La cultura es tal vez uno de los terrenos en la Cuba de hoy en el que aún se puede hablar de alegrías. Lo vivido en 2024 es una prueba de ello. Por encima de todas las carencias, o más bien navegando lo mejor posible con ellas, el quehacer de artistas, creadores, promotores culturales y organizadores de eventos no se detuvo.
Algunas de las polémicas que han rodeado al sector en el año tuvieron que ver con el cuestionamiento a la celebración de grandes eventos en el contexto actual de la nación. Es un punto de vista válido. No obstante, desconoce que, más allá del necesario papel social que tiene, la cultura, al brindar esparcimiento y crecimiento espiritual e intelectual, también da empleo a miles de personas, por tanto sostiene a muchas familias cubanas.
Desde el entendimiento de su importancia, OnCuba da una mirada a un intenso año para el arte y los artistas cubanos, dentro y fuera de la isla.
Los siempre esperados
Una buena parte de la vida cultural del país (sobre todo de La Habana) está en la gran cantidad de eventos habituales que cada año se desarrollan. Citas con más o menos impacto, con mayor o menor crecimiento, pero que de conjunto hacen un abanico inmenso de oportunidades de trabajo para artistas, de opciones para el público, de vitrina de nuestro quehacer cultural, y de posibilidades para que creadores de todo el mundo presenten su arte en Cuba.
El primer gran encuentro de 2024 fue la 39 edición del Festival Internacional Jazz Plaza, el evento musical más grande del país, que esta vez contó con la participación de artistas de más de 20 países, sumados a todos los “monstruos” del jazz cubano, que son al fin y al cabo quienes han mantenido el alto nivel e incluso atraído a muchas de las estrellas internacionales que llegan como invitados al Festival.
Adiós a la edición 39 del Jazz Plaza: un festival que no se deja ignorar
Otros grandes eventos que cada año el público espera también tuvieron sus ediciones. Citamos la Feria Internacional del Libro, con Brasil como país invitado de honor y más de 45 naciones representadas, y el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, con más de 250 obras de 42 países en competencia, aunque su clímax fue el estreno mundial de los dos primeros capítulos la serie Cien años de soledad producida por Netflix.
A su vez, 2024 acogió los encuentros bianuales más importantes de la cultura cubana: El 28 Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso y la XV Bienal Internacional de La Habana.
La más importante cita de la danza en Cuba tuvo que sortear las dos caídas del Sistema Energético Nacional (SEN) y el paso de los huracanes Oscar y Rafael. El Festival regresó a la escena cubana el clásico “El lago de los cisnes”, que desde 2018 no se presentaba íntegro en nuestro país, pero tal vez una de los mayores logros de esta 28 edición fue la gran inclusión de compañías cubanas de distintos estilos en su programa.
La Bienal de La Habana inició el 15 de noviembre y está justo a medio camino. Su programa se extiende hasta el próximo 28 de febrero. Bajo el lema “Universos compartidos”, la curaduría se ha centrado en construir espacios de diálogo, de transformación social y de experimentación.
Si bien la música es la manifestación que más eventos acogió este 2024, es importante destacar la diversidad entre ellos. Desde los dedicados a la música popular (tal vez ellos mismos los más populares) como la Fiesta del Tambor, el Festival de la Salsa o el Varadero Josone; hasta los más clásicos, como el Festival de Música Contemporánea de La Habana y el Mozart-Habana, sin olvidar aquellos que son importantes plataformas para el rescate, promoción y crecimiento de otros géneros como el Encuentro Nacional de Trovadores Longina Canta a Corona en Villa Clara, el Festival de la Trova Pepe Sánchez en Santiago de Cuba, el Festival Internacional de Música Electrónica Eyeife Havana o Festival Internacional Danzón Habana.
Dentro del ámbito sonoro hay que destacar al Cubadisco 2024. Aunque el certamen y feria más importante de la industria musical cubana aún está lejos de ser lo que debería, el más importante evento de la música en Cuba, este año mostró una mejor curaduría. La presencia de Colombia como país invitado de honor desplegó una verdadera conectividad cultural con una nación que no solo tiene mucho que aportar, sino que es uno de los escenarios internacionales más importantes para la música cubana hoy.
El pianista Frank Fernández, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, bajo la dirección de Enrique Pérez Mesa, obtuvo el Gran Premio por el disco Beethoven. Conciertos para piano.
Fuera de la capital también se desarrollaron importantes citas de todas las manifestaciones y expresiones culturales. Valdría mencionar el Congreso Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado en Matanzas, las Romerías de Mayo en Holguín, los festivales del Caribe y de Teatro Experimental Desconectado a 969 en Santiago de Cuba, el Festival Internacional de Cine de Gibara en Holguín, la Fiesta de la Cubanía en Granma, el Encuentro José Antonio Aponte In Memoriam y Festival de Teatro en Camagüey; y el Festival Canchánchara en Trinidad, Sancti Spíritus.
La mayoría de las hasta aquí mencionadas son citas ya consolidadas, aunque con el constante reto de no quedar estancadas en el tiempo. Pero es importante también mirar aquellos “recién nacidos” que, como el Festival Eyeife Women; el Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente del Caribe Isla Verde, en la Isla de la Juventud, y el Festival Havana RPM, van llegando para ofrecer miradas más inclusivas.
Los festivales Timbalaye, Afropalabra y Satiricón, el Encuentro de Academias para Enseñanza del Ballet, las ferias de artesanía Arte en la Rampa y Fiart o Circuba Internacional fueron otros de los eventos que tuvieron lugar en 2024 y que dan fe de que quedan pocas zonas del arte en Cuba que no cuenten con una cita exclusiva.
Un aparte merece el Encuentro Internacional de Artes para las Infancias Corazón Feliz, único gran evento dedicado a la niñez que desde hace 4 años llena un espacio vacío desde hacía décadas. Dirigido por Rochy Ameneiro y la dupla Rubén Darío Salazar y Zenen Calero el éxito de sus dos ediciones presenciales (las primeras dos fueron online a causa de la pandemia) ha probado la gran necesidad que tenían público y artistas de un espacio de este tipo, sin contar la cantidad de importantes creadores de América Latina y España que han llegado a La Habana para el encuentro.
Fuera del “eventismo” también hay vida
Si bien los eventos aúnan una gran de presentaciones, muchas de ellas de alta calidad y otras únicas, fuera de ellos también se mueve toda una agenda cultural de constante actividad en todas las áreas del arte.
Una variación a destacar en este año es la disminución de la cantidad de instituciones culturales estatales en activo o con calidad en sus propuestas, incluyendo los teatros, que en La Habana cada vez son menos. A la par ha crecido la cantidad de espacios privados que acogen presentaciones musicales, humorísticas, exposiciones, proyecciones audiovisuales y muchas otras actividades culturales.
Si revisamos algunos encuentros geniales con el arte que nos regaló 2024, tenemos que recordar el regreso a las tablas cubanas de Manteca, la emblemática obra del actor y dramaturgo cubano Alberto Pedro, de la mano de Tebas Teatro; y de Réquiem por Yarini, de Carlos Felipe, otro de los clásicos del teatro cubano, ahora en la visión de El Público, bajo la dirección de Carlos Díaz.
En la música, generando tanta alegría como debate estuvo la pequeña gira por escenarios de tres provincias cubanas del trovador Pedro Luis Ferrer. La Fábrica de Arte Cubano (FAC) en La Habana, el centro cultural El Mejunje en Santa Clara, el Teatro Tomás Terry de Cienfuegos y la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, en la capital, permitieron el reencuentro del autor de “Espuma y arena” con un público cuyas ganas de disfrutarlo siempre estuvieron ahí y se avivaron en 2023 con sus dos conciertos en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Pedro Luis Ferrer “abarrotado de cariño” en su cierre de gira en el Teatro Nacional
Los estrenos y debuts suelen ser noticias, sobre todo cuando se cumplen o superan las expectativas. Eso pasó este año con el estreno mundial de Mondo, la nueva pieza de Susana Pous para Micompañía, agrupación que la española creó y dirige en Cuba, y que es una de las más reconocidas agrupaciones de la danza en el país.
La propia Pous estuvo también involucrada en otro de los importantes debuts del año. Acosta Danza Yunior, el nuevo proyecto artístico del bailarín y coreógrafo cubano Carlos Acosta, tuvo su nacimiento escénico en febrero, y en su repertorio inaugural incluyó el estreno de “Fuga” de Susana. La agrupación está integrada por 10 bailarines de entre 18 y 20 años, graduados en la academia de la compañía fundada por Acosta en 2016.
Otras importantes presentaciones estuvieron asociadas a la motivación creativa que siempre traen los aniversarios.
El conjunto Folclórico Nacional cumplió 62 años, y los festejó con el estreno de Comunidad, un homenaje a Ciclo Congo, el primer espectáculo de la emblemática agrupación.
Danza Contemporánea de Cuba retomó “Carmina Burana”, una de sus obras más reconocidas, como parte de las acciones por el aniversario 65 de fundación de la compañía.
El Ballet Nacional de Cuba dedicó una Gala a los 30 años de vida artística profesional de la primera bailarina Viengsay Valdés, directora general de la institución, y quien protagonizó en escena la especial presentación interpretando alguno de sus grandes éxitos, como “La Bella Durmiente del Bosque” y “Love, Fear, Loss”.
El Museo Nacional de Bellas Artes cerró su homenaje a los 100 años del fallecimiento del pintor valenciano Joaquín Sorolla con una exposición digital, y rindió tributo al 110 aniversario del natalicio de Cundo Bermúdez con una exhibición de obras que atesora la institución de quien está considerado como el último maestro de la vanguardia cubana.
Teatro de Las Estaciones, creada y dirigida por los Premios Nacionales de Teatro Rubén Darío Salazar y Zenen Calero, cumplió 30 años. A su imparable labor sumaron el espectáculo único “Cuatro estaciones para un retablo”, que en el habanero Museo Nacional de Bellas Artes unió al elenco de la agrupación con Freddy Maragoto, Bárbara Llanes y Rochy Ameneiro.
El tren de la música cubana, Los Van Van, también vivió momentos importantes este año. En febrero se convirtieron en la primera agrupación de música popular en presentarse en Fábrica de Arte Cubano. FAC dedicó una de sus emblemáticas estrellas a Juan Formell justo a 10 años de su fallecimiento: y el 4 de diciembre “La Maquinaría” cumplió “55 palos”, como ellos mismos nombraron a su campaña, y lo celebraron con la más grande conjunción que han logrado con artistas de la plástica cubana de todas las generaciones, quienes crearon y expusieron en conjunto sus piezas homenaje en La Lavandería, que por supuesto sonó al ritmo del songo en vivo.
Cuba: un escenario que muchos prefieren y un arte que el mundo espera
Muchos creadores visitaron y se presentaron en escenarios cubanos en actuaciones puntuales y únicas, pero que también marcan hitos.
Entre ellos están: el pianista de jazz, compositor y productor musical Robert Glasper; la agrupación colombiana Ghetto Kumbé; la Metro Big Band, agrupación estadounidense dirigida por Camp Kirkland; la cantante, compositora y actriz Laurin Talese; la Orquesta de Jazz de la Universidad de Harvard; el acordeonista y compositor argentino Chango Spasiuk; la cantaora española Argentina, y Bocafloja, una de las voces más trascendentes en la escena del hip-hop hispanoparlante.
Pero los cubanos también dejaron su huella por el mundo. La danza tuvo muchas oportunidades de mostrar su nivel en escenarios de todo el mundo, y las aprovechó. La compañía rectora de la danza cubana, El Ballet Nacional de Cuba, estuvo en países como Puerto Rico, España, Portugal (después de 24 años), y China; aunque algunas de sus figuras principales también protagonizaron otros importantes momentos fuera del patio.
El primer bailarín Dani Hernández participó en una serie de cuatro galas nombrada Les Étoiles (Las Estrellas) en Roma, Italia; mientras la primera bailarina y directora del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdes, junto a la figura emergente Ányelo Montero formaron parte de la “Gran Gala con las estrellas” en Grosseto, Italia.
Por su parte, el creador de Acosta Danza, Carlos Acosta, llevó el espectáculo On before al Sarasota Opera House, marcando su regreso a Estados Unidos desde 2018; y presentó la pieza Folclor en Cataluña. Su nueva compañía, Acosta Danza Yunior, que debutó a inicios de año en La Habana, tuvo en septiembre su debut internacional en Reino Unido.
Lizt Alfonso Dance Cuba llevó su nueva obra Cuba Vibra a una extensa y notoria gira por Europa; mientras el Ballet Español de Cuba recorrió varias ciudades de China con la obra “Yo soy Cuba”; y el ballet de Camagüey estuvo por Centroamérica con un programa concierto de su repertorio tradicional.
En las artes visuales hubo exposiciones de arte cubano en el Museo Mohamed VI de Rabat de Marruecos, la Galeria 10/10 de Ciudad de México, El McMullen Museum of Art de Boston y el Museo de Arte Patricia & Phillip Frost-FIU de Miami, haciendo una mirada a muestras colectivas.
A nivel personal vale destacar la primera exposición en Italia de Carlos Garaicoa; la participación de Wilfredo Prieto en la 60 Exposición Internacional de la Bienal de Venecia y la muestra Río en mis Jardines de la pintora cubana Zaida del Río en Tampa.
Al más universal de los pintores cubanos también hubo que volver a mirar desde varias partes del mundo. Hong Kong acogió la primera gran retrospectiva asiática del pintor cubano Wifredo Lam y la galería Gary Nader Art Centre, en Miami, dedicó una muestra retrospectiva al pintor de “La Jungla”.
El séptimo arte también dejó su huella por el mundo. No solo desde la proyección, también desde el homenaje el cine cubano, formó parte de varios eventos del mundo.
El Festival de Cine de La Habana en Nueva York rindió homenaje a Nicolás Guillén Landrián y Tomás Gutiérrez Alea; en La Casa de América, en Madrid, se exhibió la coproducción hispano-cubana, El mundo de Nelsito, del director Fernando Pérez; y la periodista y documentalista cubana Esther Barroso presentó en Roma su nuevo documental Cartas de Calvino, sobre el escritor italiano nacido en Cuba.
La música, la gran embajadora de la cultura cubana también estuvo por todo el mundo. Desde Cimafunk en la Casa Blanca, Los Muñequitos de Matanzas en Italia, Guido López Gavilán con un estreno mundial en Panamá hasta la orquesta Original de Manzanillo y Alain Pérez en el Festival Salsa al Parque en Colombia. Todos los géneros de la música cubana y la gran mayoría de nuestros músicos tuvieron oportunidad de presentarse en el extranjero.
El inolvidable álbum Buena Vista Social Club fue incluido en el Salón de la Fama de los Premios Grammy, a petición de la Academia Latina de la Grabación de Estados Unidos.
Álbum “Buena Vista Social Club” dará más lustre al Salón de la Fama de los Grammy
Decir adiós
Más de una treintena de figuras de las artes en distintas áreas fallecieron en 2024. Noticias que en muchas ocasiones se convirtieron en verdaderas conmociones ante la muerte inesperada de figuras como la actriz Corina Mestre, el actor Carlos Massola, el realizador Víctor Alfonso, el fotógrafo José Antonio Medina “Pepín el Obrero” o el cineasta Jonal Cosculluela.
Sin dudas, en este sentido, el más grande impacto generado en la comunidad artística y el público fue el asesinato del reguetonero José Manuel Carvajal “El Taiger”, uno de los más consolidados exponentes del género que en sus más de 15 años de carrera, como se dice en buen cubano, nunca dejó de estar “pegado”.
No menos dolorosa fue la partida de importantes figuras legendarias de nuestra cultura, con las que sentimos que nos despedimos también de una época y un modo de hacer y entender el arte: la icónica Juana Bacallao, la gran maestra de la danza Ramona de Saá, el dramaturgo Nelson Dorr, el cineasta Sergio Giral, la musicóloga Laura Vilar, la compositora Marta Valdés, el trompetista Luis Manuel Mirabal Vázquez “El Guajiro Mirabal” y el diseñador escénico Eduardo Arrocha, entre otros.
Arte cubano, trofeo en mano
Dentro y fuera de la isla los reconocimientos al valor del arte cubano no solo estuvieron en aplausos. Pero si tenemos que hablar de ganadores en 2024 hay que empezar por el filme La Mujer Salvaje de Alán González.
La cinta resultó el mejor largometraje cubano de ficción exhibido en la isla durante 2023 según la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica; fue el Gran Premio de la segunda edición del Festival de Cine Kinolatino en Bélgica; se llevó el trofeo a la mejor obra de ficción en el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos de Panamá y obtuvo el Premio Lucía al mejor largometraje de ficción en el XVIII Festival Internacional de Cine de Gibara. Su protagonista, la actriz cubana Lola Amores, mereció el Premio Biznaga de Plata a la Mejor Interpretación femenina del Festival de Málaga.
Amores fue también merecedora del premio a mejor actriz en el Havana Film Festival de Nueva York y Mención de honor como mejor actriz en el Puerto Rico Film Festival por su interpretación en la cinta Una noche con los Rolling Stones, de la directora Patricia Ramos, película que en el propio certamen puertorriqueño resultó el Mejor Largometraje Internacional.
Otros ganadores del cine cubano fueron Andrea Doimeadios como Mejor Actriz Principal en el Festival de Cine Fine Arts Hecho en República Dominicana, evento que dedicó el premio póstumo como mejor actor protagonista a Alexis Díaz de Villegas.
El realizador cubano Marcos Díaz obtuvo el premio a la Mejor Ópera Prima en el 39 Festival Internacional de Cine de Guadalajara con su obra Fenómenos naturales (Cuba-Argentina-Francia); y el cineasta independiente cubano Miguel Coyula ganó, con su obra Crónicas de lo absurdo, el premio a Mejor película en el International Documentary Film Festival Ámsterdam.
En 2024 tampoco faltaron los reconocimientos en distintas partes del mundo a los músicos cubanos. El trovador Silvio Rodríguez fue reconocido con una de las medallas concedidas por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), institución que también otorgó el galardón Tomás Luis de Victoria a la compositora y directora de orquesta cubana Tania León; el cantante y guitarrista Eliades Ochoa recibió el premio La Mar de Músicas en Cartagena; y al trompetista Arturo Sandoval le fue entregada la medalla del Centro Kennedy en Washington.
Los Grammy Latinos son siempre un esperado momento en el que la música cubana también destaca, aunque hay que acotar que 2024 no fue el mejor momento para los artistas residentes en Cuba. Paquito D’Rivera, Gonzalo Rubalcaba, Aymee Nuviola, Cimafunk, Alex Cuba, Hilario Durán, Renecito Avich, Aymée Nuviola y Rafael “Pollo” Brito estuvieron entre los artistas cubanos nominados en distintas categorías, aunque también estuvieron productores y compositores como Alden González, Geovanis Alcántara y Vicente García.
De ellos se alzaron con el Grammy Latino 2024 Hilario Durán en la categoría Mejor Arreglo por el tema por el tema “Night in Tunisia” en el que también participa Paquito D´Rivera; los productores Alden González y Geovanis Alcántara por su trabajo en el disco Rodando por el mundo de José Alberto “El Canario”, que resultó el Mejor Álbum Tropical Tradicional, en el que además figuraron como invitados otros cubanos como Pablo Milanés, el Cuarteto de Cuerdas y el Quinteto de Vientos de la Orquesta Sinfónica de Oriente, Alexander Abreu y los grupos Los Guanches, Magic Sax Quartet y la Orquesta Azabache de Cuba. El álbum Celia Cruz en vivo – 100 Años de Azúcar obtuvo el gramófono dorado a Mejor Diseño de Empaque; y la academia entregó su Premio Grammy Latino a la Excelencia Musical a la cantante Albita Rodríguez.
Con el poemario El libro de los golpes, el cubano Carlos Manuel Gómez resultó ganador del XVIII Premio Internacional Antonio Gala y el también escritor Kevin Anthony Legrá Gámez ganó el Premio Málaga de Novela con su texto El precio de un ideal.
La Universidad Anglo-Hispano-Mexicana otorgó el título de Doctor Honoris Causa a cinco relevantes figuras de distintas áreas del arte cubano: la coreógrafa Lizt Alfonso, el director de la Compañía de Teatro Infantil La Colmenita Carlos Alberto Cremata; el actor y director Jorge Perugorría: y los artistas visuales Roberto Fabelo y Manuel Mendive.
En Cuba se entregaron también todos los habituales galardones anuales, entre ellos las más altas distinciones que en cada área creativa: Los Premios Nacionales.
En el área de las letras se dieron a conocer hace solo semanas los merecedores en cada apartado: Waldo Leyva Portal (Literatura), Alex Pausides (Edición), Ricardo Rafael Villares Alfonso (Diseño), Mildred de La Torre Molina (Ciencias Sociales y Humanísticas).
La actriz y realizadora de programas infantiles Ana Nora Calaza obtuvo el Premio Nacional de Televisión 2024 y el escritor y guionista Pedro Urbezo Pérez mereció igual distinción en la Radio.
Por su parte Alfredo O’Farril es el Premio Nacional de Danza 2024; el actor, director y promotor cultural Jorge Perugorría lo es en Cine; la cantante, compositora y guitarrista Miriam Ramos en Música, y Carlos Alberto Cremata en Cultura Comunitaria.