El poeta guantanamero radicado en Santiago de Cuba Marino Wilson Jay murió este miércoles víctima de la COVID-19, según informa la Fundación Caguayo. Tenía 75 años.
“Con el dolor más profundo con que se despide a un amigo, a un compañero, a un padre, a un hombre excepcional, a un poeta decimos adiós a nuestro querido. Nuestro Marino Wilson tan querido y respetado por su sabiduría y por ser una persona íntegra”, informa la Fundación.
Wilson Jay había sido ingresado de forma urgente y en menos de 24 horas falleció a causa de la pandemia.
“El arte y la literatura cubana hoy están de luto. Otro duro golpe, otra pérdida más, otro adiós inesperado. Solo queda decir que enviamos el más sentido pésame a familiares y amigos. Y usted querido poeta descanse en paz. Sus enseñanzas y su obra estarán siempre con nosotros, quienes tenemos el compromiso de hacerlas valer y conservarlas para la posteridad”, dice también la nota.
Nacido en 1946, Marino Wilson Jay era ensayista, crítico y poeta. Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas por la Universidad de Oriente, su obra se compone de libros como Así comenzó la alborada (1982), Granada la bella (1987) o El cuaderno malo (1999).
También publicó Peligro: aquí se habla de poesía (2000), Veinte poemas de horror y de misterio (2002), Poesía funesta (2002) y Memoria y homenaje (2016), libro que la página Claustrofobias presenta de esta manera: “aborda parte de la obra de cinco nombres ineludibles para los estudios de la literatura cubana con una mirada singular, provocadora y apasionada”.
Merecedor de diversos premios y reconocimientos por su obra literaria, Wilson Jay era miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en la que ocupó responsabilidades. Fue también asesor del telecentro Tele Turquino, presidente de la sección de cine, radio y televisión de la Brigada Hermanos Saíz, director de la revista El Caserón y presidente de la Filial de la Fundación Nicolás Guillén en Santiago de Cuba.
La noticia de su muerte ha provocado pesar en el sector literario y cultural de Cuba. Colegas como el periodista y poeta Reynaldo Cedeño han manifestado su tristeza al conocer la lamentable noticia.
“Estoy devastado. La cultura cubana pierde a un iluminado, a un caballero memorioso, a un hechicero de las letras, a un hombre noble”, escribió Cedeño en su perfil de Facebook.