El actor cubano Salvador Wood, una de las figuras históricas del cine, la televisión y el teatro en Cuba, falleció este sábado a los 90 años.
Wood, Premio Nacional de Televisión por la obra de toda la vida, comenzó su desempeño profesional con 17 años y en 1960 dio sus primeros pasos en el mundo del cine con el documental Chinchín, dirigido por Humberto Arenal.
Salvador, quien contrajo matrimonio desde muy joven con la legendaria actriz Yolanda Pujols (1924-2015), adquirió categoría de leyenda entre los espectadores, un título que por su dedicación, entrega y talento fue creciendo a lo largo del tiempo.
El actor, nacido en 1928 en Santiago de Cuba, no solo sentaba cátedra en cada papel que asumía (recordemos que tuvo una formación autodidacta), sino que logró con sus diversos roles representar el decursar de la historia en Cuba.
La muerte de un burócrata de Tomás Gutiérrez Alea, y El brigadista, de Octavio Cortázar, fueron dos de los filmes emblemáticos de la cinematografía nacional en los que dio clases magistrales de actuación para colocarse definitivamente en la memoria afectiva de los cubanos.
En El Brigadista compartió roles con su hijo, el actor Patricio Wood, uno de los dúos más recordados del cine cubano.
Salvador también participó en series como En silencio ha tenido que ser, de Jesús Cabrera, Los comandos del silencio de Eduardo Moya y Pasos hacia la montaña, de Juan Vilar, así como en otras memorables cintas entre ellas Las doce sillas y la icónica Soy Cuba, una ambiciosa producción de Mijail Kalatozov.
La naturalidad con que arropaba su trabajo actoral y su absoluta destreza interpretativa fueron dos de las cualidades de un artista que logró dotar de gran credibilidad a sus personajes.
Junto a sus altas cotas de profesionalidad, el quehacer de Wood también estuvo marcado por la bondad y la nobleza, rasgos que definieron su carácter tanto en sus relaciones laborales como en su vida personal fuera de los cámaras.
Hoy dimos el último adiós a nuestro Salvador en la poceta de los curas, cojimar, su pueblo lo despidió con gran aplauso.