El Premio de Poesía La Gaceta de Cuba fue otorgado al poeta Luis Lorente (Cárdenas, Matanzas, 1948) por su libro Oda para la brevedad del año dieciocho. El jurado lo integraron los escritores y editores Norberto Codina, Arturo Arango y Jamila Medina.
El jurado consideró premiarlo por unanimidad atendiendo –escriben en el fallo– a “la intensidad rítmica y emotiva con que rememora y nos conduce desde otros tiempos de esplendor y extravío hasta el baile siempre extraño, aunque indeclinablemente encantador, de los días presentes. Por esa versificación que nos arrastra consigo con soltura del alejandrino a la línea libérrima, a la par que intercala giros de metro y tono sorprendentes, que obligan a ahondar en las capas de lecturas de los textos, así como a contemplar las fisuras del ser (nacional, íntimo, abstracto)”.
También otorgó Primera Mención a La oración del coco y el bambú, del habanero Raydel Araoz, y Mención a Work in Progress, de Javier L. Mora, de Bayamo. Asimismo, dio la Beca de Creación “Prometeo” a Una ópera china, de la guantanamera Martha Luisa Hernández, y menciones a dos libros aspirantes a esa Beca: Peewee, de la pinareña Ismaray Pozo, y Psicología inversa, de la camagüeyana Evelin Queipo.
De acuerdo con el Acta, el jurado encontró en los cuadernos participantes “repasos cruentos o existenciales de la cotidianidad, asaltos a parajes y personajes de la invención, memorias aún sin enfriar de la Covid. Síntesis, coloquialismo, soliloquios, experimentaciones procaces o encriptadas, textos que abrazan la abundancia y el lujo del lenguaje”, lo que demuestra tanto el prestigio ganado por el concurso como la sostenida salud (palabra crucial en estos tiempos) de la poesía cubana.
Luis Lorente es uno de los más importantes poetas de su generación. Ha publicado, entre otros, los poemarios Las puertas y los pasos (1975), Café Nocturno (1984) y Esta tarde llegando la noche, con el que obtuvo el Premio Casa de las Américas en 2004.