Por estos días en que se cumplen diez años sin la voz en directo, sin el carisma, sin el derroche de profesionalidad y maestría de Celia Cruz, muchas son las referencias, los artículos de prensa, la evocación apasionada en torno a la gran artista.
“Celebrando la vida y la música de Celia Cruz” -un homenaje de especial relevancia organizado por la Fundación que lleva su nombre-, juntó este 25 de julio en la ciudad de Miami a un grupo de algunos de los especialistas en su obra y personalidades que estuvieron muy cerca de la Reina de la Salsa y contribuyeron con la promoción y realización de su obra.
Es el caso de Omar Pardillo, presidente de la Fundación Celia Cruz, encargado exclusivo de su obra y responsable de su Patrimonio. Pardillo da continuidad a la creciente vigencia de la música de la estrella cubana a través de un programa radial. Estuvieron presentes además, otras importantes figuras de la Promoción y la creación musical como Gilda Milos, prestigiosa autora de libros sobre el universo musical y que ha investigado especialmente la relación de Celia con La Sonora Matancera.
La celebración contó con la presencia y la sabiduría discográfica de Anthony González, quien es uno de los protagonistas de la antología “La colección absolute” convertido en un nuevo y selecto homenaje a Celia Cruz.
Las imágenes de un documental de diez minutos sobre la vida de la Reina cubana sirvieron de arrancada para una fiesta donde el aplauso se juntó con la reflexión bien informada y el conocimiento –a veces no suficientemente valorado- de la importancia del equipo creador y promocional que acompaña a los grandes talentos.
Celebraciones como esta garantizan la lozanía y pujanza del precioso legado de Celia, quien enseñó al mundo que “Azúcar” puede ser a la manera nuestra, pronunciado con “s” e invitando al goce del baile y el encanto del ritmo.