El escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura y uno de los grandes íconos de las letras hispanoamericanas, falleció este domingo a los 89 años.
La noticia fue dada a conocer por sus hijos en las redes sociales y ha generado numerosas reacciones y mensajes de condolencias a lo largo del mundo.
Vargas Llosa murió en su casa de Lima, “rodeado de su familia y en paz”, de acuerdo con el comunicado familiar, que además detalla que sus restos serán incinerados y no se realizarán actos públicos, respondiendo a la voluntad del escritor.
“Su partida entristecerá a sus parientes, a amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera, y deja detrás suyo una obra que lo sobrevivirá”, añade la nota.
ÚLTIMA HORA | El novelista peruano Mario Vargas Llosa, de 89 años, ha fallecido este domingo en Lima. El premio Nobel de literatura pasará a la historia como un extraordinario narrador y un influyente intelectual https://t.co/oOsmNb9Jpo
— EL PAÍS (@el_pais) April 14, 2025
Nacido el 28 de marzo de 1936 en Arequipa, al sur de Perú, Vargas Llosa fue una de las principales figuras del llamado Boom latinoamericano y autor de obras fundamentales como La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral, La casa verde, y La fiesta del Chivo.
Su carrera literaria abarcó más de seis décadas y aunque se distinguió principalmente en la narrativa —y en particular, en la novela— se extendió también a géneros como el ensayo, el teatro y el periodismo.
Otros conocidos libros de su autoría son Los cachorros, Pantaleón y las visitadoras, La guerra del fin del mundo, Lituma en los Andes y El sueño del celta.
A lo largo de su trayectoria obtuvo varios de los galardones más importantes de las letras, entre ellos el Premio Nobel de Literatura, el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Rómulo Gallegos y el Planeta.
Además, recibió numerosas distinciones y doctorados honoris causa, y fue miembro de la Real Academia Española y de la Academia Francesa, de la que fue el primer autor de lengua española en ingresar.
Con su muerte Latinoamérica despide a su último Premio Nobel de Literatura vivo, un título que le fue otorgado “por su cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo, su rebelión y su derrota”, según el dictamen oficial del premio.
Al margen de su extraordinaria y reconocida carrera literaria, Vargas Llosa fue una figura muy controvertida en el plano político. Pasó de una posición de izquierda en su juventud a ser luego un abanderado del liberalismo y la derecha; de ser un entusiasta de la Revolución Cubana a oponerse con fuerza a la misma y a otros gobiernos y movimientos socialistas, populistas y nacionalistas.
Fue también candidato a la presidencia del Perú en 1990 por el llamado Frente Democrático, pero a pesar de ser favorito entonces resultó derrotado por el luego tristemente célebre Alberto Fujimori. Tras esa derrota se radicó en Madrid, pero no se desentendió de la política.
Muy crítico y polémico, su postura le ganó tanto seguidores como enemigos fuera del entorno literario y cultural hispanoamericano y también dentro de este, lo que no ha dejado incluso de reflejarse en los mensajes y publicaciones en las redes tras su muerte.