Va de político, sociólogo y hasta psicoanalista. Alejandro García escudriña la existencia humana en un fonograma que se atempera a los tiempos que corren y se convierte en una lupa, donde el buen humor sirve de conexión para reflexionar sobre temas cotidianos de la isla y otros igual de actuales, pero de otra envergadura, como el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
Virulo acaba de presentar ¡Cuba sí, yanquis ¿qué?!, disco que considera oportuno ante un hecho trascendente: Washington y La Habana han dejado una antigua enemistad y han apostado por tender puentes para el presente y el futuro.
Para el reconocido humorista y compositor, el 17 de diciembre del año pasado se convirtió en una jornada reflexiva e inspiradora. Según remarca el artista era el Día de San Lázaro, santo especial para los cubanos y él se alistaba para partir hacia México, pues debía hacer un programa especial de fin de año.
“Me pareció un tema de extraordinaria vigencia y me sorprende que no haya más cosas sobre ese asunto”, asegura Virulo, quien en casi cuatro minutos invita a meditar sobre este particular.
Escribió la canción que da título al compacto con las opiniones que le dio mucha gente, incluso un taxista en México, quien le dijo de camino al hotel donde se alojaba: “No se moleste, no se ponga bravo, pero se los van a ensartar. Se lo digo como mexicano. Nosotros hemos tenido amistad con ellos por muchos años y nos han hecho lo mismo”.
Sin embargo, Virulo manifiesta que las buenas relaciones con Estados Unidos “es una cosa necesaria y yo aplaudo la valentía de un cambio que se imponía, pero hay que tener cuidado. Es más, el primer título que le quise dar a la canción fue “Mami, qué será lo que quiere el negro”, pero me iba a buscar un lío con el derecho de autor.
“Verdaderamente no pensé vivir para ver eso. Todo el mundo se sorprendió muchísimo. No había antecedentes. Nada. Y de repente vamos a tener relaciones (diplomáticas) con los Estados Unidos. Me parece un tema bueno para hablar. Es uno de los sucesos más importantes de la historia de ambos países en los últimos 50 años. Es trascendente que se haya acabado la enemistad entre las dos naciones por muchísimas razones. Hemos estado en un enfrentamiento ideológico y hasta en algún momento directo”.
Otros nueve sencillos componen esta nueva entrega discográfica de Virulo. Allí nos invita a meditar sobre las parejas disfuncionales, o aquellos que todavía no se han dado cuenta de que el amor se les ha terminado, expuestos en “La golpeadora” y “Sospechas”. También el humorista reflexiona acerca de fenómenos bien actuales como las redes sociales -“Ni me gustas tú”- y cómo en algunas personas ha tenido un impacto devastador, al desconectarlas de la realidad.
El melómano encontrará en este álbum que “Romance andino”, “Tía Cuca” y “Dora la deportada”, cómo todas las canciones, pueden ser saboreadas también desde la música. Una fuerte dosis de son montuno, bien condimentado con el uso del tres, las guitarras, la percusión y las trompetas, se disfruta.
Todo se debe a las orquestaciones de Gioser Rodríguez y Arjadis López, quienes no solo se inspiraron en los ritmos auténticamente cubanos, sino que hurgaron en los sonidos procedentes de otras partes del continente.
Músicos de la tala de Yissy García y Bernardo García, unidos a Alejandro Valdés, Maykel Sandoval, Henry Kindelán, Orlando Bernal, Lázaro Amaury Oviedo, y el propio binomio Rodríguez-López, hicieron posible que este volumen tuviera una armonía contagiosa, singular.
Precedido de El bueno, el malo y el cubano -con el que Virulo obtuvo una nominación a Cubadisco 2015–, ¡Cuba sí, yanquis ¿qué?! es el segundo fonograma del artista con Egrem, tras una ausencia en el catálogo de la disquera que databa de alrededor de un cuarto de siglo, época en la que insertó álbumes como Génesis, El infierno –este realizado con los Van Van y que contó con arreglos de Juan Formell-, y Virulo y el eslabón perdido.
“Estoy muy contento de que hayan salido uno detrás de otro”, precisa Alejandro García, quien ha grabado 15 discos en México y desea que su pueblo pueda tener acceso a ellos. “Es una cosa en la que he insistido mucho. Los que he hecho en México los he ofrecido gratuitamente para que se licencien en Cuba”, afirma.
Proyectos inmediatos como un ciclo grande de trabajo en México, Virulo aun no descarta su deseo de llevar a un compacto el espectáculo que hiciera el año pasado con Ernesto Acher (ex Les Luthier) y la orquesta del Instituto Cubano de Radio y Televisión en el teatro Karl Marx.
“El trabajo que hice con Ernesto Acher aquí lo acabamos de hacer con la sinfónica de México y sacamos dos discos. Yo no sé si habrá una posibilidad real de tener los derechos para poder editarlo acá. Pero podemos grabar uno. Tenemos la propuesta para en enero próximo hacer una gira con las sinfónicas de Cuba y Acher, quien ya me dijo que estaba muy dispuesto, ya que es un proyecto de música sinfónica vinculada con el humor”, adelanta.
Mientras, su CD ¡Cuba sí, yanquis ¿qué?! puede adquirirse en la feria Arte en La Rampa del Pabellón Cuba de La Habana. Allí, un Virulo con buen tono y picardía criolla no dice cuan necesario es reflexionar sobre todas las aristas de nuestra realidad.