La joven autora cubana Yudith Vargas Riverón acaba de lanzar el título Hentai, Introducción al anime erótico japonés un volumen sobre el controvertido tema del eros nipón que cada vez gana más adeptos e influye en la cultura occidental.
En Cuba se consume más de lo que se cree. En la Feria Internacional del Libro este volumen tendrá también una presentación que recomendamos no perderse. Desde una perspectiva cómplice e irreverente el texto apoyado de coloridas y reveladoras imágenes propone un acercamiento al polémico subgénero.
La autora examina la génesis del fenómeno y defiende la legitimidad del mismo dentro del contexto discursivo de lo erótico-pornográfico para mostrar sus genuinos valores estéticos y reconocerlo deudor de una cultura con raíces milenarias. Yudith es una investigadora y profesora de arte japonés. Es amante de los gatos, los tatuajes, del color rojo y por supuesto de la cultura del país del sol naciente.
“La idea primigenia de este libro surge del presidente de mi tribunal de tesis, del investigador Víctor Fowler Calzada, erudito a quien admiro muchísimo. Fue sugerencia suya la necesidad de publicar ese trabajo de diploma, por lo que aportaría a los estudios sobre erotismo japonés, escasos hasta el momento. Y partiendo de un género tan controversial como el anime, el reto sería mayúsculo, pero a mí los retos jamás me han detenido, todo lo contrario.
“Mi tutor Mario Piedra también fue un impulso sustancial en mi carrera, y siempre me repetía a diario, en nuestras largas sesiones de revisión de la tesis: Yudith, esta investigación debe conocerse no solo en el marco de la facultad (Facultad de Artes y Letras) sino que es necesario darla a conocer en Cuba y si es posible, en Japón. Debo confesar que haber publicado este libro en Cuba es un sueño realizado de muchas personas, no solo mío. ¡Ojalá se publicase en Japón!”, expresó a OnCuba la autora.
¿Por qué hacer un libro de hentai en Cuba?
Y… ¿por qué no? Es curioso que dentro de la amplia gama de anime erótico en Cuba se consuma principalmente hentai. Siempre por vías alternativas: de flash en flash, o mediante amigos que los coleccionan. La primera vez que vi un hentai yo tenía 16 años, y quedé impactada por la idea de ver personajes de animación en situaciones de explícito intercambio sexual, aderezado por una trama de incesto. Quedé en shock. Y me pregunté: ¿esto es posible? De manera que la elección de dicho tema para publicarlo no fue del todo fortuita.
¿Qué es lo que más destacarías del volumen?
El libro implica un aporte fundamental a los estudios sobre el erotismo en la cultura japonesa, esencialmente en la cultura contemporánea. Creo que coadyuvaría a entender los modos representacionales del eros en el Japón actual….y ¿por qué no? nos acerca a esa apasionante cultura asiática.
¿Cuál fue la arista del tema que más te interesó abordar?
El eje medular del libro expresa de qué manera se representa la cultura tradicional y popular japonesa en el anime erótico hentai. Para mí fue aportador indagar durante años de investigación en la rica tradición nipona: investigar sus principales líneas filosóficas, estéticas, sus costumbres y tradiciones, su historia…y constatar cómo, aun en un inusual producto erótico, esa cultura está presente, latente y viva. Me refiero sobre todo a los aspectos propios de doctrinas como el budismo zen y el sintoísmo, sin demeritar el importante papel que el confucionismo y el taoísmo chino aportaron a la psicología y comportamientos del pueblo nipón.
Luego de tus múltiples indagaciones al respecto ¿crees que se consume mucho hentai en Cuba?
La respuesta es total y absolutamente afirmativa. Te invito a que realices el siguiente experimento: llégate a cualquier centro de estudios de enseñanza media/superior y pregunta en un aula al azar cuántos de los ahí presentes saben lo que es o han consumido hentai al menos una vez en sus vidas… Ahora, quiero aclarar que si bien es entre las generaciones más jóvenes donde mejor se constata el fenómeno, no todos los consumidores de hentai pertenecen al mismo grupo etario. También, valdría la pena aclarar que fuera de Japón se le llama hentai a todo el manga y el anime erótico, mientras que en el país del sol naciente denominan así solo a aquel subgénero del ero manga y el ero anime con contenido trasgresor, violento, escatológico y moralmente inaceptable, según los estándares nipones.
Como experta en arte japonés, ¿qué consideras aporte este género anime a la cultura nipona contemporánea y de qué forma consideras influye a la occidental?
El aporte es indudable. Japón posee una rica y milenaria cultura, que se mantuvo siglos incontaminada por las ideas judeocristianas represoras del sexo, el desnudo, lo erótico…de manera que son innumerables los ejemplos de cómo se ha manifestado y manifiesta lo erótico en la tradición cultural nipona no solo tradicional, sino contemporánea. El hentai es un claro ejemplo de ello. Es la particular manera, o una de las posibilidades representacionales del eros nipón en la época actual, cuyas raíces se remontan más allá del período Edo (1603-1867).
El erotismo, como fruto de cualquier cultura, lleva consigo aquellos rasgos típicos de la idiosincrasia del lugar, y puede mutar con el transcurrir del tiempo, beber de otras influencias y readecuarse al contexto. Así ha sucedido en Japón. Las pinku eiga o películas rosa niponas salvaron de la crisis económica a la industria fílmica japonesa durante la década del 70-80, a través de películas donde el sexo se representaba de manera explícita, eso sí, respetando la ley vigente que prohíbe la exhibición de vello púbico y los detalles anatómicos de la zona genital. Lo más interesante – y para resumir- es que el anime hentai deviene un producto de la cultura japonesa contemporánea, y forma parte a su vez de un movimiento contracultural surgido en los años 20 del pasado siglo en Japón, el ero guro nansensu, movimiento integrado por disímiles intelectuales y artistas de diferentes manifestaciones del arte para dirimir un fuerte discurso político a través de la explicitación del sexo. O sea, en Japón, las representaciones del eros, mas allá de convocar la libido del espectador, supone un inteligente y sagaz discurso crítico difícil de encontrar en producciones similares foráneas.
Tu libro llega a las librerías como uno de los más trasgresores publicados en los últimos años debido a sus imágenes ¿Qué opinas de esto?
Cierto. El día de la presentación el equipo editorial comentaba que en materia de imágenes, jamás se había publicado en Cuba un texto tan transgresor. En efecto, hicimos historia. Alerto al lector potencial de dicho elemento pues nunca fue intención agredir sensibilidades, sino exponer coherentemente el fenómeno objeto de estudio, desde un acercamiento respetuoso. Solo puedo agregar que en caso de que alguna moral se vea afectada por ello, pues que prescinda de las imágenes y se apoye en el texto…pero jamás debemos olvidar esa máxima que dice: una imagen vale más que mil palabras, y el hentai, como producto audiovisual, necesita de la imagen gráfica para concretarse una imagen explícita, directa y trasgresora.
¿Hasta qué punto consideras al libro una provocación?
Para nada. No fue mi objetivo, ni el del equipo editorial. Yo considero el libro un gran reto, eso sí. Y un llamado de atención.
¿Cuáles han sido las reacciones de los lectores que has recibido hasta ahora?
Hasta ahora he recibido muchas felicitaciones y apoyo, no solo de mi familia, sino también de mis amigos y de colegas a los que estimo muchísimo. Siempre les alerto que recién me inicio en estos lares: me espera un doctorado cuya médula investigativa será, a no dudarlo, la amplísima gama del ero anime aun carente de investigaciones. Quisiera agradecer a todas las personas que confiaron en mí, y en el potencial del libro: a Mario Piedra, Víctor Fowler, Baujin y Mercy Ruiz. Sin ellos, nada hubiera sido posible.
terrible!!