En la última década el cine cubano ha experimentado una verdadera eclosión de profesionales independientes. Entre ellos está la productora Lía Rodríguez quien trabaja actualmente en la famosa serie, en coproducción con España, sobre la tetralogía de novelas de Leonardo Padura Las cuatro estaciones.
Lía es abogada de profesión y trabajó durante más de trece años con el legendario Camilo Vives, para muchos el productor más competente que tuvo el Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográficas (ICAIC) lamentablemente fallecido hace unos años.
Rodríguez conoce a la perfección todo el entramado del cine en Cuba y domina tanto sus aspectos industriales como organizativos. Ha ido cimentando una carrera como productora independiente. Lleva además el sector industrial del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana y, según importantes figuras del gremio, conoce como nadie el cine de esta región y sus correspondientes leyes.
En breve pausa de su ajetreo habitual, esta activa mujer accedió a conversar con OnCuba sobre algunos derroteros del cine cubano hoy…
¿Cómo va la producción de Las Cuatro Estaciones?
Se trata de una colección de películas, aún con título de producción “Las cuatro estaciones”, y que adapta las novelas de Leonardo Padura “Vientos de cuaresma”, “Pasado Perfecto”, “Máscaras” y “Paisaje de otoño”. Es una coproducción hispanocubana que, aunque ya terminó su rodaje en Cuba, está en estos momentos en su etapa de rodaje en Tenerife, hasta finales de septiembre.
El trabajo realizado en Cuba fue muy satisfactorio. El director Félix Viscarret se apropió de las historias y de nuestro país (que no había visitado antes de comenzar este proyecto) con una exquisita sensibilidad y fina inteligencia. El rodaje acá fue largo y agotador para el equipo artístico y técnico. Intervinieron muchos actores y tuvimos los problemas y situaciones normales de cualquier producción grande y larga, que requiere de una coordinación y preparación exhaustiva y quizás de más tiempo del que realmente contamos.
Los productores por la parte cubana somos Antonio López y yo. También participó el ICAIC y juntos sacamos adelante un proyecto de gran envergadura.
Luego de terminar el rodaje de este proyecto, creo que algo que me inquieta bastante es la necesidad de reflexionar sobre el estado de la industria, en términos de equipamiento, y la continuidad de la formación en los oficios y especialidades del mundo del cine y el audiovisual, de cara al futuro.
Mucho se ha venido anunciando y es real que existe un interés por Cuba y las posibilidades que el país ofrece para rodaje de historias cubanas, o sobre Cuba; o totalmente foráneas que utilicen nuestro país como plató de filmación. Pero no nos hemos preparado para esto y será un proceso que habrá que solventar sobre la marcha.
¿Qué opinas de la existencia de productores y cineastas independientes en Cuba?
Considero que es un proceso natural, en la manera en que va surgiendo y se ha desarrollado desde hace ya casi diez años. Tiene que ver con la manera más accesible de utilizar los medios tecnológicos para la realización de todas las etapas y procesos de producción de una película u obra audiovisual, la existencia de generaciones que comenzaron a trabajar ligadas a estas tecnologías digitales sin las limitaciones de complicados, pesados y costosos equipos y procesos que convertían al cine en un coto reservado al músculo económico de una institución estatal.
Ligado a esto también los patrones de distribución y consumo de las obras audiovisuales, que también ha perdido su carácter monopólico o exclusivista, para convertirse en obras que podemos disfrutar en los más diversos formatos y eligiendo el lugar donde lo hacemos, nuestra casa, con amigos, o en la sala oscura como tradicionalmente aprendimos a apreciar el cine.
¿Cuál crees que debería ser la política del ICAIC con respecto a esas producciones independientes?
La dirección del ICAIC comprende y tiene una clara medida de que la existencia de productoras independientes es un hecho irrefutable e irreversible y que necesita un ordenamiento tanto en sus relaciones propias del desarrollo de la actividad de creación y producción cinematográfica y audiovisual, como en las relaciones con la propia institución. Desafortunadamente no se ha avanzado todo lo necesario para que esto pueda ser algo logrado, pero yo no me doy por vencida.
Hay que mantenerse en el diálogo y en transmitir a las autoridades que es un gremio que quiere crear y trabajar en un marco de relaciones ordenadas, con derechos y obligaciones, sobre todo en el sentido de ser un actor reconocido en el panorama cultural de la Nación y en la actualización del modelo económico que se ha venido trabajando en los últimos tiempos.
¿Cuál es tu experiencia como productora independiente y cuáles son tus ventajas?
Antes de la colección de “Las cuatro estaciones”, Tony y yo produjimos “El acompañante”. Es una película de Pavel Giroud. Con Pavel tengo una relación personal y profesional que ha atravesado todas sus películas de largometraje.
“El acompañante” es una historia de ficción en un entorno histórico real. Es una historia de descubrimiento del dolor humano y la amistad en la época del surgimiento del SIDA y la creación del Sanatorio Los Cocos. Pretende reflexionar sobre cómo la sociedad se enfrenta a una epidemia desconocida y devastadora y la manera en que reacciona, por temor, por preservación, o por una prevalencia del interés general sobre las elecciones y aspiraciones individuales.
La producción fue un proceso muy enriquecedor en que Pavel se entregó a una historia que llevaba años trabajando. La película cuenta con la actuación de Armando Miguel Gómez y Yotuel Romero, y fue un verdadero placer trabajar con ellos y con todo el elenco y equipo que nos acompañó. Estamos ahora expectantes de su recepción y diálogo con el público. Comenzará su recorrido internacional por el Festival de Busan, en Corea del Sur, que es muy prestigioso en el área, por su selección y programación. Luego seguirá su recorrido internacional hasta que llegue el momento de contrastarse con el público cubano.
Lia y Tony, magníficos profesionales desde ya hace dias, y para dias, buenas personas y “mejores seres humanos”.