Las renovadas tensiones entre Estados Unidos y Cuba no disuadieron al John F. Kennedy Center para las Artes Escénicas de centrar la atención en la rica herencia cultural de la Isla durante el festival de arte cubano más grande que se haya celebrado en Estados Unidos.
La muestra “Artes de Cuba: De la isla al mundo”, que comenzó la semana pasada y continuará hasta el 20 de mayo, exhibe las obras de más de 400 artistas cubanos y cubano-estadounidenses a lo largo de medio centenar de eventos. El programa incluye al grupo de salsa Los Van Van y otros músicos, artistas visuales, películas, compañías de teatro y a la bailarina Alicia Alonso y al Ballet Nacional de Cuba.
“Cuba es una potencia cultural, y poder presentar una lista tan diversa de artistas cubanos y cubano-estadounidenses en un lapso de dos semanas no tiene precedentes”, dijo Deborah F. Rutter, presidenta del Kennedy Center
Sin embargo, el festival no está exento de controversia.
Se ha visto amenazado por legisladores cubano-estadounidenses, incluidos algunos representantes republicanos. Carlos Curbelo, Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen de Florida, así como el representante Albio Sires, de Nueva Jersey, escribieron una carta al secretario de Estado Mike Pompeo en abril para pedirle que reconsiderara la conveniencia de permitir que “tantos cubanos a favor del régimen de Castro” entraran a Estados Unidos.
El año pasado, Estados Unidos retiró a más de la mitad de sus diplomáticos de Cuba y detuvo el proceso de visas, alegando misteriosos “ataques a la salud” en La Habana que aquejaron a al menos 24 estadounidenses. Las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y el país comunista se restablecieron en 2015, bajo el mandato del entonces presidente Barack Obama.
La curadora Alicia Adams, y vicepresidenta del Programa Internacional de Danza en el Kennedy Center, rechazó la idea de que el festival tuviera connotaciones ideológicas.
“Es importante que la gente de este país vea el extraordinario talento que existe en Cuba”, comentó Adams a The Associated Press. “El Kennedy Center tiene una regla de oro y es que nosotros mantenemos la máxima autoridad curatorial. Ni el gobierno cubano ni el estadounidense nos impusieron quiénes deberían ser los artistas”.
La diseñadora de moda cubana Celia Ledón, de 32 años y que muestra 10 piezas en el festival, dijo que el evento no tiene tintes políticos y que en lugar de ello tiene “una representación ecléctica de lo que es la cultura cubana”.
El artista Roberto Diego, quien vive en La Habana, también participa en el festival con dos obras realizadas con materiales reciclados. Comentó que sus obras expresan “cómo a pesar de las dificultades en ciertos lugares, la gente se sobrepone, va más allá de la miseria para construirse una realidad de lo más digna posible”.
“Desgraciadamente la situación está tensa desde el punto de vista político. La política siempre va por un lado, va con sus tensiones, pero la cultura desde ese lenguaje internacional va hermanando, y eso creo que es positivo”.
La apertura se movió con música cubana
El público del Teatro Eisenhower, en Washington, bailó con la música cubana el martes pasado en el Festival Artes de Cuba, en un espectáculo cerrado con “El Manisero”, la popular canción cubana de Moisés Simons.
En el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas estuvieron, entre otros, la cantante del Buena Vista Social Club, Omara Portuondo, Aymée Nuviola y los pianistas Aldo López-Gavilán y Jorge Luis Pacheco. Música de calidad, con ganadores y nominados al Grammy Latino.
Los casi 400 artistas convocados actuarán en nueve teatros, como parte del evento de mayor magnitud celebrado en ese país en honor a la cultura de la Isla, dijo la directora de Programación del Centro Kennedy, Gilda Almeida.
A la apertura del Festival asistieron Jeffrey DeLaurentis y Ben Rhodes, dos figuras clave del deshielo entre Cuba y Estados Unidos durante la administración de Barack Obama.
Artes de Cuba se extenderá hasta el 3 de junio y habrá, además de música, otras manifestaciones artísticas como danza, teatro, cine y artes plásticas.
AP / OnCuba
Vivan los intercambios culturales porque enriquecen y hermanan los pueblos.