La coreógrafa española Susana Pous llegó por primera vez a La Habana, Cuba —su universo creativo—, hace 25 años (1999) y desde entonces se ha sentido en casa, aunque no oculta su preocupación por los problemas económicos que ahogan a la isla y llevan al “éxodo masivo” de una juventud “desesperada”.
“Y el éxodo masivo ha sido tan grande estos años, que llevo toda una vida despidiéndome, diciendo adiós. Sí, y eso me preocupa. Sobre todo porque ha envejecido mucha población”, dijo en una entrevista a EFE Pous, directora y coreógrafa de MiCompañía, agrupación que este fin de semana cierra la 13 edición de Prisma-Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá con su pieza Infinito.
Esta situación causa desasosiego a Pous (Barcelona, 1971) porque esa juventud está emigrando del país “muy desesperada, con mucha desesperanza porque no ven un futuro”, sin embargo matizó que ella tiene una visión distinta, pero que “sí es verdad que económicamente y a nivel de desarrollo Cuba está un poco ahogada”.
Por ello consideró oportuno que la gente que está al mando “un poco se dé cuenta de que a pesar de la resistencia real” que se está haciendo como país ante estas dificultades y aprietos, “hay que generar algunos cambios para que la gente de Cuba quiera vivir en Cuba, porque el problema es que la gente se quiere ir”.
La directora y coreógrafa catalana opina que los jóvenes son el motor de un país, pero si no están interesados en transformar y deciden irse, “¿qué va a pasar?”
“Eso es lo que yo siento. Creo que hay muchas cosas para hacer, y todos queremos transformar cosas del lugar donde vivimos, pero la única manera es estando ahí. Los cambios se generan con acciones”, expresó.
“Si estoy en La Habana, esa es mi realidad”
Pous, cuyas creaciones se nutren de una imaginación “muy grande” y de la incorporación de las artes plásticas y visuales y la música contemporánea en sus montajes, tiene en Cuba la realidad y el presente que no solo sirven de base a su obra, sino también a su activismo en campañas en contra del machismo o la violencia en la isla.
Sin embargo, confiesa que cuando llegó a Cuba se le cruzó por la mente que ahí “no viviría ni loca”, pero al cabo de un año lo estaba haciendo y ya son 25 años en La Habana.
“Hay algo que me conectó y que me sedujo, algo que tiene de la luz y de los olores que también me conectan a mi infancia en la que quizá tuve un poco menos de música y de alegría”, reconoce.
“Y no es que yo me fascine por La Habana en sí y que mis obras sean habaneras, lo que pasa es que como hablo muy desde el presente y hablo de lo que me rodea y lo que me inspira es lo que me está sucediendo, si estoy en La Habana, estoy en La Habana, y esa es mi realidad y para mí es muy importante”, afirmó.
Por esta conexión y el reconocimiento que se ha ganado en la isla por el nivel y la innovación de sus creaciones coreográficas, su imagen fue usada en una campaña contra la violencia de género, en un país que, señaló, “como en todo el mundo y en toda América Latina hay una sociedad machista”.
Lo que le sorprendió a la coreógrafa y directora de MiCompañía durante esta campaña, es que cuando se tocaba este tema la gente “no sabía de lo que estabas hablando, no sabían que se estaba ejerciendo una violencia contra ellas mismas porque es que ni sabían lo que era violencia de género”.
Es así que Pous señala que esta situación alrededor del machismo es algo que está como “muy asumido todavía”, pero ya se “empieza un poquito a hablar” y “abrirse la sociedad cubana a, digamos, hacer conciencia de esto”.
“Infinito”, un viaje hacia dentro para entenderse mejor
En el arte creativo de la isla, a Susana Pous se le elogia su trabajo por dar cabida en sus proyectos coreográficos a la memoria cultural de Cuba, destacándose entre sus montajes obras como ¿Qué se puede esperar cuando se esta esperando?, Showroom, Welcome, MalSon, y también Infinito.
Pous describe Infinito, estrenada en 2023, como “un viaje de búsqueda” hacia su interior en un momento en el que hablaba mucho y se inspiraba de la realidad que veía a su alrededor.
Recordó que entonces se dio cuenta que “cuando empiezas a viajar hacia adentro empiezas a entender que hay muchas de las cosas que conforman el ser que tú eres que tienen que ver con tus antecesores y las generaciones anteriores”. En esto, apuntó, “hay una conexión muy importante”.
“Y esa es la idea original o la idea inicial de ‘Infinito’, el momento de partida, el punto de partida”, remarcó.