ES / EN
- mayo 15, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Cultura Literatura

El “misterioso caso” de los libros autodedicados de Eliseo Diego

Tardé un año en reordenar la biblioteca de mi padre, Eliseo Diego; trabajo que quedó recogido en el libro "Un rumor apenas". Pero han quedado cuentos por hacer y secretos por revelar.

por
  • Josefina de Diego
marzo 31, 2025
en Literatura
0
Parte del estudio de Eliseo Diego en su casa de El Vedado. Foto: Jorge Ricardo.

Parte del estudio de Eliseo Diego en su casa de El Vedado. Foto: Jorge Ricardo.

Getting your Trinity Audio player ready...

Mi padre, el poeta cubano Eliseo Diego, aprendió el inglés siendo muy niño. Se lo enseñó su madre, Berta Fernández Cuervo y Giberga, una criolla, hija de catalana y asturiano, quien lo había aprendido también desde muy pequeña. Mi abuela nació en La Habana el 21 de noviembre de 1891, pero en 1895 sus padres emigraron a los Estados Unidos, posiblemente con motivo de la guerra entre Cuba y España, y allá vivió hasta la edad de 12 años, aproximadamente.  

Este aprendizaje del idioma desde tan pequeño le dio a Eliseo la oportunidad de disfrutar libros escritos en ambos idiomas, el español, lógicamente, y el inglés. Es por eso que su biblioteca, de más de 4 mil ejemplares, está compuesta casi en un 50 % de libros escritos en inglés, y otros tantos en español.

He escrito mucho sobre su biblioteca, porque siempre me ha acompañado y porque, fallecido mi padre, hice algo que él siempre deseó hacer: ordenarla. Él pensaba seguir un orden alfabético pero yo decidí mantener el que tenía, con algunas variaciones, y digitalizar un inventario, en una forma muy primitiva, uno por uno, en una tabla Excel que recogía nombre del autor, título, nombre de la editorial, año de publicación, estado de conservación del libro, lugar que ocupaba en el estante (que dividí y clasifiqué) y observaciones: si estaba dedicado, si era una primera edición, nombre del traductor, si era una traducción. 

Me tomó un año completo hacerlo. Impartí cuatro conferencias sobre este trabajo que se recogieron en el libro Un rumor apenas, publicado por Ediciones Extramuros. Pero han quedado muchos cuentos por hacer y secretos por revelar.

Por ejemplo, ¡cuál no sería mi sorpresa cuando me encontré, en un librerito muy especial donde tenía a Kipling (primer Premio Nobel inglés, en 1907) y a Conrad, que en los libros de Kipling (Bombay, 1865−Londres, 1936) aparecía, nada más y nada menos, que la esvástica! 

“¿Qué hace esto aquí?”, me pregunté, espantada, dispuesta a lanzar el libro al cesto de la basura. Pero lo pensé dos veces y decidí averiguar. Reconozco mi ignorancia en aquel momento y que, gracias a mi inventario, pude enterarme del origen del símbolo, que se remonta a mucho antes de los nazis, y de por qué lo usaba Kipling. 

Esvástica en un libro de Kipling impreso en Nueva York. Foto: Archivo familiar.

Su padre fue un  oficial inglés designado a servir en la India, y allí nació Kipling (es por esa razón que le interesaron siempre los temas relacionados con ese país y su cultura). A los 6 años, fue enviado por sus padres a Inglaterra, donde realizó todos sus estudios. La palabra esvástica proviene del sánscrito y representa un símbolo que existe hace miles de años, utilizado por diferentes y antiquísimas culturas, y significa bienestar, buena fortuna. Se ha escrito mucho sobre su procedencia. Se utilizaba en Europa, China, en India y en muchas otras culturas muy antiguas. 

Cuando Kipling comenzó a escribir, alrededor de 1887, empezó a usar la esvástica como logo. Varias décadas después fue que los nazis decidieron utilizarla para su bandera del Partido Nacionalsocialista. En cuanto esto sucedió, Kipling ordenó a sus editores que se eliminara la esvástica de sus libros, y así se hizo. 

Aclarado el asunto, los libros de Kipling se quedaron en su librero aunque, confieso, me sigue perturbando un poco ver el símbolo en ellos, que pasó de representar bienestar, paz y buena fortuna a encarnar el horror más espantoso que ha vivido la humanidad.

Logos en libros de Kipling. Foto: Archivo familiar.

A mi padre le gustaba mucho la literatura fantástica, de ciencia ficción y la detectivesca —la buena, por supuesto—, los famosos “mysteries”. La lista de estos títulos la encabeza, como es fácil suponer, Sir Arthur Conan Doyle, seguido de cerca por Agatha Christie y John Dickson Carr. A papá no le gustaba prestar sus libros pues temía que se le perdieran. Entonces ideó una “trampita”: se los autodedicaba para que no hubiese la más mínima duda de que él era su dueño y que era un título que le interesaba conservar. Haciendo el inventario de su biblioteca me encontré muchas de estas autodedicatorias, todas muy simpáticas.

Por ejemplo, en The Blessington Method and Other Strange Tales, escribió: “To Eliseo Diego, with deepest admiration, his devoted friend, Eliseo Diego” (“Para Eliseo Diego, con profunda admiración de su incondicional amigo, Eliseo Diego”). O esta otra, totalmente enloquecida, en The Thirty Nine Steps: “To Eliseo, a gentleman who does play cricket, an egregious poet & my closest friend, with deep admiration and affection from Eliseo, London, 1958” (“A Eliseo Diego, un caballero que sin dudas juega cricket, un poeta egregio y mi mejor amigo, con profunda admiración y afecto de Eliseo, Londres, 1958”. Debo aclarar que papá no había viajado a Inglaterra en esa fecha, vino a hacerlo muchos años después.

Con Conan Doyle y Sherlock Holmes hay una anécdota muy simpática que narra John Dickson Carr en su The Life of Sir Arthur Conan Doyle (Harper & Brothers, New York, 1949), libro que se encuentra en la biblioteca. Conan Doyle, médico, decidió dedicarse a la literatura, después de ejercer durante muchos años su profesión. Sus primeras historias sobre el excéntrico detective fueron un éxito inmediato, las publicaba en una revista que subió enormemente su nivel de ventas. Pero él quería escribir sobre otros temas y comenzó a rechazar a su personaje y la tiranía de los lectores que solo querían leerlo cuando escribía sobre Holmes y su querido amigo, el doctor Watson. Así que decidió “matarlo”. 

Aquello provocó una irritación tremenda entre sus admiradores que le escribieron decenas de cartas criticándolo y hasta ofendiéndolo. Una decía “¡Cómo ha podido ser tan desalmado!”. Otros le suplicaban que “lo trajera de vuelta”. Finalmente, no le quedó más remedio que escribir una historia en la que Holmes reaparece y sorprende a Watson. Le explica que había tenido que fingir su muerte por razones de seguridad (la historia es más larga pero he tratado de resumirla). 

Termino con un fragmento de un cuento de James Thurber, excelente escritor, dibujante y humorista estadounidense (1894–1961), traducido por mí y que aparece en uno de sus libros que se encuentran en los estantes de la biblioteca de mi padre, The Thurber Carnival (Harper & Brothers, 1943) y que se publicó completo en la revista UNIÓN, 1–80. Solo un autor como Thurber podía escribir algo tan ingenioso y simpático sobre una supuesta historia de detectives. Y el cuento está relacionado, además, con el tema de las colecciones de libros. Ojalá puedan leer el cuento completo, vale la pena.

El misterio de los crímenes de Macbeth

Por James Thurber

“Fue un error estúpido el que cometí”, dijo la estadounidense a quien había conocido en mi hotel en el distrito inglés de los lagos, “pero estaba en la repisa junto a otros libros de la colección Penguin —esos libros pequeños cuestan seis peniques, sabe usted, con cubiertas de papel—, y yo pensé por supuesto que era una historia de detectives. Todos los demás eran historias de detectives. Yo había leído todos los otros, y por eso compré este sin fijarme bien. Puede imaginarse cuánto me disgusté cuando me di cuenta de que era Shakespeare”. Murmuré algo para consolarla. “No sé por qué los de la Penguin editan obras de Shakespeare sin diferenciarlas de las obras de detectives”. “Creo que tienen las portadas de colores diferentes”, dije. “Bueno, no me di cuenta de eso”, dijo ella. “Lo cierto era que yo estaba muy cómoda en mi cama esa noche y lista para leerme una buena novela de misterio, y me encontré que tenía La tragedia de Macbeth, una edición para estudiantes de Secundaria. Como Ivanhoe”. “O Lorna Doone”, dije yo. “Exactamente”, dijo la estadounidense. “Y estaba loca por leer un buen Agatha Christie o algo semejante. Hércules Poirot es mi detective favorito”. “¿Ese que tiene cara de conejo?”, pregunté. “¡Oh, no!”, dijo mi experta en crimen‒ficción. “Me refiero al belga, usted está pensando en míster Pinkerton, el que ayuda al Inspector Bul. También es muy bueno”.

         Después de la segunda taza de té, mi compañera comenzó a relatarme  el argumento de una novela de detectives, que la despistó completamente ‒parece que todo el tiempo el culpable había sido el viejo médico de la familia. Pero la interrumpí. “Dígame”, le dije, “¿leyó Macbeth?”. “Lo tuve que leer”, dijo. “No había nada más que leer en toda la habitación”. “¿Le gustó?”, le pregunté. “No, no me gustó”, dijo con decisión. “En primer lugar, no creo que Macbeth lo hiciera”. La miré estupefacto. “¿Hiciera qué?”, le pregunté. “No pienso por un momento siquiera que él matara al Rey”, dijo. “No creo tampoco que Lady Macbeth estuviera envuelta en el asunto. Son los más sospechosos, por supuesto, pero esos nunca son culpables, o en principio no deben serlo”. “Me temo”, comencé, que yo…”. “Pero ¿no te das cuenta?”, dijo la estadounidense. “Lo echaría todo a perder si se pudiese descubrir enseguida quién lo hizo. Shakespeare era demasiado listo para eso. He leído que la gente nunca ha descifrado el Hamlet, de modo que no hay que pensar que Shakespeare hiciera el Hamlet tan simple como parece”. Me quedé pensando en esto mientras llenaba mi pipa. “¿De quién sospecha usted?”, le pregunté súbitamente. “Macduff”, dijo enseguida. “¡Dios mío!”, suspiré quedamente.

(…)

 

Etiquetas: Eliseo DiegoLiteraturaPortada
Noticia anterior

Falleció en Nicaragua la exatleta y entrenadora cubana Eloína Echeverría

Siguiente noticia

Investigan incendio en sede del Partido Republicano en Nuevo México

Josefina de Diego

Josefina de Diego

La Habana, 1951. Escritora y traductora. Estudió Lengua Inglesa y Literaturas Inglesa y Norteamericana (UH, 1969-1971). En 1976 se graduó de Economía. Autora de El reino del abuelo (1993), Un gato siberian husky (Premio Nacional de la Crítica 2007), ¿Y ya no tocan valses de Strauss? (2019), entre otros. Desde la muerte de su padre, Eliseo Diego, en 1994, se ha dedicado al ordenamiento y divulgación de su obra.  

Artículos Relacionados

Mendoza durante la promoción de su novela "Tres enigmas para la Organización", en Barcelona. Foto:  Marta Pérez/EFE.
Literatura

Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025 elige a Eduardo Mendoza

por Redacción OnCuba
mayo 14, 2025
0

...

Félix Anesio y Marcial Gala. Foto: cortesía de Félix Anesio.
Literatura

Culmina Feria del Libro de Buenos Aires donde Cuba no tuvo representación oficial

por Leandro Estupiñán
mayo 12, 2025
0

...

Hotel Nacional de Cuba. Foto: Cortesía de Pavel Giroud.
Literatura

“Habana Nostra”, de Pavel Giroud: la mafia se toma La Habana

por Rafael Acosta de Arriba
mayo 3, 2025
1

...

Foto: Cortesía de Claudia Acevedo.
Literatura

Leonardo Padura: “La novela es el reino de la libertad”

por Sergio Murguía
abril 28, 2025
1

...

Edelmis Anoceto (izq), ganador del premio Casa de las Américas en la categoría de Cuento, es abrazado por Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de esa institución cubana. Foto: Casa de las Américas / Facebook.
Literatura

Casa de las Américas entrega sus premios literarios, con un cubano galardonado en Cuento

por Redacción OnCuba
abril 26, 2025
0

...

Ver Más
Siguiente noticia
Las fuerzas que se movilizaron hasta el lugar pudieron controlar rápidamente las llamas. Foto: @PanAmPost_es

Investigan incendio en sede del Partido Republicano en Nuevo México

Denys Ramos y Yura López durante el rodaje de "Ojos de agua". Foto: Jorge Luis Coll.

Telenovela “Ojo de agua”: bastidores de la nueva apuesta de Alberto Luberta para la pequeña pantalla

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • Balitas de gas licuado en Cuba. Foto: Cupet / Facebook.

    La odisea del gas licuado en Cuba: comercialización en Villa Clara y Sancti Spíritus, pero escasez en otras provincias

    351 compartido
    Comparte 140 Tweet 88
  • Turismo cubano: más que el honor en juego

    175 compartido
    Comparte 70 Tweet 44
  • ¿Quién podría ser el próximo presidente de Cuba?

    561 compartido
    Comparte 224 Tweet 140
  • “P’alante, p’atrá” y viceversa: la transición económica cubana sufre de ataques de pánico

    54 compartido
    Comparte 22 Tweet 14
  • Tribuna Antimperialista de La Habana se alquila para eventos, ¿o no?

    192 compartido
    Comparte 77 Tweet 48

Más comentado

  • ¿Quién podría ser el próximo presidente de Cuba?

    561 compartido
    Comparte 224 Tweet 140
  • 8 preguntas a Rodrigo García

    25 compartido
    Comparte 10 Tweet 6
  • El sector privado cubano no se ha debilitado, al contrario

    431 compartido
    Comparte 172 Tweet 108
  • Otro comercio en dólares: inauguran tienda mayorista para el sector empresarial en Cuba

    737 compartido
    Comparte 295 Tweet 184
  • Turismo cubano: más que el honor en juego

    175 compartido
    Comparte 70 Tweet 44

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}