Lleva unas gafas tornasol, azules, muy a la moda, a través de las cuales no es posible ver sus ojos. Un sombrero, una camisa ajustada, un collar que se deja entrever a medias. No se parece al Descemer de hace unos años atrás. La fama transforma el envoltorio, pero sería bueno conocer si este ídolo de muchísimas personas dentro y fuera de Cuba piensa como al principio, cuando no se atrevía a cantar sus propias composiciones por timidez o recato.
Está a punto de entrar a un programa en vivo de la Televisión cubana y se dificulta adivinar si su comportamiento cortado responde a un recurso de contención de los nervios o porque ya está saturado de que le soliciten entrevistas. Se sienta en una pequeña habitación frente a la puerta del estudio donde se presentará en menos de una hora y espera impasible la primera pregunta. Por el apremio del poco tiempo, la conversación durará poco menos de doce minutos.
Si tuvieras que elegir entre cantar y componer, ¿por cuál te decidirías?
Cantar depende de un órgano, la garganta, que el día que no funcione no lo puedes hacer más y componer es una opción que está ahí para toda la vida, depende de la frescura que puedas mantener en tu mente para hacerlo. Si algún día esa frescura se acaba, se acaba también la composición, pero se trata de una carrera más larga y desde un inicio siempre supe que era lo que más me interesaba.
¿Cuándo decidiste cantar tus propias letras?
Las composiciones me empezaron a elevar, no solo la carrera, sino también el ego para ser uno de esos compositores que siempre he admirado mucho como Armando Manzanero, que canta sus canciones, o tal vez como quien fue mi ídolo en el arte de apoyar las canciones, José Antonio Méndez. Ël (Méndez) era espectacular en vivo aunque la gran mayoría del pueblo cubano se perdió a José Antonio, porque él hizo un solo concierto en un teatro, ni tanto, apenas unas pocas canciones en un festival de guitarra.
¿Y no fue el público el que te entusiasmó a cantar?
En dependencia de los proyectos, con el proyecto de radio tuve la oportunidad de hacer conciertos para públicos que ni tan siquiera conocía las canciones, pero ahora ya tengo un público que más bien apoya eso, la cancionística de mi trabajo, y eso hace que ese público me apoye no solamente en Cuba sino fuera, a través de la diáspora y a través de mucha gente que se acerca a Cuba por el contenido social, cultural y otros interesados en las letras.
Casi todas las canciones que haces se pegan, ¿eso no trae más presión a la hora de crear? ¿no temes fallar?
Las canciones algunas se pegan, otras no, es un riesgo que siempre corremos, lo que sí te puedo asegurar es que cuando saco una canción, me equivoque o no, siempre creo en ella, igual si hago una versión de un tema que salió hace tiempo. También puede suceder con una canción que acabo de hacer ahora mismo porque está fresca o porque se destina a un público urbano que tiene las ideas tal vez más claras de lo que quieren oír, están constantemente escuchando eso que les gusta, entonces es una competencia muy grande.
Fuera de eso, yo siempre pongo mi vida en riesgo, voy a sacar una canción como Bailando, la canción hispana que más vistas y reproducciones ha tenido en Youtube y en casi todas las redes sociales de exposiciones y ventas. Saco 360 grados que es una canción que se encuentra a 360 grados hacia otra dirección, para otro tipo de personas. Siempre me gustó escribir, me gustó mucho la prosa, la poesía, jugar con las palabras intencionalmente de manera más artística y eso hace que pueda defender algo que puedes bailar y algo que puedes escuchar también.
¿Sigues algún procedimiento estándar para componer?
Literalmente uso frases específicas que me puedan parecer interesantes para la mayoría. Cuando estoy en el mundo urbano intento no usar palabras de las cuales me pueda arrepentir después. Puede haber incluso canciones atrevidas, sin palabras que sean de un argot que no nos represente a nosotros los cubanos.
¿Alguna vez la vida personal de Descemer Bueno, siempre tan ocupado con su profesión, entró en conflicto con esa carga de trabajo?
Sí, para los cubanos que somos, de la manera mejor dicha, especialmente concupiscentes y eso nos hace mezclar nuestra vida personal absolutamente con todo y la profesional con la personal es una misma vida: donde estoy con mis hijos, en la que comparto con mi música, con mis compañeros y en realidad cada día queda más tiempo para el trabajo y uno tiene compromisos que devienen de eso. Resta poco tiempo para los amigos y para compartir socialmente.
¿Has llegado al punto de cansarte del trabajo?
No, siempre lo disfruto, el día que eso no suceda, tal vez encuentre algo que me apasione más.
Se habla de una colaboración con el español Melendi…
He colaborado con Melendi a través de la composición. Siempre los compositores esperamos que ese momento se haga realidad a través de la radio o de los discos, o el single tal vez, no sabemos qué pueda suceder pero esperamos siempre algo positivo. Hay personas con las que lo he planeado muchísimo más. He tenido muchos deseos de trabajar con artistas como Rosario, Estopa y hemos planeado estrategias a través de amistades que han funcionado y se han concretado estos sueños.
En este verano, ¿qué mostrarás a tus seguidores?
Esperamos que aquí en Cuba podamos lanzar alguno de estos dos álbumes. Uno de estos se llama Alma, un disco de las canciones que están a 360 grados en comparación con las del disco Cuerpo, que son canciones para bailar disfrutar, donde se pretende llegar a la nocturnidad y a todos esos géneros que se especifican en la vida nocturna, digamos lo que la gente prefiere para escuchar también en la radio o que se elige poner quizá en Estados Unidos en la radio latina.
Alma es más para Cuba, porque este es un país que abre las puertas para que se escuchen canciones. Se oye la canción completa primero, hay tiempo para poner baladas o canciones a las cuales ya la radio internacional no presta mucha atención, canciones con contenido y eso da como resultado un público que agradece el contenido, la musicalidad.
Cuando los gustos del público cambien, ¿sacrificarías tu concepto musical a cambio de mantener la popularidad?
Hay que tener en cuenta que tal cual un ingeniero desarrolla su obra, un arquitecto o un plomero hacen según le pidan. Así también pienso que nosotros los músicos nos sentimos un poco privilegiados y protegidos… pero si un día me toca hacer algo porque me lo pide la sociedad, una radio, o porque económicamente no podré mantener a mi familia de la manera en que quiero que ellos vivan, y tengo que hacer reguetón, por ejemplo, haré el mejor reguetón que pueda hacer.
Mostro entre los monstruos.
Si usted se dirige hacia una direccion y decide girar 360 grados no acaba apuntando hacia otra dirección, sino hacia la direccion original, o sea, no cambia nada. Si lo que usted intenta es ir en direccion opuesta debería girar solo 180 grados. Nadie pudo explicarle eso antes de grabar la cancion?
Ay pepito, suelta el compás que la vida no es como la geometría, quién no sabe que 360 es una vuelta completa?, de verdad crees q Decemer no lo sabe?, no se te ocurre pensar que quiere decir ‘de todo’?, por ejemplo.
360 Grados es una cancion compuesta a cuatro manos. O sea, no es 100% de Descemer, sino 50/50 con otro gran compositor cubano…Israel Rojas Fiel. Debio decirlo. O el periodista debio preguntarle. Creo yo. Me encanta Descemer como compositor aunque cantando en Vivo es fatal. Gracias OnCuba