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Casi al cumplir 20 años en la industria, el rapero Austin Agustín Santos, conocido como Arcángel, lanzó hace un par de semanas su más reciente tema “Quién contra mí”, cuya producción vocal estuvo a cargo de la cubana Daymé Arocena.
Fue Animal, al frente de la producción musical, quien confío en Arocena esa misión para capturar en la obra “la carga emocional del tema y traducirla en una atmósfera sonora envolvente”, señala un artículo del diario Los 40.
“Yo le había puesto al tema unas voces góspel que le había hecho con un plug-in que se llama Opus, pero yo sentía que la canción no estaba dando lo máximo, entonces le hice la propuesta a Austin de traer a Daymé a Orlando (Estados Unidos) y ella hizo estos coros”, explica en Instagram el productor.
“Una de las experiencias más inspiradoras”
Por su lado, Arocena contó en sus redes que el día de la grabación, Arcángel solo llevaba diez días fuera del hospital tras una cirugía cardiovascular a corazón abierto. “Verle ahí, firme y curándose a través de la música, ha sido una de las experiencias más inspiradoras que he vivido en la industria musical”, escribió la cubana al compartir imágenes en el estudio junto al rapero.
Montada sobre una base de trap melódico de ritmo suave, “Quién contra mí” es “una mirada profunda al recorrido personal y profesional” de Arcángel, que aprovecha ahora para reflexionar “sobre su relación con la fe, los aprendizajes a lo largo de los años y los valores que desea transmitir a sus hijos”, apunta Los 40.
El rapero ha interpretado este tema como “el inicio de una nueva etapa en su carrera”, tras superar “la prueba más grande que Dios y la vida” le han puesto, con “un corazón enfermo y malherido que a pesar de todo se rehúsa a dejar de latir”.
Arocena, de 33 años de edad, vive desde 2017 en Puerto Rico luego de pasar un tiempo en Canadá y de haber salido de Cuba después de que el Gobierno de la isla cuestionara su arte y lo tachara de “capitalista”, contó en una reciente entrevista a BBC.
Su último disco se titula Alkemi, que desde el nombre subraya la herencia cultural determinante para su trabajo. En él, según EFE, la artista reivindica un espacio en el pop con la fusión de ritmos afrocubanos mediante los que narra “la historia de empoderamiento femenino y transformación personal de una mujer que escapa al prototipo de la belleza normativa”.
La intérprete cuenta con una discografía antecedida por los discos Sonocardiogram (2019), Nueva era (2015), One Takes (2016) y Cubafonía (2017).