La Feria de las Bocinas en La Cabaña

Las bocinas portátiles también llegaron a la Feria del Libro. Foto: Otmaro Rodríguez.

Las bocinas portátiles también llegaron a la Feria del Libro. Foto: Otmaro Rodríguez.

A la Feria del Libro de La Habana la gente va a comprar… libros. Es lo que se esperaría; pero también hay quien va a pasear, a caminar La Cabaña o a un picnic sobre la yerba de la edificación militar más grande que España construyó en América.

Bocinas portátiles en la Feria del Libro. Foto: Otmaro Rodríguez.
El señor del chaleco azul le dice a los jóvenes que no pueden entrar con las bocinas con un volumen excesivo. Foto: Otmaro Rodríguez.

Naturalmente, lo que ya se ha hecho costumbre en la ciudad, no fue diferente en la Cabaña: Decenas de bocinas portátiles.

Bailando con la música de una bocina. Foto: Otmaro Rodríguez.
A La Cabaña con las bocinas. Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.

Es una escena que ya se ve con frecuencia en las calles cubanas. A la entrada de la Feria, un supervisor indicaba que bajaran el volumen de los aparatos. Pero adentro, la música volvía a sonar a muchos decibles, desde las mochilas o en el centro de un grupo de amigos, que amplificaron la música de su preferencia.

Grupo de amigos con bocinas en la Feria del Libro. Foto: Otmaro Rodríguez.
Bocinas en La Cabaña. Foto: Otmaro Rodríguez.

Lo mismo con estos dispositivos que con celulares emitiendo música, cada vez se convive con más dificultad. Un evento dedicado a la lectura ha resultado ser muy poco silencioso.

Salir de la versión móvil