A pocas horas de haber arribado a Cuba, el cineasta iraní Abbas Kiarostami llegó hasta la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV) donde sostuvo un encuentro con la prensa nacional y extranjera donde estuvieron presentes además alumnos y profesores de la también conocida como escuela de todos los mundos.
Kiarostami llega a la Isla para realizar el Tercer Taller de Autores, experiencia que anteriormente tuvo en España y Colombia y que en esta tercera ocasión se ha dado a conocer como Filmar en Cuba. El taller contará con treinta y cinco creadores provenientes de diversas partes del mundo a los que se les suma una decena de estudiantes de la recién comenzada Maestría de Cine-Ensayo, suscitada por la EICTV, que este año arriba a su trigésimo aniversario. Durante diez días los participantes tendrán la posibilidad de desarrollar un proyecto de cortometraje guiados bajo los consejos y la supervisión del propio Kiarostami cuya visita está organizada por Black Factory Cinema, organización colombo-catalana, en alianza con la EICTV.
El taller, principal motivo de la presencia de Abbas en el país, se extenderá hasta el seis de febrero, pero los organizadores del evento han querido ampliar la visita mucho más allá del campo académico por lo que hasta el 31 de enero la Cinemateca de Cuba contará en su sede del cine 23 y 12 con una muestra retrospectiva que será presentada por el reconocido cineasta, poeta y fotógrafo para quien “venir a Cuba era un sueño ya que desde hace años conocía la Escuela, he visto sus obras y desde que estoy haciendo estos talleres los mejores alumnos que he tenido han salido de este lugar” a lo que agregó jocoso que “si tuviera menos edad aplicaría para estudiar aquí” ya que “constantemente estoy realizando cortometrajes como si fuera un estudiante de cine porque lo del cineasta, más que un objetivo como tal, es tener una experiencia continua”.
Abbas, considerado un maestro del cine contemporáneo y uno de los creadores más renombrados del Irán postrevolucionario, estuvo durante una hora aproximadamente conversando sobre todo, de cine, que según él “ni se enseña ni se aprende porque el cine y el arte en general, es resultado de una curiosidad, de inquietudes, por eso en estos talleres buscamos respuestas a esas inquietudes; en los talleres siempre afirmo que no estoy para enseñar porque lo principal es buscarse a uno mismo y el límite de tiempo del taller da la posibilidad de expresar nuestro potencial, por eso muchos se preguntan al terminar cómo es posible que hayan hecho cine en diez días y no así en los últimos diez meses”.
Kiarostami, quien ha realizado sus películas en los últimos años fuera de Irán, no descartó la posibilidad de filmar algún día en Cuba que para él “es un país del que se conoce más de su líder (refiriéndose a Fidel Castro) que del propio país; es un país misterioso, fuera del alcance de muchos y eso lo hace muy atractivo” a lo que acotó: “me pregunto cómo recordarán dentro de diez años, en otras condiciones económicas, todo lo que están viviendo ahora”.
El ganador de premios en festivales tan importantes como el de Cannes y Venecia comparte sus horas de creatividad entre el cine y la poesía, género en el que lleva incursionando hace más de 20 años y que ha sido complemento en su carrera cinematográfica. “Es ideal para un artista que el espectador no se quede solo con la obra sino que la propia obra incite a la búsqueda de otras cosas, quienes conocen la cultura persa saben que la poesía es su columna vertebral; la poesía no es solo un poema, es también sabiduría, una fuente de pensamiento”. Sin poderlo clasificar como un cineasta que escribe poesía o un poeta-cineasta, este autor se lamenta de lo difícil que es traducir poesía y afirmó que “aunque a algunos críticos no les ha gustado mi poseía, la sigo haciendo.”
Abbas, en su primera jornada de trabajo en Cuba, recibió también el tributo de la dirección de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en la sala Martínez Villena de esa institución, donde su presidente, Miguel Barnet, le entregó la distinción Tomás Gutiérrez Alea, que se otorga a destacadas figuras del ámbito internacional.
A sus 75 años Abbas Kiarostami cuenta con un amplia filmografía en la que se encuentran títulos relevantes como “Donde está la casa del amigo” (1987), “Primer plano” (1990), “El sabor de las cerezas” (1997) y “El viento nos llevará” (1999).