La notable coreógrafa sueca Claire Parsons compartió su manera de poner a dialogar los cuerpos con los objetos en una residencia artística que ofreció durante cinco días a bailarines de la compañía Danza – Teatro Retazos.
En conjunto, crearon la obra Muy lejos (10 min´) que habla “del movimiento, el tiempo y la memoria” presentada en una función para niños y niñas de La Habana Vieja.
A pesar de las distancias que suponen la cultura y el lenguaje, Claire generó un ambiente constructivo, de ida y vuelta con los artistas, intentando sacar lo mejor de los bailarines para que se encontraran con su forma nórdica y minimalista de presentar las historias.
“Claire no estaba interesada en que siguiéramos el ritmo de la música como es nuestra costumbre, ni que perfeccionáramos un mismo movimiento, sino buscaba las sensaciones de descubrimiento, la intención libre y propia de cada bailarín”, considera Orestes Ferrer.
En pleno montaje coreográfico, confeccionaba el espacio. Junto a la artista visual Anna Nyberg, creó un escenario similar a una obra abstracta contemporánea, donde resaltan las líneas, los colores y las figuras, algo que a Claire le gusta nombrar “caja de herramientas”.
Anna fue llamada por Claire a trabajar en su compañía para traer su visión al escenario y aportar, con artículos tridimensionales, más sentido al movimiento. “Estoy interesada en compartir mis sentimientos especiales por las formas”, dijo Anna. Para Claire esto tiene mucho significado pues cree desde niña que los objetos tienen sentimientos, y el trabajo de Anna la complementa.
Para Claire todo es posible en la danza, como aquel estilo coreográfico de los años 20. No le preocupa lo rígido, pero sí busca lo delicado, lo bien hecho, aunque para ello exija repeticiones hasta el agotamiento.
Está comprometida con lo nuevo. “Siento que debo ser honesta con los niños y jóvenes, ser muy clara con ellos”, dice Claire, y afirma que quiere dar lo mejor de sí misma, intentando que las cosas tengan igual valor: la música con los objetos, el salón con los instrumentos y los bailarines como articuladores de todos los elementos.
Además de Muy Lejos Claire Parsons también presentó en la sede de Retazos su multipremiada obra Mermelada que ha recorrido escenarios de Estados Unidos y Europa.
Este performance habla de la vida de los seres humanos. Con una historia poco literal, muy poética y atractiva visualmente, la obra mezcla el humor con movimientos de la mímica y el circo.
Esta es una obra esencialmente sensorial. La música, compuesta por Mikael Svanevik, es un elemento que marca el ritmo, generando un estado de ánimo… un ambiente infantil.
¿Es cereza, pera, higo, menta, arriba y abajo, juntas o adentro? Preguntan los bailarines a los niños e interactúan con ellos, permitiendo que exploren ese mundo poético a través de los ojos y también del gusto.
Mermelada se estrenó en 2013, y desde entonces ha tenido más de 500 presentaciones en más de 15 países. En 2017, la compañía realizó veinte funciones en el prestigioso Teatro The New Victory en Nueva York, y en 2018, realizó seis presentaciones en Seúl, Corea del Sur. Este año llega por primera vez al Caribe, con cuatro funciones en La Habana.
En este sentido, lo relevante fue ver a Claire y a su compañía compartiendo sobre el escenario con niños y niñas cubanos, interactuando con las telas y el vestuario de la obra, donde se diluyó toda barrera idiomática y se compartió desde la sensibilidad, a través del arte.