En un post publicado en Cine cubano, la pupila insomne, el crítico de cine e investigador cubano Juan Antonio García Borrero alertaba acerca de la problemática tecnológica en nuestro país: “Cuba ya está formando parte de ese mundo ferozmente competitivo, como lo va demostrando todo ese conjunto de medidas económicas que se vienen implementando, y si no pensamos desde ahora en esa alfabetización tecnológica de la que hablo, los índices de exclusión social resultarán francamente traumáticos.”[1]
Con las luces que siempre acompañan las reflexiones y llamados de Juan Antonio, se abrió un debate –al que se sumaron intelectuales como Víctor Fowler–, donde se discutieron aspectos medulares a la hora de pensar una Cuba realmente inmersa en una revolución electrónica, donde la cultura tecnológica trasciende la tenencia de un teléfono celular o una PC; porque “no se trata solo de enseñar a las personas a manejar una computadora, sino impulsarlos a que mantengan con esas tecnologías un espíritu creativo y liberador.”[2]
Pero ese espíritu creativo y liberador del que hace mención Juan Antonio, solo podrá alcanzarse en tanto los individuos comiencen a tener una legítima autonomía de pensamiento y acción; en la medida que el slogan «democratización de las tecnologías» tenga en su práctica una cuota importante de validez; y asumamos desprejuiciadamente (también con ética y civismo) un fenómeno que indiscutiblemente es parte ya de las lógicas de funcionamiento de la época que vivimos.
Estas mismas preocupaciones (las de Juan Antonio, Víctor, y una nación entera) llevaron a la joven realizadora Yaima Pardo a adentrarse en la investigación que devino su más reciente documental OFF_LINE (2013), sobre el acceso a la información, las nuevas tecnologías e Internet en Cuba, y el cual circula hoy por varios canales de la red a disposición de todos los usuarios.
Acerca del proceso investigativo y de realización de OFF_LINE; así como de las experiencias obtenidas tras la exhibición y socialización del material, conversamos con su directora.
Yaima, ¿qué te estimuló a realizar un documental sobre el acceso a la información e Internet en Cuba?
“La motivación nació de un trabajo anterior codirigido con Didier Santos: Al final del camino, cuyo tema es el envejecimiento demográfico en Cuba. Siguiendo esta línea de investigación me di cuenta que no solo las personas envejecen, sino también nuestra ciudad, nuestras estructuras políticas, medios de comunicación, etc….
En este empeño fue fundamental conocer y hacer uso de internet; experiencia que logré materializar cuando viajé a Colombia en 2011. Recuerdo que en el avión me acompañaban unos estudiantes colombianos con quienes hice amistad, y cuando aterricé en el Dorado comencé a dar brincos de alegría y les decía: ¡Voy a darle play a un video en internet por primera vez en mi vida! Y ellos se reían… no lo podían creer.
En esa ocasión, tuve la suerte también de ver un largometraje que influyó determinantemente en mi manera de pensar el fenómeno de la conectividad: Life in a day (2011), de Kevin Mc Donald, un documental 2.0 que registra un día en la vida de personas de todas las latitudes del planeta. Y me quedé con la duda de si algún cubano de la Isla habría participado en el proyecto.
Por otra parte, en Colombia constaté cómo las universidades se conectan entre sí y tienen online sus propios canales, programas de estudios y bibliotecas. Además se preocupan mucho por incrementar la conectividad; propósito que incluyen, a nivel de gobierno, dentro de los objetivos del nuevo milenio. Aprecié un mar de posibilidades en la red, y justamente por eso, siempre me cuestioné –y aún lo hago–, cómo una herramienta tan socialista no se explotaba con efectividad en mi país. Así llego a OFF_LINE.”
¿Por qué centras tu mirada en críticos, politólogos, artistas, intelectuales en general, amén de que en determinados momentos aparezcan entrevistas realizadas al azar, a modo de sondeo de opinión?
“Las profesiones no fueron mi prioridad; más bien estaba enfocada en buscar personas honestas y preocupadas por los posibles destinos de nuestra nación. Y estas voces las encontré en la red, en los diversos debates que leí y me sirvieron de inspiración, como las compilaciones de Observatorio Crítico, artículos posteados en Cubadebate, los textos del blog Cine Cubano, la pupila insomne, los volúmenes que Desiderio Navarro circula por correo; entre otros.
Quise incluir en el documental muchas de las ideas abordadas en estos textos, y contar con las valoraciones de sus autores, quienes utilizan la red para expresarse con sinceridad y solidez acerca de nuestras problemáticas sociales. Ellos me ayudaron a defender mis criterios.
En cuanto a las entrevistas aleatorias, buscábamos captar un estado de opinión general, y para ello nos ubicamos cerca de Telepuntos, de centros comerciales de ETECSA, de escuelas, para acceder a personas que pudieran tener una necesidad urgente de comunicarse. Además fuimos a Santa Fe, un reparto al que pudiera favorecerle mucho estar conectado, si tenemos en cuenta su lejanía respecto al centro de la ciudad. En fin, grabamos todo lo que pudimos. Pero, la investigación previa fue leer y estudiar con profundidad sobre Cuba y nuestro contexto económico, político, cultural y social.”
Cuando uno ve OFF_LINE espera encontrar también opiniones de cubanos para los que, paradójicamente, el acceso y uso de internet no representa un problema. Hubiese sido interesante contraponer experiencias distantes respecto a este fenómeno, criterios que lejos de afectar la tesis central la enriquecerían. ¿Qué condicionó entonces esta ausencia de discursos y puntos de vista divergentes en el documental?
“Internet, como toda herramienta revolucionaria, tiene sus aspectos negativos y positivos; pero eso va a depender del uso que se le dé a la tecnología, y pienso que poniéndola en manos de un pueblo instruido como es Cuba solo puede traer buenos resultados. Sin embargo, nuestra sociedad está rezagada en comparación con el resto del mundo, y esta era una de las líneas esenciales que queríamos defender. Por supuesto que me propuse obtener declaraciones oficiales del gobierno, y lo revelamos en el material cuando publicamos la solicitud de entrevista que le enviamos a Miamir Mesa Ramos, Ministro de las Comunicaciones; pero aún estamos esperando su respuesta.”
En términos visuales, la injerencia de códigos del lenguaje digital; el uso constante de paratextos gráficos y sonoros (páginas de Facebook, Youtube, periódicos digitales, chats, buzones de mensajerías…), que descentralizan –simbólicamente si se quiere– los testimonios ofrecidos; así como el juego con las estéticas del video projection, el mapping y el motion design; contaminan la ilusión de realidad en el documental para crear un espacio aparentemente virtual, en total sintonía con el tema expuesto. ¿Sobre qué líneas conceptuales trabajaste el aspecto estético, como un elemento importante en la conformación de sentidos dentro de la obra?
“Quisimos visualizar la red y sus potencialidades comunicativas, así OFF_LINE funcionaría como parte de la campaña de neo-alfabetización por la que apuesta. Para ello, colocamos a los entrevistados dentro de una construcción virtual y en ese empeño el aporte del equipo de video mapping RezaK fue de vital importancia, como el de Helman Avelle, nuestro editor y diseñador, cuya participación fue decisiva en la puesta.
Nos propusimos representar la red como un universo paralelo donde se mostrara a Cuba desde aristas no contempladas por los periódicos, la radio y la TV cubanos; y constatar así la creatividad alternativa que genera esta nueva e inexplorada plataforma comunicativa.”
Dentro de esa visualidad fragmentada, de pastiche, acudes en ocasiones al montaje asociativo, y estableces varios niveles lectivos entre el fenómeno del estancamiento tecnológico en Cuba y la crisis de orden social. ¿En qué medida es OFF_LINE una metonimia de la sociedad cubana en general?
“Para responder esta pregunta te voy a contar cómo surgió el nombre del documental. Fue buscando un cajero automático disponible en el Vedado, pero todos estaban Off_Line Eso me creó una crisis porque no tenía dinero; sin embargo este era un contratiempo menor, que podía resolver a corto plazo. Ahora, el problema mayor, el más grave, referente al retraso tecnológico en nuestro país, tendrá una solución posible a corto plazo. ¿Cuándo será funcional la tecnología en nuestra sociedad? ¿Cuándo constituirá una urgencia la conectividad masiva en Cuba? Yo he podido hacer OFF_LINE, con sus particularidades, gracias a que trabajo en el ICRT y tengo una cuenta mensual de 40h de internet; una conexión limitada pero que la gran mayoría de los cubanos no tiene. Y ese fue otro de los motivos que me llevó a adentrarme en este tema. A veces tengo la sensación de vivir en el pasado, y es un sentimiento compartido. Por eso OFF_LINE es un reflejo de todas estas preocupaciones.”
La música y los efectos de sonido adquieren gran significación en el documental. ¿Cómo fue el proceso de concepción de la banda sonora?
“La banda sonora es obra de Esteban Vásquez, quien realizó un trabajo excelente al dar vida y realismo a nuestra locura visual. Pero la mayor parte de la música proviene del movimiento de Hip Hop cubano, que para mí es muy inspirador porque no ha perdido la conexión con la gente.
Como no son tan difundidos por la radio o la TV me interesaba mucho promover su trabajo. Así incluimos temas de Bárbaro el Urbano Vargas, Danay Suárez, Maykel Extremo y La Alianza, Silvito el Libre. Igualmente sumamos a Francis del Río y a Roberto Fonseca, quien colaboró con un tema original para el documental.
En general los temas seleccionados revelan una tendencia alternativa muy valiosa, entre otros factores por la sinceridad de sus letras, que aportaron un peso a toda la narración”.
Entre las estrategias que has creado para socializar el material contemplas tanto los espacios clásicos de exhibición (muestras de cine, festivales…), como otros menos tradicionales: Internet, universidades, comunidades, etc… ¿Cómo ha sido el proceso de retroalimentación con la obra?
“Fue un principio nuestro gestionar la distribución de forma independiente, de ahí que actualmente trabajemos en la organización de una gira por varias ciudades del país, donde exhibiremos el documental con el fin de compartirlo y propiciar el debate, la reflexión y la creatividad. Quisiera que entre todos pensemos qué utilidad le daríamos a Internet si la tuviéramos.
Actualmente OFF_LINE ha sido escogido como parte de la selección oficial de la XIII Muestra Joven ICAIC, que se celebrará en el mes de abril en el cine Chaplin. Ese será un momento importante.
Por su parte, a la red lo subimos en 2013, y desde entonces me han contactado periodistas, comunicadores sociales, estudiantes de nuevos medios de países como Chile, Costa Rica, Uruguay, Colombia; asombrados por esta situación en Cuba. Pienso que el documental ha develado la urgencia de una conexión masiva en nuestro país, y toda la polémica desatada a raíz de su divulgación ha representado un gran impulso para nosotros.”
Entre los grandes aportes a las teorías del cine (fundamentalmente a partir del post-estructuralismo) se encuentran los estudios de recepción, desde donde sería muy interesante analizar OFF_LINE, cuya construcción radica precisamente en su interacción con el espectador. Este no es un documental pensado para una exhibición promocional y un consumo pasivo, convencional; sino como una herramienta catalizadora, inductiva, propositiva y también participativa, porque el material original constituirá la base del doc 2.0 que tienes entre manos. Pienso que el documental mayor lo estás filmando ahora. ¿Estoy en lo cierto?
“OFF_LINE está diseñado para ser visto tanto en la red, en una sala de cine o en la computadora de tu casa, porque lo esencial es que puedas interactuar con él, hacerlo tuyo. Tengo anécdotas de personas que se tardan hasta una hora viéndolo porque se detienen en cada detalle; y otros que lo ponen más de una vez. Esto me da la medida de que logramos nuestros objetivos. Me han contado incluso que se generan muestras espontáneas de amigos que se reúnen para verlo y poder comentarlo. Incluso, un día me llamaron unos muchachos de Camagüey (motivados por el documental) para contarme sobre sus aspiraciones y fracasos con proyectos Online.
OFF_LINE se mueve muy relacionado al activismo que la propia red propone, y efectivamente no terminará hasta que el problema de la des-conectividad en Cuba tenga una solución. Es nuestro interés sumar todas las iniciativas posibles.
Por su parte, estamos madurando la idea de realizar un experimento 2.0 a partir de las entrevistas íntegras que hicimos. Las pondremos en la web a disposición de todos, y los cibernautas podrán descargarlas y hacer sus propios cortes, montar su documental y sumarle nuevas declaraciones si así lo desean. Estoy convencida de que nacerán tantas miradas nuevas sobre este mismo asunto como autores y realidades hayan.
Nos queda mucho trabajo por hacer, muchas ideas que añadir, muchas personas por escuchar, y una isla por recorrer. Tenemos que evitar el “habanocentrismo” de siempre. OFF_LINE es un documental abierto, participativo, movilizador, porque su mayor propósito es luchar por una Cuba Online o una On Cuba.”
https://www.youtube.com/watch?v=85Ix1oPNkxg
Yaima Pardo La Red (Camagüey, 1979)
Lic. Arte Teatral del Instituto Superior de Arte (ISA). Realizadora de documentales, cortos de ficción para la TV, videos clip, propagandas de bien público y directora de arte de telefilmes. Ha trabajado como directora asistente de series para la TV y se ha desempeñado como asesora dramatúrgica de programas humorísticos. Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Asociación Cubana del Audiovisual (ACAV), la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) y la Asociación Hermanos Saiz (AHS). Actualmente trabaja como directora y asesora de la Televisión Cubana. Sus obras han obtenido premios tales como: Premio “Caminos” del Centro Martin Luther King Jr. (Doc. Al final del camino), Premio “Noemi” de la Fundación Brownstone. (Doc. Al final del Camino), Premio “Caracol” de la UNEAC en la especialidad de dirección de fotografía (Telefilme Las Cuatro Estaciones Invierno), y Premio de la ACA en la especialidad de producción (CM Ficc. Historias del Fin). Recientemente dirigió el documental OFF_LINE, el cual aborda el envejecimiento de los medios de comunicación en Cuba y el acceso a Internet como un derecho extendido de la libertad de expresión. Dirige en la actualidad el documental Antígona, El Proceso.