“¿Contarás mi historia, para que no me olviden?”, preguntó el Caballero de París al siquiatra Luis Calzadilla. “Lo prometo. Nadie lo olvidará”, respondió el doctor. Y así fue porque La Habana también vive en sus leyendas y la de José María López Lledín (1899-1985) es una de las más singulares.
Años más tarde, muy cerca de una de las plazas más antiguas de la Habana colonial —la de San Francisco de Asís— fue colocada una figura humana esculpida en bronce que se ha integrado perfectamente al mundo de mitos que habitan la urbe. Dicen que si tocas su dedo índice o su barba, se te cumple un deseo. Y allí está el Caballero de París, recreado por el artista José Villa Soberón, con su barba y su dedo brillante de tanto probarlo.
José María nació en la aldea de Vilaseca, en la provincia de Lugo, España y llegó a Cuba de adolescente. Aquí se desempeñó en múltiples oficios para sobrevivir hasta que un injusto encarcelamiento en el Castillo del Príncipe desató la parafrenia (tipo de esquizofrenia) que lo acompañó por el resto de sus días.
Su andar por las calles de la ciudad, saludando con la hidalguía de un aristócrata culto y educado, inspiró crónicas y canciones. La más famosa, hasta ahora, anunciaba: “Mira quién viene por ahí, el Caballero de París”. Se trata del danzón De parís, un Caballero, de Antonio María Romeu, inmortalizada por Barbarito Diez.
Pero la leyenda del loco más cuerdo que ha habitado esta capital crece y dentro de unas semanas se estrenará un nuevo musical inspirado en su figura, escrito por el español Tomás Maceira, coreografiado por Eduardo Blanco y con la música de Descemer Bueno y Kelvis Ochoa.
“Los cubanos hemos idealizamos al Caballero de París pero en realidad tuvo una vida interesante, esa es la historia que cuenta la obra”, confesó recientemente Descemer; mientras que para Kelvis, la nueva puesta, que incluye 10 temas, tendrán de pop, rock, mambo y más, todo cargado de profunda cubanía.
“Esto no tiene que ver con mi trabajo habitual de coreógrafo del Ballet Nacional de Cuba, comentó Eduardo Blanco, pero es algo que me entusiasma y resulta enriquecedor para mi carrera”.
La obra, que será estrenada el venidero 17 de enero en el teatro Karl Marx, tendrá 8 funciones y comenzará con un audiovisual acerca de la visita de los niños de una escuela a la estatua del Caballero. Allí la maestra (Laura de la Uz) y un guía (Ulises Toirac) cuentan la historia del mítico personaje y uno de los niños sueña con él.
“Nada mejor que el mundo de los fantasías infantiles para contar la vida de uno de esos personajes inolvidables que han singularizado a La Habana. Ojalá esta obra sirva para revitalizar el teatro musical que tan importante fue hace algunas décadas en Cuba”, concluyó Kelvis.