Justo a mitad del 2015, una semana después del comienzo del verano en el país, cumple 35 años la ONDI, una entidad «culpable» de soluciones de diseño que repercuten en la funcionalidad de algunas marcas cubanas. Su sigla, que suena como a eco, como a oleada, remite al nombre de Oficina Nacional de Diseño, adscrita al Ministerio de Industrias y que busca fomentar lo que muchos dieron por perdido con la avalancha de patrones soviéticos: el cuidado de los detalles, la búsqueda de una realización creativa que evoque bienestar.
Teniendo en cuenta el valor que los cuentapropistas imprimen a la visualidad, así como la imperiosa necesidad de que también los centros estatales asuman la importancia de esta rama del arte en todas sus variantes, OnCuba conversó con la Máster en Ciencias Carmen Gómez Pozo, directora del Departamento de imagen y promoción de la empresa.
Las noticias en torno a la creación del Registro de Diseñadores de Cuba ubicó a la ONDI dentro del discurso mediático de finales del año pasado, pero muy pocas personas saben en realidad lo que ustedes hacen. ¿Puede explicar un poco?…
La ONDI se fundó en julio de 1980, pero como parte de la estructura estatal hemos tenido diferentes ubicaciones. Ahora nuestra función es monitorear, organizar y de alguna forma regular la actividad de diseño del país, entre ellas las de promoción, desarrollo y evaluación. Estamos, además, avocados a reestructurar la política cubana de diseño, una acción que se inició en 2014 y debe concluir este año.
La evaluación la llevamos a cabo en todo el sistema nacional, para elevar la calidad tanto en la producción nacional como en la que pueda importarse a nivel de productos e inversiones. Para lograr esto se trabajan los controles estatales, que son la herramienta de la Contraloría General de la República. Igualmente evaluamos a solicitud de cualquier entidad.
¿Qué hizo de relevante la Oficina en el 2014?
Consolidamos el trabajo con el Ministerio de Industrias, al que hemos asesorado en cuanto a su imagen. Que nuestro Ministerio tenga una imagen coherente ha sido nuestra prioridad número uno. También realizamos acciones enfocadas a influir en los directivos y las formas en que entienden el diseño. Presentamos igualmente nuestro proyecto Ecos, dedicado a mobiliarios para viviendas de espacios mínimos y realizamos el evento CUBADISEÑO en el marco de CUBAINDUSTRIA.
Hábleme un poco sobre lo que solemos llamar la “imagen Cuba”…
Te refieres a la “marca País”. Eso es algo en lo que trabajamos actualmente. Nuestra oficina, de conjunto con Publicitur, laboró desde 2004 en la marca del destino turístico “Cuba”, ampliamente reconocida en las promociones del MINTUR. Ahora tratamos de elevar esa imagen a “marca país”. Elaboramos una propuesta sobre cómo puede comportarse el manual de identidad para todas las posibles aplicaciones de la marca en caso de que fuera aprobada y nos basamos en estudios e intercambios con expertos que han evaluado cómo se comporta esta tipología de marcas internacionales. Está comprobado que la nuestra tiene mucha aceptación y un sentido de adecuación muy efectivo para esos fines.
¿Cuál es su valoración sobre estos 35 años de diseño en Cuba?
En 35 años la ONDI ha tenido sus momentos de crisis. Hubo migración de profesionales, fluctuaciones, pero el trabajo se ha mantenido y se han sorteado los cambios tanto económicos como de nuestra pertenencia a diferentes estructuras estatales. En pleno período especial, cuando era complejo insertarse en la industria y comenzó el crecimiento de la biotecnología, del turismo… la Oficina dejó huellas importantes. Hay entidades del polo científico que todavía conservan la imagen creada en aquella época.
En los 2000 estuvimos en los proyectos Cuba/Venezuela. Formamos parte de la elaboración de la identidad de la transbordadora TRANSALBA, de Cuvenpetrol (Petróleos Cuba Venezuela SA.), de la Contraloría, del Censo de 2002 y de 2012, de los semanarios de Artemisa y Mayabeque…
¿Y no han buscado vincularse a los cuentapropistas?
De momento el trabajo por cuenta propia tiene un esquema que no tiene que ver con el de la Oficina, pero eso no excluye que si alguien en algún momento se quiere acercar en busca de recomendaciones lo haga. Este sector está proponiendo soluciones de fachada e interiores a quienes quieren invertir sus recursos y presupuestos en diseño pero eso no excluye el evaluarlo y certificar su calidad dondequiera que esté. Por todo eso hablamos de que el 2015 será un año de alianzas.