“Cada película tiene su propio lenguaje y forma de hacerse. Los universos que me atraen necesitan que se filmen así”, nos cuenta el cineasta Luis Alejandro Yero cuando le preguntamos sobre las complejidades a la hora de filmar Llamadas desde Moscú, su última película, cuyo estreno ocurrirá en el Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale) en febrero de 2023.
“En mayo de 2020, encerrado en un apartamento abandonado de La Habana, con el mundo paralizado por una pandemia, en una ciudad completamente vacía de todos los rostros queridos, una pregunta comenzó a atormentarme: ¿Qué es el hogar? Casi como una provocación del universo, encuentro a los pocos días un artículo que hablaba sobre la vida de los migrantes cubanos en Moscú, encerrados y sin futuro en un país que solo les ofrecía una hostil soledad. Año y medio después, volaba a Moscú para intentar responder a esa pregunta que me atormentaba”, publicó en su cuenta de Instagram.
Coproducido entre Cuba, Alemania y Noruega, Llamadas desde Moscú se acerca a cuatro cubanos que pasan el tiempo en el apartamento de un edificio prefabricado de la capital rusa, en un ambiente de hostilidad contra los homosexuales, atrapados en un limbo en el que no hay posibilidades de regresar a su país ni tomar otro rumbo.
Se trata de la primera entrega de una trilogía sobre la diáspora y esos espacios de profunda espera en los que se ve inmerso el éxodo cubano.
“Llamadas desde Moscú fue filmada de manera muy ‘punky’: en un apartamento que rentamos, con limitaciones, donde solo estaban los protagonistas, la fotógrafa y yo. Si salíamos a la calle corríamos el riesgo de que nos parara la policía. Aparezco como un personaje secundario. Uno hace películas para conocer nuevos horizontes, salirte un poco de ti y conocer otras vivencias, espacios, territorios. Tenía la necesidad de responder preguntas vitales que nacieron justo después de leer aquel artículo publicado en El País. Yo estaba a ‘años luz’ de su precariedad, pero había un sentimiento común de desarraigo y eso nos identificaba”, explica a OnCuba.
Cuatro días después de terminar el rodaje comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania. Dos de los protagonistas lograron regresar a Cuba y la otra mitad permanece allí.
Llamadas desde Moscú no podrá exhibirse en ese país, dadas las leyes vigentes que prohíben cualquier contenido que puedan considerar “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales”.
Para Luis Rey, Doctor en Ciencias sobre Arte y profesor universitario, en la obra de Yero se aprecia “la capacidad por modelar su tiempo, convulso, inestable, de múltiples confrontaciones. Sus probabilidades de reconocimiento en el ámbito de los parias descansan en un conjunto de cualidades que bucean en la condición humana desde el novedoso tratamiento ideoestético audiovisual, a partir de límites inadvertidos con sutiles propuestas sociopolíticas”.
Graduado en Dirección Documental para la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños en 2018, Luis Alejandro Yero ha exhibido su trabajo en más de cien festivales alrededor del mundo y en centros culturales como el Lincoln Center de Nueva York. Algunos han sido premiados.
Actualmente trabaja como Coordinador Académico de la Cátedra Documental de la EICTV. Llamadas desde Moscú en su carrera se integra a una aplaudida lista de documentales, entre ellos: Natalia Nikolaevna, Años de entrega, Los viejos heraldos, Apuntes de la orilla y El cementerio se alumbra.