Durante cincuenta años, la narrativa fija tuvo la sesión de grabación de Let it Be de Los Beatles como una experiencia miserable: una banda en la que los miembros estaban hartos unos de otros, hartos de su trabajo y en proceso de separarse.
Pero un documental de casi 8 horas producido por Peter Jackson, extraído de películas y grabaciones descartadas de esas sesiones, desafía la idea y revela en cambio una banda consciente de sí misma con una conexión rara y una ética de trabajo que aún sabía cómo divertirse, pero que también estaba en proceso de desintegrarse.
La serie Get Back se exhibirá durante tres días a partir del Día de Acción de Gracias en Disney +. Producido por un beatlemaníaco, puede ser una experiencia agotadora para quienes no están en el club. Pero el club es bastante grande. Más allá de las delicias que ofrece a los fanáticos, Get Back es una mirada al proceso creativo de una banda que sigue siendo popular medio siglo después de que dejó de existir.
Creador de la serie El señor de los anillos, ganador de un premio de la Academia, Jackson estaba discutiendo otro proyecto con los Beatles cuando preguntó qué habia sucedido con todas las tomas descartadas de la película de 1970 Let it Be, del director Michael Lindsay-Hogg.
Existían casi 60 horas de película tomadas durante tres semanas, la mayoría sin ser vistas, y la banda había estado considerando qué hacer con ellas. Jackson tomó ese material, así como 150 horas de grabaciones de audio, y pasó cuatro años construyendo una historia.
La película de Lindsay-Hogg se considera una crónica de la desaparición de la banda, injustamente, en opinión de Jackson, porque se estrenó poco después de que se anunciara la ruptura. Luego los Beatles individuales reforzaron la noción con comentarios negativos sobre la experiencia: se habían dado un plazo muy ajustado para escribir y grabar material nuevo en preparación de un show en vivo, con cámaras siguiéndolo todo. “Esperé a que todo saliera mal”, dijo Jackson.”“Esperé a que comenzaran las discusiones. Esperé a que comenzara el conflicto. Esperé la sensación de que se odiaban. Esperé por todas las cosas que había leído en los libros y nunca apareció”.
En la historia figuran como John Lennon cantando “Two of Us” como un imitador de Bob Dylan, o él y Paul McCartney desafiándose entre sí para un ensayo sin mover los labios.
“La conexión fue increíble”, recordó Ringo Starr en una entrevista. “Soy hijo único, pero tuve tres hermanos. Y nos cuidamos el uno al otro. Tuvimos algunas peleas entre nosotros, eso es lo que hace la gente. Pero musicalmente, cada vez que contábamos uno, dos, tres, cuatro, queríamos ser lo mejor que podíamos ser”.
El cineasta es sensible a la idea de que lo contrataron para “desinfectar” las sesiones, y señaló que en Get Back aparece George Harrison dejando brevemente la banda, un evento que a Lindsay-Hogg no se le permitió mostrar. Ese momento se desarrolló después de una mañana en la que Harrison observó, en silencio, mientras Lennon y McCartney mostraban su estrecha conexión creativa trabajando en “Two of Us” como si los demás no estuvieran allí.
Cuando llegó la hora del almuerzo, Harrison dijo: “Dejo la banda ahora” y se fue. Después de unos días y un par de reuniones, se le convenció de que regresara. La mañana en que lo hace, la película muestra que él y Lennon leen un informe falso en un periódico de que habían llegado a los golpes y se enfrentaron en posturas de boxeo para burlarse de la historia.
En el camino, el proyecto de Jackson disipa la sabiduría convencional que se ha solidificado a lo largo de los años.
Mito No. 1: McCartney era un fanático del control. Veredicto: Parcialmente cierto. La película muestra a Harrison visiblemente irritado con McCartney dándole a él y a otros miembros de la banda instrucciones sobre cómo tocar y engatusándolos para que tomen una decisión sobre un concierto en vivo. La banda había estado sin rumbo desde la muerte en 1967 de su manager Brian Epstein. McCartney había asumido el papel de “papá” y no estaba del todo cómodo con él. “Tengo miedo de ser el jefe, y lo he sido durante un par de años”, dice. “No recibo ningún apoyo”.
Mito No. 2: Yoko Ono disolvió a Los Beatles. Veredicto: No es cierto. Está presente en prácticamente todas las sesiones de grabación, pero sobre todo como una fuerza benigna sentada junto a Lennon. Los otros cónyuges de los Beatles aparecen en el estudio, aunque no con tanta frecuencia. En un momento, McCartney incluso hace una broma profética sobre ella. “Va a ser algo increíblemente cómico dentro de 50 años; se separaron porque Yoko se sentó en un amplificador”.