelo inaugural de una línea aérea directa entre Baltimore y La Habana, Robinson y Hammond no buscan de inmediato cerrar ningún acuerdo: solo miran, conocen, interactúan.
“Estamos aquí porque este es un nuevo comienzo fresco para las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Este es un país muy inteligente, todo el mundo es muy inteligente. Nosotros estamos aquí para colaborar, tenemos tanto de aprender de ustedes como quizás lo que tengan ustedes para aprender de nosotros. Hay una ecuación matemática que dice: 3+2=1; esto es: al Tercer más fuerte le sumas el Segundo más fuerte y lo que obtienes es el Más Fuerte de todos”, asegura el socio de Robinson y muy célebre figura de los medios, en programas dedicados a la protección de mascotas.
Luego de haber apoyado financieramente una producción como Cuban Chrome, recién emitida por la cadena Discovery Channel, los amigos describen sus deseos de que en el futuro inmediato existan muchas producciones con Cuba como escenario.
“Las locaciones nos llaman mucho la atención”, dice el directivo de Morgan Creek. “Mientras más venga y conozca mejor podría saber de historias cubanas que podríamos hacer. No hemos tenido la oportunidad de adentrarnos más en la gente. A veces las historias de ustedes no tienen que ver con las de nosotros, porque los públicos son diferentes”
“Y además nosotros no somos los guionistas”, interviene Hammond: “A nosotros nos proponen los guiones y entonces decidimos si vamos a producir.”
“Lo que más nos gusta de Cuba es que está muy cerca de Estados Unidos”, retoma David, para apuntar: “lo otro es que está en estos momentos en un proceso de transformación. Los jóvenes verán muchas cosas por venir. “
Apenas se ha adentrado en el circuito de artistas y expertos de la industria cinematográfica nacional, pero tanto Robinson como Hammond pueden formarse algunas opiniones sobre oportunidades y retos para una eventual colaboración.
“David es un extraordinario y exitoso ser humano y yo soy un hombre de negocios experimentado. Lo que nosotros estamos buscando es conocer gente joven y ver de qué forma nos hacen mejores a nosotros y de qué forma nosotros podemos hacerlos mejor a ustedes”, dice Kim. “Nosotros queremos algo de ustedes también –sonríe- Para que entiendan: no salimos por ahí a hacer dinero. Y ustedes pueden decir, “todo el que dice eso en realidad está buscando dinero”. Nosotros sabemos que si hacemos las cosas bien al final haremos dinero, pero no es la prioridad. Lo que queremos hacer es algo bien hecho.”
“Pero hay muchas cosas en el negocio del cine que tienen que hacerse primero: una de esas cosas es la transparencia en el uso del dinero. No podemos formar un equipo aquí y que el gobierno tenga todo el dinero y la gente solo una pequeña parte. Por ejemplo también: si tuviéramos que comprar un carro, no podemos pagar 200 mil dólares por un carro pequeño. Ese tipo de cosas tienen que arreglarse”, argumenta Hammond.
“No se trata de no dejar que el gobierno haga dinero, el gobierno siempre obtendrá el dinero de esto. Es solo cambiar la forma en que eso se maneja. Sería la misma cantidad de dinero, lo que la repartición debería ser diferente”, apunta Robinson.
Las ideas y percepciones les llegan sin haber entablado aún ningún acercamiento serio, pues el contexto no favorece todavía la realización de potenciales acuerdos.
“En Estados Unidos hay algunas leyes que nosotros no hicimos pero tenemos que cumplir. No sabemos cuán lejos podemos llegar hasta que el gobierno nos lo diga, y hasta que las leyes cambien. En este momento hay leyes y tenemos que respetarlas. No podemos hacer nada que nuestro gobierno no nos permita hacer y los cubanos no pueden hacer nada que su gobierno no permita hacer”, confirma Kim.
Gracias a la existencia del embargo, la distribución de las obras norteamericanas en Cuba por la tv pública se hace sin pagar derechos y gran parte de la programación está compuesta por esos contenidos. ¿Ven algún cambio en el futuro para eso?
“Al final todo es Física”, asegura el veterinario y promotor del intercambio: “Todo regresa al equilibrio en el medio.”
“Aún cuando se haya estado distribuyendo sin pagar derecho de autor y por otro lado nosotros estemos tratando siempre de obtener ingresos, todo encontrará un equilibrio en el medio. Ni ustedes querrán dejar de tener acceso a los productos norteamericanos ni los estadounidenses querremos cobrar demasiado dinero. Pero no se puede hacer cine sin dinero. Eso hará que se alcance un equilibrio justo para las dos partes.”
“Todo está cambiando, estamos en 2015, es un nuevo día. Debemos mirar y caminar hacia adelante. Tenemos que dejar que las personas más viejas resuelvan los problemas más viejos. Pero los jóvenes tienen que seguir hacia adelante. Deberíamos hacerlo juntos y compartir”.
Magistral cierre: ” (…) Tenemos que dejar que las personas más viejas resuelvan los problemas más viejos. Pero los jóvenes tienen que seguir hacia adelante. Deberíamos hacerlo juntos y compartir”
Nada más que decir…
Pragmatismo, divino tesoro!!, profesionalismo y buena voluntad con los pies en el suelo.
Que van a filmar, el hambre y la necesidad de ese pueblo, ya esta bueno de tanto show mediático y mentira, ese pueblo sigue viviendo en condiciones deplorables y con falta de todo. Hay que estar allí para darse cuenta
Genial , Todo tiene un equilibrio.